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— a qué te refieres, osea el te siguió desde la casa hasta la escuela, por Dios que degenerado — menciona Raquel.

El de seguridad me ayudó a levantarme y entrar a la escuela, yo seguí temblando del miedo, esperé que Raquel llegará y le conté todo.

— no están seguras estando yo aquí, creo que será mejor volver con la abuela y ...— Raquel me interrumpe.

— claro que no, ahora más que nunca tienes que hablar con mamá, se que aún no estás lista pero tú vida corre riesgo y necesitamos ayuda—

Yo no sabía que decir, vi de reojo que Apolo entraba a la escuela junto con Daniela, Daniela vino a saludar a Raquel y de paso a mi por qué me vió.

— t/n te ves un poco palida, estás bien— me pregunta Daniela

Raquel le hace un gesto para que se calle — bueno bueno, el baile será en unos meses ya saben a quién van a llevar?— dijo Dani para cambiar el tema.

Pensar en el baile me da ganas de romper lo que sea.

— yo mejor me voy, nos vemos después — dije levantándome para irme a clase.

— no te vas sola, entendiste— menciona Raquel a lo cual asiento llevando de ahí.

Tengo clase y para el colmo Apolo está en mi clase, me toca pretender que no pasa nada y que todo el mundo es un completo mundo perfecto.

Como si fuera tan fácil..

Me senté hasta atrás, para no ser gusta por nadie, y por nadie me refiero a Apolo.

Veo por la ventana para distraerme pero no sale como pienso pues  veo a Evan, observándome y me da una sonrisa de satisfacción.

Que hago, si hago un movimiento en falso puedo estar en problemas.

Hago como si voy a poner atención a clase.

Escribo una hoja de papel.

Apolo, necesito un favor, envíale un mensaje a Raquel, solo envíale que "él está aquí."
Solo eso.
Después te explico pero esto es urgente.

No sé que estoy haciendo, pero es el único que me podrá ayudar.

El profesor me llama para entregar mi trabajo y voy a su escritorio y sutil mente le dejo la hoja a Apolo, él la toma y lo lee sin que se de cuenta el profesor.

El profesor me califica mi actividad como si nada y veo de reojo que Apolo envía el mensaje y me ve.

Yo siento un poco de paz aún que sigo con las ganas de llorar y huir lo más rápido posible, mi cuerpo tiembla, mi respiración comienza acelerarse.

— alumna está usted bien?— me pregunta el profesor.

— si, si- yo, estoy bien— tomo mi libreta y vuelvo a mi lugar, volteo a ver a la ventana y lo veo pero está vez dentro del auto que me siguió está mañana.

Necesito que acabe la clase, necesito irme, se que si pido permiso para ir al baño me veré muy obvia.

¿Que hago?

Tocan la puerta y veo la directora y Raquel a su lado.

¿Que hizo?

— Alumna Mendoza — me levanto— venga conmigo.—

Salgo del salón — Raquel que hiciste—

— Ayudarte—

𝐸𝑙 𝑢́𝑙𝑡𝑖𝑚𝑜 𝐻𝑖𝑑𝑎𝑙𝑔𝑜. Apolo y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora