GOSSIP

Capitulo 12: En caso de emergencia... presione B

VISTOS

S y S entrando en  la recepción del Hotel Premiere, acompañados de Arthur Roux-Rigardi como su guardaespaldas, y los flashes del sequito de reporteros que captan cada uno de sus impresionantes pasos, como celebridades de primera categoría.  H discutiendo con B en la puerta de su suite privada. Gritando a los cuatro vientos, los sucios trapos de su querida primita y su adorado mejor amigo. B refugiada en los jardines de su mansión, limpiando sus botas negras de Miu Miu mientras espera al instructor Bonafiunt, para comenzar su lección de equitación de todas las semanas.

He escuchado que si le gritas tres veces a tus insoportables empleados, ellos podrán venir en tu rescate como increíbles versaciones humanas de robotina. Intenta eso, la próxima vez linda Belle. El asqueroso excremento de un pura sangre jamas combinara con la palabra de victoria escrita sobre tu frente. 

Xoxo Gossip Girl: Paris.

"¡Santo Cielo, Balthasar!" Exclamo Arthur Roux-Rigardi, incrustando las suelas de sus mocasines negros, sobre la inmensa alfombra de doscientos hilos egipcios, azul real, que arropaba todo el suelo, en el lujoso Pent-house de la familia Bernard "Abajo es un pandemonio, Balthasar. Tuvimos que ser escoltados por dos amables policías, desde la salida del palacio, hasta la entrada de tu hotel".

El padre de Balthasar;  Basille Bernard, había construido en el último piso de su afamado Hotel, un gigantesco Pent-house para él y toda su familia. Con la mayor intención de crear un perímetro perfecto, que lo llevara a alejarse de la atención no deseada y de los sangrientos asociados lo más que el pudiera.

Así que Basille, había logrado incluir el concepto de una clásica mansión francesa, en 5500 metros cuadrados. Agregando, como su toque especial: gigantes salones de Baile inspirados en Versalles, un comedor para sesenta personas al estilo de la mesa redonda (interminable), baños de mármol con decoraciones de oro blanco, seis habitaciones principales, sauna, spa, gimnasio,  terraza con temperatura ajustable y vista hacia toda la ciudad entera (Incluido el rio Sena) y un elevador privado de alta tecnología, diseñado especialmente para la vista sin escrúpulos de Basille y toda su familia.

En donde el pequeño Ball (Como su padre acostumbraba decirle en ese entonces) había pasado toda su infancia y su adolescencia. Con las cuentas de acreedores como sus deberes escolares y el olor de servicio a la habitación, como lo más cercano a una comida casera.

Balthasar se había convertido en la mano derecha de su padre, desde el momento en que el hombre había visto por primera vez la luz del día (o el pezón enrojecido de su madre nodriza). Y por esa razón, no había sido sorpresa para nadie en la compañía, cuando tras la muy trágica e inesperada muerte de Basille; el chico soñador decidió tomar las riendas de la empresa  y ocupar el inmenso puesto vacío que su padre había dejado en el corazón de sus empleados. El pequeño Ball (Que aún se reflejaba bajo las pupilas sin vida de su padre) se había prometido hacer valer todo el esfuerzo de décadas y las muchas noches en vela que habían logrado agotar finalmente el indefenso cuerpo de su progenitor.

Y como buen hijo de tigre, el chico logro su cometido. En muy poco tiempo, Balthasar se convirtió en el presidente ejecutivo más joven en la historia de su país y llevo el apellido Bernard como una bandera de orgullo, que dejaba impresa sobre los diarios más importantes de todo el mundo. Logrando convertir el legado de su padre, en un gran sinónimo para la arquitectura francesa.

La relación que Balthasar había mantenido con su padre, estaba muy lejos de compararse con la que el hombre mantenía con su único hijo. A menudo, Balthasar se preguntaba si él tendría gran parte de la culpa, por todas las decisiones imprudentes que su hijo habia tomado a lo largo de su vida. El pequeño niño que él había jurado amar y proteger de un mundo tan frágil, se había convertido en su dolor de cabeza matutino. Y  ni el Advil más fuerte, podría ser capaz de curarlo.