💫 Perfecto error 💫 Jaywon

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Maratón 3/3

Jay se encontraba en su habitación recostado abrazando la almohada de Jungwon, su lobo chillaba de tristeza.

Se sentía pésimo sin la presencia del Omega, estos meses se había acostumbrado a él.

Nadie tenía la culpa y no podia imaginar cómo se sentía Jungwon, habían perdido a su cachorro.

Solo quería abrazarlo, besarlo y decirle que todo estaría bien.

El sonido de su celular lo hizo gruñir, no tenía cabeza para trabajo, solo se preguntaba dónde estaba Jungwon.

—¿Jay?

Era Sunghoon, maldita sea, ahora solo faltaba que algo hubiera salido mal en la junta.

—¿Mm?

Sunghoon estaba en el baño del avión, aún faltaban algunas horas pero quería confirmar sus sospechas.

—¿Jungwon está ahí?

—No, se f-fue— Su voz se quebró mientras se afianzaba a la almohada.

—Creó que lo acabo de ver estab-

—¡¿DÓNDE ESTA SUNGHOON?!— Jay se levantó rapidamente y coloco sus zapatos.

—Calmate, aún no sé si él, no lo conozco.

Jay negó.

—Te enviaré una foto y revísala, a las de ya— Jay bajaba de la habitación para colocar su saco.

Envío la foto al contacto de Sunghoon.

—S-si es él.

Jay sonrió y su lobo aullaba feliz y daba vueltas.

—Entonces dime dónde está Sunghoon, dímelo, necesito verlo—. Jay para ese entonces ya había salido de la mansión.

—Esta en vuelo a Estados Unidos, justo para donde voy yo, está en mi vuelo, te mandaré el nombre de la aerolínea en dónde aterrizará el avión— Dijo mientras miraba el nombre y escribía por chat—. ¿Si alcanzarás a venir?.

Jay rió.

—Sunghoon, veré a Jungwon, cueste lo que me cueste.

Jay había conseguido llegar antes que Sunghoon y Jungwon, hubo que hacer y pagar demasiado para llegar, tomó uno de los aviones para llegar allá, pago a cada uno de los pasajeros para que bajarán y dejarán completamente solo el avion para que este fuera lo más rápido posible.

Marcó al teléfono de Sunghoon y este contesto al segundo.

—¿Ya llegaste?—. Preguntó Jay.

—Ya, estamos bajando, pero Jungwon bajó prime-

Jay dejo caer su celular.

Vio a Jungwon esperando sus maletas en la cinta del aeropuerto.

Sus lágrimas comenzaron a salir mientras se acercaba con cuidado.

Jungwon tomó una de sus maletas pero sintió unos brazos que lo voltearon y lo abrazaban con fuerza mientras mojaban su hombro y sollozos se hacían presentes.

Menta.

Olía a Menta.

Era Jay.

Su Omega daba vueltas y chillaba de emoción.

Con un poco de miedo lo abrazó,

tranquilizandose al instante con el aroma

del alfa.

—N-no te v-vuelvas a ir p-or f-avor— Jay hundió su cabeza en el cuello de Jungwon.

—Lo siento no lo volveré a hacer—. Jungwon separó a Jay y limpió sus mejillas mientras los miraba fijamente a sus ojos.

—Ya no importa, ya tengo entre mis brazos y prometo cuidarte de todo el mundo cariño.

Jungwon asintio mientras sus ojos se cristalizaban, había deseado tanto eso, cuando iba en el avión se arrepintió, ¿cómo se atrevió dejar a Jay?

Jay sonrió y afianzo su agarre en la pequeña cintura de Jungwon, acercándolo haciendo que sus labios chocaran, el Omega llevo sus manos al cuello del más alto, ladeando sus cabezas, saboreando el beso, ese beso que tanto había extrañado

—Jungwon.

El Omega levantó su cabeza del hombro de Jay.

—Te amo.

• Estás aquí cariño, ven abrázame, pero necesito que está vez sea para siempre •