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Accidente.

Accidente por encontrarse con esa persona.

Accidente de hacer algo que no querías hacer.

Accidente.

Llegó a esa pequeña casa con una maleta en la mano, sin esperanzas de poder seguir adelante.
Tengo miedo de que mi madre se digne y me diga que me vuelva con mi abuela, mas que en estos momentos la necesito mas que nada.
Tengo miedo de volver.

—¿será muy tarde para volver? - me preguntó una misma.

Llegó a la puerta principal y tocó.

—Por el momento no estamos interesados ​​gracias- escucho la voz de Raquel dentro de la casa y río.

Vuelvo a tocar.

— Muchas gracias pero- abre la puerta y los ojos se le abren al verme.- no puedo creerlo- me abraza y agradezco que ella esté aquí.- Por fin estás aquí !!! - grita de la emoción.

—Raquel- río y lágrimas de felicidad salen de mis ojos.-

—hey no llores, ven entra - me abraza por el hombro.

— está mamá? - pregunto un poco ansiosa antes de entrar, no es como que quisiera un sermón antes de entrar a casa.

—tiene doble guardia- alza los hombros -así que no vendrá hasta mañana a las 10:00 de la noche, tenemos casa sola- bromea

tanto ella como yo no somos de fiestas, o al menos no de festejar cada dos días con cuatro paquetes de cerveza como si no hubiera un mañana.

Bueno eso me da tiempo para planear que le diré.

Subimos a la habitación de Raquel.

—Tu antigua habitación fue invadida por cajas de mamá, pero la volveremos nuevamente tu habitación - me asegura con una sonrisa.

Ella me ayuda a acomodar un poco de mi ropa en algunos de sus cajones y un tanto en el armario.

— dime, ¿Qué novedades hay? -pregunto sentándome cerca de la ventana.

—¿novedades?, realmente nada, ir y venir de la escuela, estar con Yoshi o con Dani... lo normal.—asiento con la cabeza, sus mejores amigos siempre están ahí, siempre—puedes abrir la ventana, hace un poco de calor— asiento con la cabeza.

me levanto un poco para poder retirar las cortinas, se que Raquel es muy floja para eso, y supongo que estaba viendo alguna película que ni moverse de su cama le dio ganas, abro la ventana y el aire fresco entra por ella, algo me llama la atención y es un chico delgado sentado en el patio de la casa de enfrente.

—Raquel, ¿Quién es ese chico ?— Raquel de inmediata brinca de la ventana y se pone a lado de mi-

— el es el ultimo hidalgo, Apolo...—demonios!, tenia que ser un hidalgo, aun que no puedo negar que es atractivo, su cabello castaño y esa cara bien perfilada podría conseguir a miles de chicas.

Raquel aclara la garganta y se lo que se propone hacer—Raquel no— demasiado tarde, prepara su mejor sonrisa y se dispone a saludar al vecino.

—¡buenas tardes vecino!— lo saludo, el tal Apolo levanta la mirada de su dispositivo y su cara se vuelve a una de sorpresa, puedo ver que tiene unos lindos y llamativos ojos color miel.

—¡Oh!—se levanta de golpe haciendo que su laptop caiga al suelo abruptamente—¡mierda!-—maldice recogiéndola una pequeña risa me amenaza por salir pero me aguanto, no quiero sonar grosera.

—¿esta bien ?— pregunto, se ve que es una laptop cara, ¿en que estoy pensando?, el se puede comprar todas las computadoras que quisiera sin ninguna queja.

—si, esta bien— menciona soltando un suspiro de alivio.

el chico clava sus ojos en los míos por un momento, hasta que por fin habla.

— son casi idénticas- Raquel y yo reímos.

el chico esta en lo cierto, a pesar de que ella sea mayor y yo tenga apenas dieciséis parecemos gemelas, o bueno eso es lo que nos han dicho.

La única diferencia es el color de ojos, y un poco la estatura, y en la personalidad ahí es donde ambas somos diferentes. ella es un poco introvertida y  pero a la vez arriesgada, yo no, soy totalmente introvertida, tanto que me cuesta socializar.

—ella es mi hermana T/n y yo soy Raquel—contesta Raquel a lo cual Apolo nos da una sonrisa de asentimiento.

—bueno me tengo que ir—hace una pequeña pausa— por cierto, gracias Raquel por darnos la clave de tu Wifi, vamos a estar sin internet por unos días por la instalación de un nuevo servicio, es muy amable de tu parte compartir tu internet.—

Tanto Raquel y yo quedamos confundidas, Raquel dando la clave del Wifi, ni a mi me la ha dado.—¿compartir mi internet?¿de que estas hablando?—volteo a verla confundida, ¿ella no dio la clave del Wifi a los vecinos?—yo no les he dado la clave.

—Ares me dijo que tu le había dado la clave.

¿Ares?, el amor imposible de Raquel, ¿Ares?.

hasta yo he quedado asombrada.—en mi vida he cruzado palabra con tu hermano—y no mentía, a pesar de su gran amor imposible nunca a tenido el valor como para hablarle, terminaría con tres paros cardiacos, lo digo enserio.

— lo siento, Ares me dijo que tu le habías dado la clave por eso estoy aquí, discúlpame de verdad—hace una pequeña pausa para intentar analizar—pero si tu no le diste la clave, entonces ¿Cómo la tiene?, acabo de navegar conectado a tu señal.

Raquel luce desconcertada— no lo se.

—bueno, disculpa nuevamente, no era mi intención de verdad—con la cabeza baja entro a su casa.

dirijo mi atención hacia Raquel— ¿Ares?, ¿Cómo es posible?—le pregunto a lo cual ella sigue totalmente asombrada, hasta pálida se puso.

nuestra conversación fue interrumpida por el sonido de la puerta de la entrada.

mamá esta aquí, esa no es buena señal, volvió antes de tiempo.

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hola, si eres nuevo por aquí deja tu voto eso me apoya mucho y sígueme, tengo otros fanfics que podrían interesarte.

y si se basa un poco en a través de mi ventana, pero tiene partes propias, espero que les guste.

𝐸𝑙 𝑢́𝑙𝑡𝑖𝑚𝑜 𝐻𝑖𝑑𝑎𝑙𝑔𝑜. Apolo y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora