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Después de mojarnos por completo el me prestó algo de su armario.

Unos pans negros con un buzo que no por nada pero ambos me quedaban gigantes.

Unos pans negros con un buzo que no por nada pero ambos me quedaban gigantes

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(Pa' que se den una idea)

Sinceramente no es mi estilo pero me gustaba, -no por qué oliera a él no nada de eso-

— Te traje esto— dice dejando una bandeja de comida en la mesa mientras yo estoy concentrada viendo la información del trabajo— ya es tarde y no has comido nada— me giro hacia él para mirarlo.

— no te hubieras molestando, gracias de verdad— digo tomando un sándwich

— No es molestia para nada— dice cómo siempre.

Ahg por qué eres tan...

Tan...

Dios ni un insulto le queda.

Me limito a comer solamente.

El trabajo está más que avanzado.

Y eso es un alivió.

Suspiro y Apolo me ve— ¿Te sientes bien?—

— si, es solo que — desvío mi mirada hacia el reloj y me doy cuenta de la hora— es tarde, Dios tenía que estar en casa hace rato— me levanto y recogo todo

Apolo me ayuda y me dirijo hacia la salida— te devolveré tu ropa, lo prometo— digo para después salir.

Entro a casa y mamá no ha llegado.
Subo a la habitación de Raquel pero oigo sollozos.

¿Que le abra pasado?

Entro a la habitación de Raquel y la encuentro llorando envuelta en sus sábanas— ¿Que paso?— digo acercándome a ella, ella me ve con sus ojos llenos de lágrimas y se que algo muy malo paso.

— cuéntame— le digo y ella comienza contándome todo lo que pasó con Ares.

ESTÚPIDO ARES.

COMO SE LE OCURRE HACERLE ESO A MI HERMANA.

Juro que cuando lo vea le daré una patada en los bajos.

— creí que era especial tanto para él como para mí, pero no es asi— dice sollozando.— solo fui una estúpida chica más que se metió con él

—no eres estúpida, el estúpido es él, y te prometo que cuando lo vea juro que le daré una patada en los bajos para tenga un buen recuerdo y no se vuelva a meter contigo, por qué eres mi hermana y te prometo no dejar que ningún hombre intente hacerte daño— digo rápidamente a lo cual ella me mira 

—No soy buena consolando personas...— le digo para que deje de verme.

Eso sí lo sé.

Ella me abrazo y con eso supe que 'la intención es lo que cuenta' siempre estaré para mi hermana.

(...)

Han pasado ochenta y cuatro años desde que comenzó la clase de álgebra y el profesor no ha parado de hablar.

Se que soy exagerada, pero las matemáticas y yo no nos llevamos bien, puedo decir que nos odiamos.

Soy buena para la pintura no para los números.

El timbre suena y no saben la alegría que ha entrado a mi cuerpo.

— la campana y tú se llevan bien— dice Apolo acomodando sus cosas

Asiento mientras río.

Y ustedes se preguntarán.

¿Por qué también con el Apolo si su hermano hizo lo que hizo?

Bueno, Apolo no fue el que hizo los actos si no Ares el baboso hidalgo de Enmedio.

Apolo y yo salimos y veo a Ares esperando a Apolo.

Apolo no sabe nada de lo que pasó con Raquel y Ares y prefiero así.

— Lolo, ¿puedo hablar con tu hermano un momento?— digo antes de que pueda hacer algo.

El frunce el ceño  y antes de que diga algo camino hacia la camioneta, tocó el vidrio polarizado a lo cual comienza a bajar— Hola— dice con el ceño fruncido.

— Aléjate de Raquel— digo seriamente.

— con que de eso se trata— dice para dar un largo suspiro— Lo que pasa entre ella y yo es asunto de nosotros.

— no cuando se trata de mi hermana, y en el daño que le hace, así que por su bienestar y por el de todos, dejala tranquila—

— Y si yo te dijera que dejaras en paz a mi hermano?

— no es lo mismo, yo no me cojo a tu hermano, ni mucho menos le hago daño, así que por el bien de está humanidad no le hables ni nada—

Ares me da una mirada de cansancio.

—¿Que está pasando aquí?— dice Apolo

— Solo le comentaba a tu hermano los caminos que debe tomar— miro a Ares seriamente

Y con eso me giro a Apolo— nos vemos luego— digo llevándome

Escucho un pasos detrás de mí pero no me detengo— t/n, espera— dice Apolo

— ¿Que pasa?

— ¿hay algo de lo que deba enterarme?—

— no entiendo a qué te refieres—

— bueno es que eso me pareció que, no se quizás son ideas mías y estoy vacilando pero— lo interrumpo.

— al grano Apolo—

— ¿Te atrae de cierta manera mi hermano o algo así?—.dice finalmente a lo cual no me lo creo

— a qué viene eso— digo sorprendida— en la vida podría ver a Ares como algo más que tu hermana o como el crush de mi hermana—

— ¿estás segura?—

— Apolo, le dije a tu hermano que se alejará de mi hermana, okey, no quiero que mi hermana pase a ser una más en su cama, se cómo es Ares y no es el tipo de chico que me atrae—

Veo como se pone nervioso— y como se supone que es le tipo de chico que te atrae—

Lo veo a los ojos — am.. no lo sé, eeh— Dios alguna excusa—¿ tu hermano no está esperándote?— bingo o eso creo

El me toma el mechón de mi cabello y lo acomoda detrás de la oreja, últimamente lo ha hecho muy amenudo.

— tienes razón, no quieres que te lleve a casa— niego con la cabeza, no es que ni Ares y amo nos agrade eso, osea por lo que acaba de pasar

—nos vemos después apolo—

—vete antes de que  quedes como gato mojado— río a su comentario.

— Adiós Hidalgo tonto— digo eso y el me sonríe con esa sonrisa ¡que Dios!

𝐸𝑙 𝑢́𝑙𝑡𝑖𝑚𝑜 𝐻𝑖𝑑𝑎𝑙𝑔𝑜. Apolo y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora