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—No puedo creer lo acaba de pasar, fue tan vergonzoso— Hablo Byeol, una chica alta y de hermoso cabello negro largo, pero con una actitud condescendiente y de mal carácter.
—Es sorprendente que ningún maestro haya estado o Jay estaría en problemas— Está vez hablo Jia, un poco más bajita y de cabello castaño, pero lo que más resaltaba de ella era su hermosa sonrisa, una hermoso encantó que podía conseguir cualquier cosa que deseará.
—Y todo por culpa de ese don nadie, por cierto ¿Cuál es su nombre?— Pregunto Hyejin mientras caminaban camino a los casilleros.
—Tu cara es realmente aterradora en este momento, no quisiera decírtelo, pobre chico— respondió Jia seguida por la risa de Byeol.
—Me lo tomo muy personal cuando se trata de mis amigos— Abrió su casillero y saco un libro y cuaderno para su próxima clase.
—Si amigos lo que digas, es Heeseung, está en la clase A, es todo un cerebrito— La rubia se detuvo en seco y miro a su amiga con sorpresa.
No puede ser, debe ser una coincidencia, pensó tratando de convencerse.
—¿Cómo dijiste que se llama?
—Lee Heeseung ¿Por qué? ¿Lo conoces?
—No como crees es un fantasma, jamás había escuchado ese nombre— sonrió para quitarle importancia y cerró su casillero de golpe.
(…)
Heeseung caminaba tranquilo por los pasillos de la escuela, iba camino a la biblioteca a devolver un libro que había pedido prestado hace una semana, pero fue tomado del brazo y arrastrado con fuerza por alguien hasta un salón vacío, cuando pudo ver de quién se trataba, está le tapo la boca.
—No vayas a gritar o te mato— hablo Hyejin mirando hacia la puerta para verificar que no hubo era nadie cerca— Iugh— grito y miro con asco su mano, Heeseung le había lamido la mano, se limpio su mano como si su vida dependierá de eso.
—¿Qué te pasa? ¿Acaso quieres secuestrarme?— El chico intento salir pero la rubia lo tomo rápidamente del brazo.
—Realmente no puedo creer que seas tú, eras un niño moquiento que me seguía a todo lado— inspeccionó bien su rostro, para encontrar señales de aquel rostro familiar.
—Corrección, tú me seguías a mí ¿Se te quemaron muchas neuronas cuando te teñiste de rubia?— empujó su cabeza con su dedo.
—Por lo visto sigues siendo una molestia— bufo y se acomodo el cabello, un hábito— Seré directa, si llegas a abrir la boca a la gente con algo de mí, te vas a arrepentir.
—¿Tienes tanto miedo de que la gente sepa de como eras en tu pasado?
—Esto es lo que soy ahora, mi vida es una maravilla, así que agradecería que siguieras tu vida como completos desconocidos— se cruzó de brazos y no aparto la mirada por un segundo del chico que hacía lo mismo, era una competencia feroz de miradas.
—De acuerdo, no diré nada a nadie si eso es lo que quieres— Heeseung alzó ambas manos en defensa.
—Bien.
—Que ingenua ¿Acaso piensas que me beneficia no decir nada? No obtengo nada a cambio— se rió levemente.
—Tu pequeña rata ¿Qué es lo que quieres para que mantengas tu boca cerrada?
—Realmente no quiero nada, es mucho más divertido ver tu expresión ahora, pero lo pensaré, ahora sí me disculpa alteza, debo irme— hizo una reverencia mientras tenía una sonrisa de lado en su cara, era claro que se burlaba de ella, que por su parte parecía contenerse para no lanzarse encima de él a golpearlo.
