∆∆∆ 10 ∆∆∆

1.8K 133 3
                                    

Apolo Hidalgo.

Nunca me imaginé encontrar una gran amistad, siempre he sido el chico que nadie le presta atención, comenzando desde mi casa.
Pero con t/n es distinto, es como si fuéramos el complemento del otro, lo cual es asombroso.

Después de haber bailado un poco fuimos a la barra y pedí dos bebidas, uno para mí y el otro para ella.
Solamente que ella me dijo que no bebía así que me tomé las dos bebidas

Mala elección, ya que recientemente había bebido una margarita y ahora más dos, esto si que se iba a descontrolar.
No soy mucho de bebidas por mi edad, y por poner el mejor ejemplo posible-o eso quiere mi familia-.

Rápidamente siento como el alcohol llega a mi sangre y voy hacia la pista de baile dejando sola a t/n.

T/n Mendoza.

De un momento a otro me quedo sola.

¿Dónde carajos fue El Último Hidalgo?

— Hermana— dice Raquel llegando a mi, tiene la cara toda roja y algo sudada, o eso es lo que alcanzo a ver, ella pude una botella de agua para bebersela todita.—

— ¿Dónde carajos estabas?— pregunto algo molesta.

— por ahí, bailado— dice nerviosa.

— haré como te creo pero justo ahora necesito que me ayudes a encontrar a Apolo—

—¿Apolo? ¿Porque?

— la explicación más rápida que te puedo dar es que está borracho y lo acabo de perder— Raquel me abre los ojos como platos y se que ya estoy en problemas

—¿Borracho?

— el pidió dos bebidas, pero yo no tomo así que el se las tomo, creo que le hicieron efecto muy rápido, y de un momento a otro lo perdí—

— debe estar en la pista, vamos— ambas nos dirigimos a la pista.

Y lo veo, está bailando junto una chica como cualquier otra pero con mini falda y un top que deja ver lo que tiene.

Apolo se ve complacido con esa chica que le baila como si fuera el hombre más afortunado.

Hombre tenía que ser.

— Raquel, está por ahí, pero no creo que se quiera despejar de ella tan fácil— le menciono.

— pues ve y despegalo de ahí—

— estás loca, yo ni bailo—

— pues tendrás que hacerlo, no encuentro a Daniela por ningún lado, ella sería una distracción pero como está te toca—

— pero ra-

— Sal de tu zona de comfort, y hazlo— me empuja y me dirijo un poco hacia él.

La chica es una buena competencia, pero estamos en desventaja, ella es atractiva, yo... Yo tengo salud y un poco de talento en la pintura y hasta ahí.

Es tu misión desacerte de esa chica.

Comienzo a bailar sin saber de dónde estoy sacando estos pasos. Comienzo acercame a él y la chica me empuja para que me valla.

Con que con esas vamos.

Creo que va a hacer más sencillo.

La empujó aún más fuerte.

Esa es mi venganza estúpida.

Comienzo a moverme, Apolo me toma por la cintura acercándome a él. Podría decirse que por primera vez baile de verdad.

Retire sus manos de mi cintura y lo jale fuera de la pista, Raquel me hizo una seña para que fuera con ella afuera del bar por la puerta de salida

— Si que sabes bailar Mendoza— me dice Apolo.

— Cállate Hidalgo— lo saco afuera del bar.

Misión cumplida.

𝐸𝑙 𝑢́𝑙𝑡𝑖𝑚𝑜 𝐻𝑖𝑑𝑎𝑙𝑔𝑜. Apolo y tú.Where stories live. Discover now