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DulceAlpuche

Mariano uno de los trabajadores me pidió si podía dejarle trabajar en la tarde a lo cual le dije que si.
Ya que tenía unos asuntos familiares que atender por la mañana y no podía perder su turno por que eso significa no pago de aquel día.
Llegué a casa por la tarde, deseando hacer algo productivo cuando de pronto tocaron a mi puerta.

No es mamá, ella acaba de salir para el hospital.
Raquel menos, entro a trabajar antes de que mamá se fuera al hospital.

Abro la puerta y veo a Dani, la inseparable de Raquel.

Puedo decirles que me encantaría tener una amiga así de incondicional.

—Hola _____, Estas libre esta tarde?— pregunta directamente.

— ¿me preguntas a mi?—

— obvio cariño, tu hermana me a contado de que has vuelto y mis ganas de que vivas la vida salvaje aparecieron, así que, ¿vienes?—

— ¿a dónde?— pregunto algo confundida.

Ella me observa de arriba para abajo — Raquel y tú son casi de la misma talla, bien vamonos— dice entrando un poco para tomar las llaves y luego jalarme a la salida.

Esta chica si que sabe lo que hace.

Llegamos a Macdonald's, entramos al área del Driver thru se más o menos lo que se viene.

Daniela durante el camino me había hablando de que Raquel le dijo que soy algo tímida en el asunto de salir a fiestas.

Si supiera.

Calla.

— Hola, Bienvenidos a Macdonald's, ¿Que desea ordenar?— menciona la voz de mi hermana por la bocina, Daniela se ríe un poco para luego aclararse la garganta y hablar.

— me gustaría una Raquel para llevar— río a su comentario..

— pase a la siguente caja señorita—

Dani avanza su carro.

—venimos a secuestrarte— menciona junto cuando Raquel nos ve.

— ¿Que haces aquí?— menciona viéndome.

— no me veas, que ella a mí me tiene secuestrada— Dani asiente orgullosa a mi comentario.

— sabes que no puedo estoy trabajando y necesito el dinero— menciona Raquel a su amiga Dani, no se ni como pero la termino convenciendo, no escuché mucho ya que me perdí en el impresionante atardecer que tenía frente a mi.
Esos colores naranjas y azules dando una visita increíble al cielo.

— Esperaremos unos minutos a tu hermana, okey— menciona Dani mientras se retoca su labial.

Yo solo asiento.

𝐸𝑙 𝑢́𝑙𝑡𝑖𝑚𝑜 𝐻𝑖𝑑𝑎𝑙𝑔𝑜. Apolo y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora