Capitulo 6: Él tenía una Hermana

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"Un momento. El, ¿¡Tiene una hermana!? ¿¡Y nadie sabía de su existencia!?"

Cyrell Bernard, les decía a sus cuatro amigos, en el bastante apretado ascensor del hotel Le Bristol;Mientras este los trasladaba lentamente hacia la recepción. Isabelle Fournival, retiro de mala gana su mirada sobre el reflejo de ambos en el gigante espejo del mismo; y la dirigio hacia el rostro bastante sorprendido de su amigo.

"¡Por supuesto que no, genio! Esa fue la razón por la que hizo que todos abandonáramos su suite" Respondió Belle, quitando al instante su mirada de la de Cy, rodando sus ojos. "Solo preguntaba Fournival.... ¿Qué pasa? ¿Acaso no creías que Bass te fuera a tratar de la misma manera que lo hizo todos nosotros? Lo siento mucho linda Belle, supongo que el hechizo de la hada madrina, caduco mucho antes de las doce" Cyrell se acercaba hacia el cuello de Isabelle y susurrándole al oído le decía: "Tic Tac, Tic Tac". Belle sintió como la voz rasposa de Cy recorría todo su cuerpo y lentamente se transformaba en un helado escalofrío que parecía hacer vibrar todas sus entrañas. 

"¡Déjala Cy! Creo que ya todos estamos lo bastante confundidos por un día" Sebastien  Fontenuir, puso una de sus manos sobre el hombro de cachemira  de su amigo. Y el chico rapidamente habia girado bruscamente su hombro para deshacerse de la intencion no solicitada. "¡Tranquilo Seb! No creo que un poco de diversión nos pueda sentar mal en estos momentos" Cy plasmo su tipica sonrisa de chico malo en su rostro y Sebastien giro su mirada hacia el rostro de su chica. llenando sus hermosos ojos verdes de un liquido llamado Resignación. "Seb tiene razón Cy, creo que debemos dejar los  problemas de Bass a un lado, y concentrarnos en los nuestros, por un segundo" Stass llevo sus ojos azul-verdosos hacia el rostro de Cyrell, mientras este se anotaba en el papel protagonico de Belle Fournival y rodaba sus ojos de la misma manera en que la chica acostumbraba a hacerlo. "¿Podemos hablar por un segundo, en la retorcida mente de la chica detrás del computador? Digo, ¿Escogernos a todos nosotros solo porque nos parecemos físicamente al grupito de chicos en Nueva York? ¿Qué somos nosotros? ¿Sus títeres, sus juguetes, las copias de reemplazo, acaso?".

Anastasia, sentía como si de repente ella estuviera protagonizando alguna aterradora película de terror de los años cincuenta. Donde ella y su grupo de amigos; estarían de alguna manera destinados a morir a manos del gran asesino en serie del pueblo. Quien, en este caso, por supuesto que se trataria de la famosa "chica detras del computador" de la que todos hablaban. 

"No, no creo que seamos las copias de ellos. Creo que somos la nueva generación "Agrego Belle, retocando el color de su brillo labial sobre el espejo, para tratar de quitarle importancia a todo lo que había salido de los labios color rosa de Anastasia "¡Si, seguro! Y luego vienen naves especiales, y Aliens a buscarnos y nos convertimos en la nueva película de Star Trek" Cy trataba de sacarle algo de humor a la conversación y enfriar cualquier intento de que Belle pudiera sobresalir en ella "Muy gracioso Cy, pero creo que debemos..."

El ascensor se había detenido. Una chica de cabello rubio pálido, grandes ojos azules, blanca y pequeña como una muñequita de porcelana; había entrado  en él, como un cohete que busca desesperadamente a su objetivo letal.  Empujaba con sus manos, un carrito para comida con al menos cinco relucientes bandejas plateadas que estaban perfectamente alineadas en sus diferentes compartimientos. Logrando que tanto el aroma como la explosión de sabores en cada una de ellas, inundaran el pequeño ascensor y lograran que las papilas gustativas de al menos dos de los cuatro amigos,  comenzaran rápidamente a llenarse de agua.

"¿Lo siento, ustedes van al piso?" Pregunto la chica, poniendo sus gigantes ojos azules sobre el rostro de Sebastien y Cyrell. "Vamos hacia la recepción del hotel" Respondió Seb. "Ya nos estamos retirando" Agrego Cy, con una mirada seductora. Analizando a la chica, como un hambriento león lo hace con su presa. "¿Y tú? ¿Hacia dónde te diriges?" Anastasia subió su mirada hacia arriba sacando una pequeña sonrisa de su rostro. Preguntándose  si  alguna vez, "el por siempre chico malo" aprendería a tener límites. "Voy al piso doce, a entregar un servicio a la habitación..." las palabras servicio-a-la-habitación; pusieron a volar  la mente de Cyrell. "Ya sabes, creo que es demasiado evidente que trabajo aquí" La chica señalo con uno de sus dedos,  la escarapela dorada que estaba incrustada en su camiseta con los mismos colores que hacían la decoración de aquel hotel. "O claro, tu, tu trabajas aquí. Si, por supuesto que es evidente". Cyrell se mentía a sí mismo y Sebastien aprovechaba en el momento para susurrar en el oído de su amigo: "¡Imbécil!" Cy hizo caso omiso a la exclamación de Seb y continuo coqueteando con la chica.

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