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Sebastian...

Sebastian no sabía qué hora era, ni dónde estaba, por lo que pestañeo varias veces para poder enfocar mejor su vista mientras se sentaba, al mirar frente a él reconoce el cuarto de Emanuel, estaba por levantarse para ir al baño pero al igual que la vez anterior los recuerdos comenzaron a aparecer en su cabeza pasando tan rápido que lo marearon a tal punto de que tuvo que volver a sentarse, miró detrás de él pero Emanuel no estaba, otra vez estaba solo, miro el cuarto para ver si había alguna señal de algo pero no.

No estaban las medias en el suelo, no estaba la remera, el escritorio si estaba acomodado pero no podía decir que entonces si paso porque el siempre lo mantenía igual cuando no lo usaba al igual que su silla estaba metida contra el escritorio y se sentía un leve olor del sahumerio que siempre usa en su cuarto, frustrado se tiró hacia atrás, las imágenes de lo sucedido se proyectaban al igual que la vez anterior mostrándole en partes lo que había pasado ayer o lo que había soñado otra vez, frustrado se levantó y salió del cuarto para ir a ducharse.

El otro día en su casa era diferente porque estaba en la privacidad de su cuarto pero ahora no y el simple hecho de que Emanuel lo haya escuchado jadear como lo estaba haciendo en el sueño lo tenía muerto de vergüenza.  Una vez fuera de la ducha se seco y al salir cambio de dirección hacia el cuarto de Jairo el cual tampoco estaba en su cuarto, vio en la mesa una tableta de pastillas y se tomó una antes de ir al único espacio del ropero de su hermano que tiene su ropa, tomó uno de sus bóxer del mismo cajón que Jairo y sin más opción salió mientras se iba poniendo un suéter al estar algo fresco, arriba no se sentía tanto pero seguramente Isabella tendría las ventanas de abajo o la puerta trasera abierta.

Al llegar al living no había nadie, se debatió mentalmente entre aprovechar el momento e irse o quedarse y finalmente decidió quedarse porque después sería peor tener que dar explicaciones que no quería al irse de la casa sin siquiera saludar, camino hacia la cocina y no había nadie, siguió de largo porque seguramente estarían en el patio y efectivamente sí pero solo se encontraban Isabella y Luis, no estaban ni Jairo ni Emanuel.

Hola bebé, ya era hora...- sonreí acercándome a ellos para besar su mejilla antes de sentarme junto a ella.

Y los chicos?...

Fueron a comprar....

No dijo nada mientras se servía un vaso con agua pensando que era su momento para irse, estaba por inventar cualquier excusa para salir de ahí antes de que lleguen cuando termine de tomar el agua que estaba por ingerir pero está así como entró a su boca salió al mirar hacia la puerta y ver a Emanuel entrar con bolsas, pero eso no fue lo que causó que expulse todo el agua y comience a toser de forma tal que preocupó a Isabella y está enseguida se ponga de pie igual que el para darle pequeños golpes en su espalda, sino que fue el hecho de verlo tal cual estaba vestido en su sueño.

El pantalón deportivo, su típico buzo negro tres talles más grandes del que debería usar y los lentes puestos, ¿desde cuando usa lentes sin estar dibujando y porque se tenía que ver jodidamente sexy con ellos?, para cuando se calmó tomó el vaso que le daban pero su cuerpo se tensó al girar la cabeza y ver que a su lado ya no había un suéter rosa sino un buzo negro lo que indicaba que el que ahora se encontraba a su lado era Emanuel, sin más opción levantó la cabeza evitando su mirada y todos pudieron notar su nerviosismo y su sonrojo, se miraron divertidos un momento y decidieron apiadarse de él por lo que ninguno se burló, luego de eso para su tranquilidad mental y física ya que su corazón le agradeció cuando se calmó, Emanuel luego de eso decidió irse a su cuarto y no volvió a salir hasta la hora de la comida.

Sebas trae a Ema?...-  la miré asombrado haciéndola reír a todos por mi cara tan cómica.

Porque no va el?...- señalo a mi amigo junto a mi.

Mi Futuro EsposoWhere stories live. Discover now