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Emanuel...

Dos semanas pasaron y Emanuel solo había tenido pocas ocasiones de molestar a Sebastian ya que este lo evitaba, lo estaba disfrutando tanto que de recordarlo se reía solo en su cuarto como ahora, dejó su lápiz para descansar un poco, su dibujo ya estaba casi terminado por lo que podría darse un respiro, el ser tan perfeccionista lo llevaba a pasar horas sentado en su escritorio a tal punto de  que no fue consciente de la hora hasta que miro la tele donde el canal de música el cual no estaba escuchando por tener los auriculares puestos le anunciaba que eran las tres treinta de la mañana.

Se tiró hacia atrás en su silla recordando nuevamente esa noche mientras miraba la tele, luego cerró sus ojos para concentrarse mejor porque el sentía que si hacia eso, aún podía sentir sus labios carnosos sobre los suyos y las manos de Emanuel por su cuerpo, tanto que podía decir que ahora mismo se estaban colando por debajo de su buzo, solo fue consciente de que no era su imaginación y que realmente estaba pasando cuando sintió peso sobre sus piernas, al abrir los ojos pudo ver a Sebastian sentado sobre estas y de frente a él pero no hizo nada.

Lo dejo que hiciera lo que quisiera como cada vez que se mete en su cuarto, el solo se dedicó a observar su rostro, estaba hermoso como siempre aunque otra vez había tomado y se lo confirmaron  sus ojos algo más achinados de lo normal, su sonrisa coqueta, el olor a alcohol en su aliento y el olor a cigarrillo en su ropa, miro sus labios los cuales estaban hinchados lo que lo llevó a pensar que había estado con alguien en la fiesta y eso fue suficiente para que sus celos lo consuman ya que odia la idea de que haya besado a alguien mas, de que haya tocado a alguien o alguien se haya atrevido a poner sus sucias manos sobre su Sebi y ahora este lo haga con el, sin poder controlarse llevó sus manos al mentón de su chico y lo tomó con algo de fuerza haciendo que este se asuste por su cambio tan repentino.

Con quién mierda estuvistes?...- me miro asombrado por mi reacción, encima tardo en contestar y eso me estaba impacientando.

Te digo la verdad o te miento?...- odiaba cuando me hacía esa pregunta y ahora no tenía tiempo para sus juegos por lo que decidí llamarlo por su nombre para que se diera cuenta de que no estaba jugando.

Sebastian...- el chico sentado sobre mi al escucharme llamarlo así me volvió a mirar asombrado y contesto más rápido.

Con nadie....

No mientas....- ya le había creído pero solo quería probarlo.

Es verdad, la última vez que estuve con alguien fue en el cumpleaños de Ismael y solo le robe un...- sin poder evitarlo use un poco más de presión sobre su cara, porque el simple hecho de pensar que esos hermosos y carnosos labios habían sido tocados por alguien más antes y que encima fue porque él lo causó me lleno de rabia, al darme cuenta de lo que estaba haciendo al ver el miedo en sus ojos aflojó el agarre.

- ok, solo fue un beso no se puede considerar que estuve con ella...- lo observé un momento y luego lo solté.

Te creo...- contesté luego de unos segundos.

Gracias, ¿ahora puedo seguir con lo mío?...- preguntó sonriendo nervioso por lo sucedido minutos atrás o por lo que estaba por hacer.

Y que ibas a hacer Sebatian?...- pregunté probandolo mientras dejaba mis manos sobre los apoyabrazos de mi silla para que vea que tenía permiso de hacer lo que quisiera y se sonrojaba por mi tono de voz.

Dios no hables así Ema...- me pidio un tanto vergonzoso, mostrandome esta nueva faceta suya que me encantaba.

Por?....- lo vuelvo a provocar, se quedó por un momento perdido en sus pensamientos tratando de encontrar las palabras correctas para contestarme.

Mi Futuro EsposoWhere stories live. Discover now