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Emanuel llegó a casa cerca de las cuatro de la mañana, algo inusual para él ya que no era de andar a esas altas horas de la noche en la calle y menos solo, al salir de la casa de Sebastian se tiró sobre el césped procesando aún todo lo que había pasado, imágenes de lo que pasó minutos atrás se repetían en su cabeza haciéndolo reír pero de felicidad y aunque le hubiera encantado darle el gusto a Sebastian que más de una vez le insinuó con las cosas que hacía que él estaba dispuesto a dar el siguiente paso y aunque el lado irracional de Emanuel le gritaba que le dé el gusto, que era algo que ambos querían, que tal vez no vuelva a tener una oportunidad así, nuevamente volvió a ganar su lado racional el cual le hablaba tranquilo y le decía que él no era así.

Que no se aprovecharía de Sebastian en ese estado y le hizo ver que tal vez se podría enojar por haberse aprovechado de su estado de ebriedad y hasta se podría sentir decepcionado, por lo que prefirió no correr el riesgo y sonreír cada vez que este intentaba dar el siguiente paso recibiendo más de un puchero que lo hacía ver muy tierno ante los ojos de un Emanuel que jamás lo había visto actuar así. Cuando ya estaba más calmado se puso de pie y corrió hasta su casa, al llegar entro despacio para que nadie note que había vuelto a esa hora y le hagan preguntas que no iba a poder contestar, una vez en su cuarto metió su bóxer en una bolsa de papas que había estado comiendo antes de irse y lo tiró a la basura.

Luego se tiró en la cama sonriendo por su osadía y se quedó dormido enseguida, después de todo, Sebastian había agotado sus fuerzas, lo que lo llevó a pensar que debería ponerse en forma por si volvía a ocurrir lo mismo cosa que no creía, pero la esperanza es lo último que se pierde ¿no?, sonriendo se giró y se quedó dormido en cuestión de segundos. Los ojos de Emanuel comenzaron a abrirse pasadas las dos de la tarde cosa que no era normal en él, por lo que al bajar tuvo que decirle a su madre que se había dormido tarde por estar mirando una película y por suerte para él su madre no hizo más preguntas como tampoco pregunto si recién volvía de lo de Sebastian o había vuelto antes.

Se fue a duchar con una idea dando vueltas en su cabeza y la cual le encantaba, pero solo lo intentaría un día, si ve que no sale ganando lo dejaría y seguiría actuando igual, pero la idea de ganar lo entusiasmaba tanto como la idea de pensar que los roles en esta pareja por decirlo de alguna forma, cambiarían.  Al salir del baño va a su cuarto por ropa colocándose solo un shorts ya que este cuenta con ropa interior propia, sale sin colocarse la remera y al llegar a lo alto de la escalera alguien llama su atención por estar tosiendo mucho, mira dentro del cuarto de su madre y no hay nadie, sigue retrocediendo y ve a Sebastian tosiendo, le pregunta si está bien y este niega con la cabeza ya que su tos no para, va a su cuarto por el vaso de agua que había traído antes de bañarse y se lo da.

Que ocurre Sebas?...- note que me evitaba la mirada por lo que decidí preguntar solo para molestarlo.

Nada, recordé algo y luego me atragante, solo eso...- contestó sin mirarme, me aguanto la risa.

Ok? are cómo que te creo...- dije cuando pasó por mi lado.

Lo ve caminar hacia su mochila y sacar una remera, fácilmente se dió cuenta de lo que iba a hacer por lo que espero unos segundos hasta que esté comenzó a levantar la que tenía puesta para sacarla y ahí fue cuando Emanuel sonrió con maldad ante la idea que se le había ocurrido, cuando la remera llegó a sus hombros se posicionó detrás de él y llevó su dedo índice a su espalda baja y muy lentamente comenzó a subirlo notando por el movimiento que hacía su espalda que el pulso de Sebastian se había acelerado y como su piel se erizaba por donde él pasaba el dedo.

Al llegar a la remera que aún descansaba sobre su hombro al haberse quedado duro ante su tacto inesperado, se fue antes de que este se de vuelta, al llegar al pasillo sonrió con malicia y satisfecho por haber logrado su objetivo, al llegar a la cocina ya estaba su hermano el cual despeinó su pelo apenas se sentó a su lado como siempre hace, hablaron sobre la comida y luego este se fue hacia su cuarto para ver porqué tardaba tanto en bajar Sebastian, Emanuel sonrió de costado y su madre lo notó.

