Trabajo

720 138 4
                                    

Ojeaste al pelirrojo con el ceño ligeramente fruncido, no esperabas tener compañía tan pronto, entonces una maravillosa idea se cruzó en tus pensamientos, sonriendo de manera exagerada, no ibas a desaprovechar esta oportunidad.

─Oye Kid, toma esto, nos vamos a trabajar.

Le tiraste tu caja de herramientas sin dejar si quiera que pudiera gritarte, claro que lo hizo mientras te cambiabas de ropa en el baño, a pesar de sus quejas y berrinches aceptó porque no tenía nada más que hacer, tampoco sería capaz de volver a dormir, y, aunque quisiera, Luffy ya había ocupado la totalidad de la cama. Le obligaste a cargar con todas las cosas pesadas, pero sorprendentemente no se quejó, seguramente porque tampoco fue la gran cosa para alguien tan fuerte como él.

─¿En qué se supone que estamos trabajando?

Gruñó, tirando los tablones de madera donde le habías indicado, sin hablar señalaste el gran agujero que él mismo hizo el primer día que estuvo aquí, fue el bar donde causó problemas. Kid rodó los ojos comenzando el trabajo sin esperar ordenes que no iba a recibir, no es como si no supiera hacer algo tan simple, te encogiste de hombros empezando a ayudarlo.

Fue bastante agradable, se creó un silencio cómodo donde solo se escuchaba el sonido de los martillos contra los tablones, a pesar de que Eustass tenía una personalidad explosiva, podía llegar a estar tranquilo cuando se concentraba en algo, era raro verlo así de sereno e incluso se te hizo extraño no verlo gritar por cada cosa, te hizo reír.

─¿De qué te ríes tu sola? Eso es rarito.

─Solo es que estás muy tranquilo.

Te miró en silencio por unos segundos con el ceño fruncido, dándote con su dedo índice en la nariz, te quejaste tocando la parte afectada.

─Ow ¿a qué vino eso idiota?

Inflaste las mejillas con un puchero, volviendo al trabajo, tiempo después, pronto el la mañana al dueño casi le da un infarto al veros arreglando la parte delantera del bar, te reíste entre dientes al ver su expresión y te agradeció cuando se puso a limpiar las mesas. Terminasteis con los arreglos poco después, antes de la hora de la comida, de hecho bastante antes, pero no gastasteis más tiempo allí, decidiendo volver a tu casa de nuevo.

─¿Por qué?

─¿Por qué, qué? ─miraste con duda al chico que había roto el silencio de la nada, sin darte cuenta tu mejilla se estrelló contra el tronco de un árbol haciendo reír al contrario─ Pero- puta madre ¿de donde ha salido este árbol?

─Idiota.

─Cállate pelo de menstruación.

Murmuraste cruzándote de brazos, te tapaste la boca ahogando una risa al ver la expresión enojada de Kid, si no morías por tus experimentos fallidos este tipo se encargaría de darte un descanso eterno.

─¿Cómo me has llamado?

El hecho de que no explotase de inmediato seguido de el tono calmado que usó para hablar hizo que un montón de alarmas rojas comenzaran a resonar por tu mente, sí, era hora de correr. La persecución no duró mucho, Kid te atrapó cuando tropezaste con una rama, su cuerpo se posicionó encima del tuyo, con una mano apoyada en el suelo y con la otra sujetando tus muñecas, a pesar de su claro enfado eso no evitó que aún te rieras como si fueras una niña jugando al pilla pilla.

─Oh gran poderosísimo Eustass Kid perdónele la vida a una pobre chica indefensa. 

Continuaste soltando este tipo de frases entre risitas, sin notar la situación en la que estabas, Kid de verdad quería golpearte a este punto, se tranquilizó internamente, siendo el único consciente en vuestra posición, una sonrisa juguetona se deslizó por su rostro, pero inmediatamente cambió al ver que no te inmutabas, seguías riéndote tontamente, ya ajena a todo.

Diablos.

Su corazón golpeó su pecho tan fuerte que pensó que pudo haber salido de su caja torácica, sus mejillas se calentaron sin explicación, tosió para llamar tu atención también para deshacerse de esa extraña sensación.

─Deja de reírte como una tonta y vámonos.

─¿Ya no estás enfadado? ─soltaste una última risa al escucharlo refunfuñar, limpiaste tus pantalones queriendo retomar el tema anterior─ Entonces... ¿Por qué, qué?

Tu cuerpo chocó contra su costado debido a que paró de caminar, parpadeaste un par de veces, mirando en silencio como su capa negra se balanceaba ligeramente por el viento.

─¿Por qué eres tan amable con nosotros? ¿Por qué nos estas ayudando? ¿Sabes si quiera lo peligrosos que somos? Podría matarte ahora mismo si quisiera.

Fue la primera vez que lo escuchabas hablar de manera tan calmada, no había rastro de burla en su tono. Tapaste tu boca con ambas manos, duraste unos cuantos segundos en completo silencio hasta que rompiste en carcajadas.

─WUAHAHABAHAHA ¿esa era tu pregunta? 

─¡¿Qué es tan malditamente gracioso?!

Pareció que toda la calma anterior estalló en una tormenta de ira, agarró el cuello de tu camisa levantándote para que vuestra línea de visión estuviera al mismo nivel, su respiración se agitó a la espera de una respuesta mientras que te tomaste tu tiempo para mirar mejor su rostro de cerca.

─Ya te lo dije, no es algo que necesites saber, solo acepta mi ayuda, no me importa qué tan peligrosos podáis o no ser, y antes de matarme tendrás que luchar contra mi.

Sonreíste, palmeando su cabeza por puro impulso, su agarre en tu camisa se aflojó hasta dejarte suavemente en el suelo, ahora su ceño fruncido fue cambiado por una expresión burlona.

─Luchar contra mi ¿eh? me gustaría ver cómo tratas de hacer eso.

─Oye, solo lo haré si es estrictamente necesario. Ahora vamos, hemos perdido mucho tiempo y seguro que Luffy tiene hambre.

𝗚𝗲𝗮𝗿𝘀 & 𝗕𝗼𝗹𝘁𝘀┃One Piece [HIATUS]Where stories live. Discover now