Chispas de electricidad

334 83 13
                                    

─¿Sabes que roncas como una motosierra?

─¿Qué? creo que no te escuché bien.

Te frotaste el ojo bostezando, alcanzando el rociador que descansaba al lado del sofá donde dormías, sonreíste al ver a Enel palidecer ante tu amenaza, se había vuelto mucho más manso después de que tuviste que rociarlo unas cuantas veces porque continuaba haciéndote algunas amenazas al azar de vez en cuando, aunque solo fueran para molestarte.

Te levantaste aún medio dormida, yendo al baño para hacer tu rutina diaria, pensaste que ya era hora de darle la patada al 'Dios', quitarle esos estúpidos pendientes de prisma marino y decirle que se largue de tu casa, porque por mucho que agradecías la compañía de alguien ─la suya solo a ratos─ querías continuar con uno de tus maravillosos proyectos y el más grande hasta día de hoy.

Saliste del baño tarareando, frenando en seco al ver al hombre intentando usar tus sartenes, cerraste los ojos tratando de aguantar la risa al ver como Enel se puso un delantal rosa mientras hacía malabares con la comida, o lo que sea que fuera lo que estaba poniendo en la sartén...

─¡ESO NO ES ACEITE, ES BARNIZ!

Lo que menos querías tener que hacer ahora mismo es tratar con vómitos o limpiezas de estómagos, le apartaste de los fogones viendo como estaba tratando de hacer carne en una especie de salsa, no sabías si se podía considerar eso, pero era un intento.

─Estaba haciendo un buen trabajo, no me interrumpas humana.

─Sí, buen trabajo para matar a toda una población entera por intoxicación, ¿por qué no me has pedido ayuda? te puedo enseñar a cocinar cosas simples.

Te golpeaste mentalmente, negando inmediatamente, este tipo pidiendo ayuda seria como pedirle a Luffy que no comiera durante un día entero, imposible, aunque quisiera aprender, tenía demasiado orgullo como para preguntártelo, pero observó en silencio y atentamente cómo lo hacías, notando su potente mirada decidiste que podía hacer algunas cosas; cortar las verduras, condimentar la carne, alcanzarte los demás ingredientes...

Fue una experiencia extrañamente tranquilizadora, no hablasteis más allá de tus murmullos sobre cómo debía hacer las cosas o qué ingrediente pasarte, fue mucho más tranquilo y simplemente dejó que le ordenases, más concentrado en quedarse con los pasos, ingredientes y métodos de cocina. Como si ambos hubierais quedado en un acuerdo silencioso de nada de 'guerra' durante este tiempo.

─Y sólo queda emplatar...

Te giraste sin notar como Enel estaba más cerca de lo que recordabas, chocando directamente contra su brazo, te atrapó con el otro, sujetándote por la cintura mientras tenía una sonrisa de come mierda por haberte sobresaltado, rompiendo el agradable momento.

─Cayendo ante mis brazos por fin ¿eh?

Suspiraste, ni siquiera tenías ganas de amenazarlo a estas alturas, hoy estabas demasiado cansada como para iniciar peleas, lo miraste con una pequeña sonrisa igual estúpida que la suya, solo que la tuya era sarcástica al igual que tus palabras.

─Oh, sí, he caído ante tu divinidad gran Enel, que terrible para mi.

Abrazaste su figura dejando escapar un suspiro exagerado y dramatizando la escena como si realmente sintieras lo que estabas diciendo, sin siquiera notar como el rostro del rubio se contorsionó por completo, no esperando esa reacción por tu parte y sin saberlo echó de menos tener tu figura bajo sus brazos rodeándote. Lo dejó pasar por el momento, tenía otros planes después de todo.

Esa misma tarde, después de que regresaras de la cueva donde guardabas tu avión, al entrar a casa decidiste que ya era hora, te acercaste a su figura que descansaba sobre tu sofá, leyendo un libro cualquiera completamente desinteresado, se animó al verte de una vez por todas.

─Tengo buenas noticias para ti gran Dios. ─realzaste su figura con diversión en tus palabras, solo para que su interés y buen humor aumentase─ Puedo devolverte tus pode-

Ni tiempo de terminar tuviste cuando ya tenías al hombre agarrando tus manos y entrelazándolas con las suyas, mirándote de manera desesperada por poder volver a impartir su justicia.

─Haz que vuelvan- tú- ─replanteó su oración, notando tu mirada de advertencia por si iba a soltar algo irrespetuoso hacia tu persona, no le convendría ahora que está a un paso de dejar de estar debilitado─ ¿por favor?

─Claro, pero necesito mis manos.

Soltó lentamente tus manos, dejando que maniobrases con facilidad ya que sus orejas largas facilitaron el trabajo de quitarle los pendientes, sonreíste cuando viste su mirada incrédula como si se sintiera estúpido porque sus problemas fueran por algo tan insignificante.

─Eso es todo de mi parte, eres libre de marcharte, y puedes hacer lo que quieras con estos.

Le tendiste los pendientes con una sonrisa burlona, sonrisa que fue inmediatamente borrada cuando sus manos se volvieron a conectar con las tuyas, solo que esta vez una pequeña descarga de electricidad recorrió todo tu cuerpo haciéndote chillar.

─Mmmh, parece que todo vuelve a la normalidad ahora, no necesito esas estúpidas joyas, destrúyelas.

Te recuperaste del susto en cuanto su cuerpo se movió más cerca del tuyo, como si quisiera imponer con su figura sobre ti, frunciste el ceño mirando sus bonitos ojos celeste.

─¿La chispa de electricidad era necesaria?

─Solo estaba corroborando algunas cosas... ─te estremeciste al ver como su rostro se acercaba más al tuyo, pero no retrocediste, solo profundizaste más tu ceño─ ahora, una última cosa.

─Qu-

Tus palabras se quedaron atrapadas entre sus labios cuando se movió rápidamente para capturarlos entre los tuyos, su mano descansando en tu nuca para profundizar levemente la experiencia, tan sorprendida de sus acciones ni siquiera correspondiste, pero no le importó en absoluto, su sonrisa de autosuficiencia al verte así fue suficiente.

─Creo que ambos tenemos cosas en las que queremos centrarnos, pero eso no significa que no volverás a encontrarte con un Dios como yo, eres una humana muy interesante.

Y, sin decir nada más, sin volver a mirarte a los ojos o sacarte del trance en el que él mismo te había dejado, se fue de la misma manera en la que vino, de una manera tan espontanea y fugaz que apenas tuviste tiempo de darte cuenta de que ya no estaba allí. No más dioses ególatras por fin.

𝗚𝗲𝗮𝗿𝘀 & 𝗕𝗼𝗹𝘁𝘀┃One Piece [HIATUS]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang