20

28 3 0
                                    


Los días siguieron su curso afianzando con el paso del tiempo la relación de los chicos y debemos aclarar que el hecho de que los chicos hayan dado ese siguiente paso, que le haya pedido a Sebastian esa misma noche delante de sus padres que le dé el honor de poder llamarlo novio, que Sebastian y su madre casi se mueren atragantados por su repentino pedido, que después de eso su suegro le de su propio juego de llaves excusándose de que alguien debía traerlo cuando se emborrache aunque el sabía por Isabella y Luis que su hijo no tomaba ni una gota de más estando Emanuel con el, es lo que llevó a Emanuel a entrar a la casa de sus suegros tan temprano para colarse en el cuarto de su Sebas para llevarle el desayuno que el mismo preparó y su suegro sabía cuándo el estaba en la casa no solo por la llave colgada junto a la puerta.

Sino porque al levantarse temprano para ir a trabajar siempre tenía sobre la isla de la cocina su termo ya cargado con su café junto a una medialuna de manteca sobre una servilleta esperándolo y digamos que en el fondo, eso era algo a lo que también se había acostumbrado ya que al no estar este tenía que esperar a llegar a su trabajo para tomarlo, como así también Florencia se había acostumbrado a que ella no cocinaba ni hacía las compras para la cena al llegar del trabajo porque siempre llegaba cuando estos tenían la cena casi lista, hasta el padre de Sebastian había comenzado a ceder un poco más de trabajo a su mano derecha para poder llegar a cenar con su familia, por lo que todos estaban felices, Sebastian y su madre por pasar más tiempo con su marido y padre, Sebastian porque sus padres aceptaron con mucha facilidad a Emanuel por lo que las familias solían reunirse los fines de semana a almorzar o cenar más seguido, pero como todo no dura para siempre ahora Emanuel se encontraba tratando por millonésima vez que Sebastian abriera la puerta de su cuarto como cada vez que se hablaba del tema.

La academia de policía.

Por lo que en la casa de los Domínguez las cosas estaban algo tensas, no solo porque Sebastian estaba cada día más sensible desde que se dió cuenta de que solo faltaban semanas para que el día en el que Emanuel debía meterse en esa maldita escuela para así cumplir su maldito sueño de ser como su padre

¿ quien quiere ser como su suegro?

Su caso era irreal y eso lo ponía de mal humor o sensible la mayor parte del tiempo, pero todo empeoró cuando su padre estaba hablando con un viejo compañero de trabajo el cual lo llamaba para felicitarlo por las excelentes notas que este tenía y para reclamarle por no haberle dicho quien era, pero no podía ir en contra del pedido de su yerno, Emanuel quería llegar hasta donde estaba el por sus propios medios y el lo entendió porque el le hizo el mismo pedido a su abuelo años atrás, a los pocos segundos cortó la llamada al darse cuenta de que había hablado de más cuando su hijo giró la cabeza con cara de asesino serial para mirar en dirección a la cocina después de escucharlo felicitar a su amigo porque la hija también había entrado a la academia.

Max se puso de pie inmediatamente y se dirigió a la cocina donde estaba Emanuel hablando muy animado con su mujer cuando el fue llamado por su mujer y su hijo llamó a su yerno desde el comedor y el supo porque, pero toda aura de alegría desapareció cuando se escuchó el grito de su hijo para luego verlo pasar furioso hacia su cuarto siendo seguido por Emanuel el cual le iba rogando que lo escuché, un golpe en su nuca lo hizo mirar a un costado enojado, pero así como llegó su enojo se fue al ver que la cara de su mujer era peor al darse cuenta sola de lo que ocurría.

Yo no te dije acaso que eso era un secreto?...- presionó los dientes al hablar mientras mientras le apuntaba con el cucharón.

Solo se me escapó...

Esto me lo arreglas porque yo no tendré a mi hijo hecho un mar de lágrimas todo el tiempo que Emanuel esté allí...- presionó más sus dientes al hablar haciéndolo tragar nervioso, dicho esto se fue y Max se puso a pensar cómo lo iba a arreglar aunque sabía que no tenía arreglo, hasta que un recuerdo vino a el.

Mi Futuro EsposoWhere stories live. Discover now