Capítulo 14

1K 133 37
                                    


Me desperté en una cama que definitivamente no era la mía bajo el sonido de una alarma ensordecedora. Pasaron unos segundos hasta que pude orientarme y recordar que la noche anterior la había pasado en la habitación de Levi, pero no recordaba bien si había ido a mi cuarto o no. Parece ser que la respuesta era negativa.

—Duermes demasiado —Me dijo Levi mientras me observaba desde la silla sentado. Tenía el pelo algo revuelto y la ropa arrugada de haber dormido con ella probablemente en la silla o en el sofá. Tampoco estaba muy segura de si Levi dormía demasiado.

Entrecerré mis ojos llenos de lagañas para poder verlo mejor.

—Buenos días a ti también —Susurré con mi voz más grave.

—Son las siete y media de la mañana ya —Me señaló el reloj de la pared. Ese era el mismo que no paraba de sonar todavía— Espero que estés lista en diez minutos porque hay que ir al despacho del Comandante.

Cierto, Erwin nos había citado ayer a una hora horrible para ponerlo al día de los próximos planes que íbamos a llevar a cabo. Levi no me dio ninguna tregua y todo lo buena persona que había sido ayer se esfumó cuando me pateó fuera de su cuarto para que fuese al mío a buscar ropa más decente.

Antes de ir al cuarto pasé por el baño un segundo a ver si conseguía quitarme la cara de zombie que sentía que traía. Aún así, en la habitación estaba Mikasa despierta, a quien no se la había pasado por desapercibido que esa noche no había dormido allí.

—¿Dónde has estado? —Me susurró mientras me cambiaba de ropa.

—Me han asignado un nuevo trabajo. Ya os contaré mejor porque tengo ahora reunión —Le dije. Aquellas palabras no creo que la tranquilizaran mucho, pero Mikasa no preguntó más. No podía contarles a las chicas todo lo que íbamos a hacer, pero sí les contaría que me habían ascendido por lo que sucedió en la expedición y ya está.

A las ocho en punto estaba junto a Levi en la puerta del despacho de Erwin. Levi llamó tranquilamente, para no sobresaltarlo demasiado. El mismo Erwin abrió la puerta y nos pidió que nos acomodásemos en las sillas.

—Bien, ¿cuál es nuestro plan entonces? —Fue lo primero que preguntó.

—Tenemos tres principales enemigos —Comenzó Levi— Por una parte, los dos titanes que ya conocemos, pero no hemos capturado. Olivia me desveló ayer sus identidades y se tratan de Reiner Brown y Bertolt Hoover. Necesitamos desarrollar un nuevo armamento para combatir contra ellos y se nos ocurrieron varias ideas que quiero llevar esta tarde mismo al equipo de desarrollo armamentístico.

—Tenemos que pedir permiso para ello —Advirtió Erwin.

—Confío en que nos lo den si quieren salvar nuestro mundo —Erwin asintió, instándole a seguir explicando— Por otra parte, tenemos a dos titanes nuevos que no conocemos. El primero es el titán Bestia. Su poder consiste, según lo que he entendido, en convertir a personas en titanes y lanzar rocas. Por eso deberíamos evacuar todas las aldeas para que le sea más difícil tal cometido. Una vez esas personas se conviertan en titanes no sabemos cómo devolverlas a su humanidad y van a hacer todo lo que Zeke les diga. Tampoco sabemos exactamente cómo las convierte, pero debemos estar muy cautelosos. Pienso que la forma más efectiva de introducirle a alguien algo que le haga efecto es por medio de la comida y bebida, así que necesitamos soldados que la vigilen siempre en las ciudades.

—Esto nos va a llevar al menos un mes o dos y no sabemos cuándo va a atacar —Sopesó Erwin.

—Sí, eso es verdad. Pero no creo que ataque todavía teniendo en cuenta que acabamos de capturar a Annie y estamos en alerta —Intervine yo por primera vez—. El otro titán que nos queda es el Carreta. No conozco prácticamente nada de él, pero sé que acompaña al Bestia y que es bastante resistente. En cualquier momento puede aparecer, así que hay que llevar refuerzos. No es demasiado alto y con bombas se le podría destruir fácilmente.

¿Cómo acabé en Shingeki no Kyojin? | Levi Ackerman |Where stories live. Discover now