De qué ríes?...- niego.

Me acordé de algo que dijo Lucho el otro día en el colegio...

Lo miró con algo de desconfianza, luego comenzaron a hablar sobre el viaje que harán con su padre y al cual Jairo no quiere ir por lo que él también tenía la opción de quedarse en su casa si así lo deseaba, sin dudarlo asintió proyectando en su cabeza como se divertirá con Sebastian, a los veinte minutos los chicos bajaron y por más raro que parezca para todos Sebastian no se sentó sobre las piernas de Emanuel ni a su lado como cada vez que están en el patio, se sentó frente a él y con la mirada pegada al teléfono, el celular de Jairo sonó dentro de la casa y este salió corriendo, detrás de él salió su madre para revisar la comida dejándolos solos en el patio, Emanuel lo miró un segundo antes de dejar su teléfono a un lado para fijar su vista en el.

Que ocurre Sebastian?...- niega sin mirarme fingiendo contestar un mensaje.

- entonces ven aquí...- con mis manos abiertas golpeo mis piernas, Sebas volvió a negar sin mirarme pero decidí hacer uso de mi poder sobre este.

- no era una pregunta Sebastian....- me miró ante el cambio repentino de mi mirada y de mi voz.

Por su cara seguramente se imaginó que le hizo recordar a cuando le exigió saber a quién le pertenecía y sonrio por dentro con malicia, esto le estaba gustando y mucho, Sebastian miró un momento hacia adentro antes de volver su vista a el mientras Emanuel se tiraba hacia atrás en la silla cediéndole el lugar, pero Sebastian no reaccionaba, no hacía nada, solo mostraba nervios y vergüenza por lo que tuvo que hablar nuevamente.

- estoy esperando....

Como si su cuerpo se manejara solo, se puso de pie y se fue hacia donde estaba Emanuel para luego sentarse sobre él como siempre hace, pero para sorpresa de Jairo y de su madre que acababan de volver, este no lo estaba molestando como siempre que se sienta sobre sus piernas mientras juega videojuegos, sino que estaba con un codo sobre la mesa y callado mirando fotos mientras esté jugaba videojuegos, Jairo junto con su madre se miraron un momento con sus cejas fruncidas pero decidieron no preguntar nada.

Sebastian saldremos hoy con Carla?...

Sebastian hizo un leve movimiento de ceja que no pasó desapercibida para Jairo al seguir observando sus movimientos y gestos, como también notó que miro de reojo a su hermano antes de contestar, fue un movimiento muy sutil pero que no pasó desapercibido para un ojo de halcón como el de el, este miro disimuladamente a Emanuel y pudo ver que este no tenía sus dos manos en el teléfono por lo que algo podría estarle haciendo su hermano por debajo de la mesa porque Sebastian solo acariciaba su cuello cuando se ponía nervioso.

Si voy un rato, pero para que Octavio no me mate porque no tengo muchas ganas...- mi hermano lo mira sorprendido.

Sebastian estás bien? normalmente tu te enojas si no quiero ir a una fiesta o quiero volver temprano...

Otra vez Sebastian se quedó mirando un punto fijo en el piso antes de contestarle, solo fueron unos segundos pero que no pasaron desapercibidos para el que estaba muy atento a sus movimientos y gestos.

Estoy cansado....

Emanuel río fingiendo que lo hacía con el teléfono, todos lo miraron pero este los ignoro, luego Sebastian continúo hablando con su Jairo mientras Emanuel seguía metido en su teléfono.

Voy al baño...- deje el teléfono sobre la mesa, lo tome de la cintura para hacer que se levante y una vez que me levante lo hice sentarse en mi silla antes de irme.

Eso llamó la atención de las otras dos personas que normalmente en una situación así Sebastian se levantaría solo y se iría a su silla o se quedaría sentado mirándolo burlón a la espera de que le diga por favor o solo para molestarlo le preguntaría si lo acompañaba, pero nada de eso pasó, por lo que Jairo hizo una anotación mental de agarrarlo más tarde y preguntarle qué ocurrió en su ausencia, aunque su madre le haya dicho que no fue en ningún momento a la casa y Emanuel no va a la de él, después de comer Emanuel se fue, los chicos se pusieron a limpiar el patio y Sebastian volvió a ser el mismo lo cual Jairo agradeció ya que nervioso y perdido en sus pensamientos no le servía.

Mi Futuro Esposoحيث تعيش القصص. اكتشف الآن