Capitulo 7: El efecto Targaryen

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El grueso telón color escarlata del Moulin Rouge se abría con amplitud y los aplausos, el sonido de las copas golpeándose al brindar y el olor impregnan te del humeante cigarrillo. Iban inundando cada uno de los pequeños rincones de la noche invernal en la que Henry Bass se encontraba.

"Que placer tenerlo por aquí esta noche, Señor Bass" Dijo una chica, parada a un lado de la puerta principal del famoso lugar. Con sus ojos vidriosos y cansados pero que se disfrazaban de la mejor manera posible, completamente repletos de purpurina y pestañas postizas. "Pase por aquí Señor Bass, esta noche tenemos a nuestra máxima estrella acompañándonos". La chica de piel morena, sangrientos labios rojos y voluminoso cabello color azabache, tomaba el brazo de Henry y lo llevaba hasta los puestos de la primera fila justo en frente del iluminado escenario. "¿Desea algo señor? "Pregunto ella, mientras Bass tomaba asiento en uno de los puestos y acomodando su sombrero estilo Fedora, Respondía: "Un Gin-Tonic, por favor" La chica sonreía, y le hacía un par de señas a la pelirroja voluptuosa que estaba en el Bar del lugar. Quien desde hace unos minutos estaba intentando de impresionar a sus clientes, haciendo unas ridículas marionetas con las tres copas de Champagne que sostenía en sus manos. "¡El clásico para el Señor Bass, Claudia!" La pelirroja en seguida desvió su mirada de las tres copas y dirigiéndola hacia su amiga, asintió brevemente su cabeza para luego disponerse a regresar a su trabajo. Claro, sin  dejar a un lado a los dos marinos de la guardia de la noche que  coqueteaban con ella de manera evidente. "Tiene que ver a la nueva chica que hemos contratado Señor Bass! ¡Su número es realmente impresionante!" Bass miraba de reojo a la chica mientras trataba de encender el oscuro puro que sostenía con sus labios.

"¡Damas y caballeros! ¡Niños y niñas de la ciudad de Paris!" Un sujeto calvo y gordo, había procedido a tomar el micrófono del lugar y con su mano derecha (Sostenía en la otra un gran vaso de cerveza dorada) se disponía a animar el evento de la noche. "¡Bueno, por supuesto que no hay niños por aquí esta noche!  No se dejen engañar por las enanitas que están sentadas en el regazo del Señor Debussy" El señor obeso guiño con picardía su ojo hacia la audiencia y un mar de carcajadas y sonrisas se iban esparciendo  por cada uno de los puestos. "Ahora, sin más preámbulos ¡Es honor para el Moulin Rouge! ¡Presentar a nuestro acto más esperado de la noche! ¡La señorita, Dalila Noel Bass!" Henry sacaba inmediatamente el tabaco de su boca y casi atragándose con el humo que todavía estaba en su garganta, abría de par en par sus vibrantes ojos marrones, para  decir: ¿¡Lyla!?

En un cerrar y abrir de ojos todos los reflectores del escenario se habían puesto sobre la hermosa chica rubia y de ojos azul cielo que hacia su entrada.

 Saliendo sensualmente de  una gigante jaula de hierro,  Lyla se dirigía lentamente en busca del dorado micrófono que estaba en aquel escenario. Ella, le daba una mirada a su público de sirena hipnotizadora.  El tabaco de Bass se iba consumiendo por si solo y las melodías de una vieja guitarra pronto comenzaban a dejarse notar para que la tierna musa encendiera sus cuerdas vocales y dejara a toda su audiencia  totalmente enmudecidos con su elegante presencia:  

Tú mantienes tu mano sobre mi cintura...

Es una escena y estamos aquí, a plena vista de todos...

Puedo escucharlos susurrar mientras vamos pasando

Es una mala señal, es una mala señal....

Dalila Noel, era una mezcla de Dita Von Tesse y Marilyn Monroe mientras cantaba a todo pulmón la letra de I Know Places en aquel escenario. En su cuerpo, llevaba un resplandeciente bustier repleto de plumas y lentejuelas. Medias negras de red, cubrían todo el contorno de sus piernas blancas y unos gigantescos stilettos de quince centímetros le ayudaban a darle un toque moderno y vanguardista a aquella escena clásica de los años veinte.

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