𝗚𝗲𝗮𝗿𝘀 & 𝗕𝗼𝗹𝘁𝘀┃One Piece [HIATUS]

No es una despedida

Pasaron al rededor de veinte minutos en caos absoluto mientras te acomodaste en tu nueva habitación, rompiéndote la espalda por tu bonita cama, comparable a dormir en el suelo. Te dedicaste a intentar ignorar los gritos y la alarma mientras mirabas al techo pensando en nuevos planos e inventos hasta que tu línea de pensamientos se cortó por un sonido demasiado cercano.

Un pequeño tintineo seguido de un chirrido de metal arrastrándose por el suelo, te sentaste para mirar al frente para encontrarte con Bonney sonriéndote de manera descarada, girando las llaves de tu celda entre sus dedos mientras señalaba hacia fuera, esperando que salieses del pequeño espacio.

─No soy tan cruel para dejar atrás a alguien que me ha ayudado sin pedir nada a cambio, además ya no te molestaré más, he liberado a mi tripulación, si quieres salir sin ser descubierta ahora es tu momento pero no tenemos mucho tiempo.

Parpadeaste observando su figura, bueno, no esperabas esto, sinceramente pensabas que iba a dejarte aquí una vez completase su propósito, te hizo sonreír inconscientemente, aunque ella también se sorprendió cuando te acercaste y palmeaste su hombro negando lentamente con la cabeza.

─Gracias Bonney, pero creo que voy a cumplir mi condena, no quiero problemas con los marines y necesito hacer algo de papeleo con ellos.

─¿Lo dices en serio?

Su ceño se frunció, agarrando tu muñeca, sentiste un pequeño tirón pero no te movió mucho más que un par de pasos, miraste su espalda mientras se escuchaban gritos cada vez más cerca, te miró por encima del hombro aún con un leve ceño fruncido.

─¿Estás... segura? No siempre tratan bien a las personas aquí, aunque no te metas en problemas, la mayor parte de ellos son idiotas.

─He tenido que lidiar con idiotas toda mi vida, no creo que me sorprendan aquí.

Suspiró de manera sonora, soltando lentamente tu muñeca, retrocediste de vuelta a tu celda sin embargo una mano agarró tu barbilla firmemente, levantando tu rostro para quedar a la par con el suyo, inmediatamente te pusiste nerviosa por la cercanía, pero simplemente sonreíste de manera nerviosa.

─¿Es esto una despedida?

─Supongo, aunque podríamos encontrarnos de nuevo, te haré descuento de amigo en mi tienda ambulante.

Sus labios se curvaron en una sonrisa, tratando de aguantar una ligera risa, su pulgar acarició tu pómulo derecho lentamente al igual que parecía acercase cada vez más a ti, sin embargo el momento fue roto por unas voces cercanas.

─¡Por aquí comandante!

─¡Comprueben las celdas del final y hagan un informe de todos los presos!

─¡Aquí, están intentando escapar!

Centraste la vista detrás de Bonney al igual que ella miró hacia atrás, aunque no podíais ver a los cadetes, sabíais que estaban a la vuelta de la esquina, necesitabas volver a tu celda y Bonney largarse antes de que la atrapen, volvisteis a miraros por un segundo antes de que ella hiciera el último movimiento.

─Me gustaría despedirme de manera apropiada, pero me conformaré por ahora cariño ─sus labios besaron la comisura de los tuyos rápidamente, te empujó levemente hacia tu celda, dándote una sonrisa─ No te preocupes por tu... eh, cosa voladora, está más o menos bien, la escondí en el norte de la isla, en una cueva, ¡espero volver a verte, compañera!

Como si todo lo que querías decir se muriese en la punta de tu lengua, simplemente callaste observando como desaparecía en el poco caos que quedaba en la base, aunque fue preocupante escuchar que tu bebé estaba "bien más o menos", ni siquiera tuviste tiempo de analizar todo lo que acababa de pasar en los últimos cinco minutos, un montón de hombres armados entraron apuntando a todo lo que se moviese.

Levantaste las manos para que supieran que no intentarías nada, te esposaron y te escoltaron a lo que parecía ser un gran comedor donde había una gran cantidad de presos, algunos con heridas, otros con rasguños y algunos intactos al igual que tú. Hicieron una cuenta para estimar las personas que se escaparon, después de eso simplemente regresaste a tu celda, esperaste que al menos hubieses dado una buena impresión al no escapar ya que la puerta de tu celda estaba abierta cuando llegaron.

Después de ese pequeño accidente no paso nada mucho más relevante durante los tres siguientes días, solo despertarte, trazar pequeños garabatos en la pared con un pedazo de piedra que recogiste el primer día en el patio, hacer algo de ejercicio, hacer las tareas que te mandaban ─que iban desde recoger la basura hasta lavar los platos sucios─ volver a la celda y dormir.

Sin embargo el cuarto día te despertaron antes de la hora establecida, todos estabais confundidos del por qué, pero simplemente no podíais cuestionar nada, os mandaron estar presentables y limpiar todo el cuartel de arriba a abajo, por suerte no te tocaron los baños, aunque limpiar las celdas del sector C era algo similar.

─Sí, según los comandantes, vendrá personalmente...

─¿Un Señor de la guerra? ¿por qué querría venir aquí? Ni si quiera tenemos a tipos con grandes recompensas aquí.

─No lo sé, al parecer estaba buscando a alguien.

─Tal vez quiera ratas de laboratorio para usar con todo eso de- ¿Qué crees que estás haciendo? ¿Acaso alguien te dijo que te tomaras un descanso?

─Lo siento, espero que ninguno de vosotros experimente lo que es la escoliosis, volveré a lo mío.

Te disculpaste exagerando tu pequeño dolor de espalda, no estabas descansando, solo escuchando la conversación de dos de los guardias que os vigilaban a ti y al otro tipo que habían mandado para limpiar contigo, así que os tenían así por que al parecer un tipo importante iba a venir, ¿un señor de la guerra? Él único al que conoces es Mihawks, pero de lo poco que sabes es que no le gustaría venir a un lugar como este aún que tuviera que buscar a alguien, al menos no si ese alguien fuera Shanks.

─¿Sabes de quién estaban hablando?

Dejaste tus pensamientos a un lado al ver como tu compañero se acercó, murmurando mientras pasaba la escoba a tu lado, te encogiste de hombros contestando en un susurro, el tipo pareció absorto en su mente durante unos segundos antes de mirarte.

─Es mejor que no llames su atención, ese hombre no son buenas noticias.

─¿Por qué diablos me advertirías? Ni siquiera nos hemos visto más allá de los servicios comunitarios.

─Hay que hacer una buena acción al año, y no me gustaría compartirte...

Te alejaste rápidamente, barriendo más lejos de él cuando dijo eso y comenzó a reírse como si hubiera contado el chiste más gracioso de la existencia humana, tus cejas se arrugaron con total disgusto y por una vez te alegraste de que los guardias utilizaran su figura de poder para golpearlo con la culata de sus pistolas para callarlo.

─Asqueroso...

Murmuraste para ti misma, volviendo a concentrarte en tu trabajo sin querer volver a mirar a aquel tipo ni escucharlo, no es que destacaras mucho así que pensaste que estarías bien, ¿qué probabilidad había de que aquel señor de la guerra te buscara? ni siquiera sabías quien era, las probabilidades de que si quiera supiera quien eras tú eran mínimas.