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Busco el lugar donde pueda comenzar pero siento que algo no me cuadra.
Me acerco a él y hago que su cara este de perfil con la cabeza un tanto levantada haciendo que sus fracciones queden perfectas para dibujar.

- veo que estoy siendo bien modelo-

- pues dos que tres- digo haciendo que él ría.- puedo emm... Desabotonar un botón de tu camisa?- le pregunto haciendome sonrojar.

El asiente y yo dejo un poco al descubierto su clavícula y un tanto su pecho, como toque final le despeinó el cabello.

- te ves desente-

- lo que usted diga señorita pintora-

(Pueden tomar de referencia estos pero imaginen que es a color)

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(Pueden tomar de referencia estos pero imaginen que es a color)

- ya puedo ver - insistía Apolo por séptima vez.

- aún no, todavía no-

- llevo una hora aquí -

- tu viniste aquí así que no te quejes-

- vine a verte-

- y me estás viendo eso es una ganancia -

La obra había terminado pero no dejaría que lo viera hasta que sea el momento.

- listo- dije quitando rápidamente el cuadro para guardarlo

- hey déjame verlo- de un momento a otro Apolo me quita el cuadro y comienza a Observarlo.

Por si mirada no se ni que descifrar.

¿Y si no le gusto tanto como esperaba?en valde lo tuve esperando una hora para esto.

- Esto es impresionante - dice finalmente.

- te gustó?-

- es asombroso, a quien no le gustaría -

- me alegra pero aun falta que sequé -

- y de ahí me lo podré llevar -

- no-

- pero fui el modelo-

- es mi arte y yo decido-

- eres malvada.

-no lo soy, agradece que te deje verlo, ni mi hermana ha visto los dibujos que le he hecho-

-¿Encerio?

Asiento.

- bueno entonces me siento algo afortunado -

-¿Algo?

- en teoría no gane nada-

- y que se supone que ibas a ganar, cien mil pesos?- digo con sarcasmo

- no, pero me hubiera gustado mostrarles a todos que una gran pintora me ha hecho semejante cuadro y exponerlo ante todas las personas -

- eres un algo mucho imaginativo -

- que tú no me tengas fe a lo que haces es algo muy diferente, debes de saber que eres muy talentosa- me dice tomándome de la cara

- lo que usted diga- digo quitando sus manos de mi cara antes de que note que me sonrojo.

- ¿ Puedo pintar algo para ti? -me dice a lo cual alzó una ceja- ¿crees que eres la única con talento?- me río

- me imagino que eres un experto - le dijo con ironía.

- cierra los ojos y ya lo veras- me río antes de cerrar los ojos y de pronto siento como me embarran de algo y se instantáneamente que es.

Abro los ojos - Valla talento Hidalgo -

- y todavía te faltó aquí - dice para volverme a embarcarme de pintura.

Y aquí es donde comenzó algo llamado guerra de pintura.

No se ni en qué momento pero casi todo el piso de mi habitación quedó invadida de pequeñas y grandes manchas de pintura gracias a Apolo Hidalgo. Ambos nos encontramos sentados frente a frente agitados por tanto juego.

— te ves hermosa con la cara toda pintada— me dice Apolo

— calla ya — digo bajando la mirada.

El se inclina y me da un beso en la frente — me gusta cuando te pones como un tomate.

Siento como mi cara vuelve a arder por su comentario. Apolo coloca una mano en mi barbilla y hace que lo mire a los ojos.

Pero que es esto y como es que he llegado a esto.

Lo tengo frente a frente justo para besarlo, pero no puedo, sería darle un lugar en mi vida y apesar de que es mi amigo no puedo permitirme eso.
Quiero a Apolo pero si Evan vuelve no quiero que le haga daño.

— en qué tanto piensas?— dice a centímetros de mi

— en qué... — se que me voy a arrepentir de esto— No he hecho algunos deberes —.digo para finalmente apartarme de él y levantarme lo más rápido posible, no lo veo, simplemente comienzo a recoger algunos pinceles .

Veo de reojo que Apolo se levanta y camina hacia mi— ¿Esta todo bien?— me pregunta lo más amable posible.

— si Apolo — trato de esquivarlo pero el me detiene con sus brazos que me provocan esos nervios en toda mi piel cuando me toca.— Apolo déjame pasar— le digo en modo chocante.

— Hice algo más como para que hagas esto?— no me gusta para dónde va esto así que decido ser sincera.

— no eres tú vale, es simplemente que lo hago por tu bien—

— ¿por mi bien?— pregunta algo confundido.

— no quiero que nada malo te pase— digo casi en un susurro pero aún así es audible

De un momento a otro siento los labios de Apolo sobre los míos, se sienten tan suaves y se mueven lentamente, nunca en la vida había experimentado está sensación tan dulce pero deseosa a la vez.
Podría decir que este era el mejor beso que me había dado en la vida.

𝐸𝑙 𝑢́𝑙𝑡𝑖𝑚𝑜 𝐻𝑖𝑑𝑎𝑙𝑔𝑜. Apolo y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora