Jungwon un omega que solo visitaba uno de los hoteles más lujosos de Corea, encuentra a su destino, el cual está comprometido, un alfa rubio llamado Jay.
¿Todo saldrá bien?
◇ Jay: top.
Jungwon: bottom.
◇Omegaverse .
◇Mención de otras parejas.
◇Adap...
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Había pasado una semana.
La grabadora que Jungwon había puesto fue encontrada pero esta había dejado de grabar tan solo a los 4 segundos que comenzo, por lo cuál no pudieron culpar a Sunoo.
Le habían arrebatado a lo más preciado de su vida.
Jungwon esperó su recuperación en la mansión de los Park.
Jay trataba de levantar sus ánimos, pero nada lograba animarlo, se sentía fatal, su Omega chillaba por la perdida de su cachorro.
No quería ver a nadie, tal vez así nadie más le podría hacer daño de nuevo.
Hoy era el día.
Hoy se iría lejos de Jay, si hubiera hecho esto desde el principio, su cachorro estuviera en sus brazos.
Estaba listo.
Jay había ido a trabajar no sin antes subir a su habitación para darle un fuerte abrazo y beso en su frente, acompañado de un:
—Nada de lo que pasó es tu culpa, t-te a-mo.
Escucho la voz quebrada de Jay y eso hizo sentirse peor de lo que se sentía.
Ellos tenían un lazo especial, apesar de no tener marca.
Lo abrazó con fuerza y sollozó un poco en su hombro, hoy era la última vez que lo vería, no podría siquiera despedirse como hubiese querido.
—Gracias por todo Jay.
En su mesa de noche dejo una pequeña nota con unas palabras escritas.
"Lo siento cariño, perdóname, no puedo seguir así, te amo.
—Jungwon"
Tomó su pequeña maleta para salir de la mansión.
Ayer había comprado un vuelo para los Estados Unidos, aquí no tenía familia, tan solo a los 6 años de edad fue llevado a un orfanato por haberse presentado como Omega.
Vestía de unos pantalones negros y un abrigo café.
Esperaba su vuelo sentado mientras pensaba en lo que haría sin Jay allá.
Una voz por medio de la bocina del aeropuerto lo saco de sus pensamientos.
—E-es mi vuelo.
Se levantó y camino para subir al avión.
• Cariño se que puedes oírme, ayudame, estoy roto •
