CHAPTER (05) (TOMARSE DE LAS MANOS TIENE UN EFECTO ANALGÉSICO)
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Llegué a mi casa y revise de nuevo el contacto, no pensé encontrarme de nuevo con ella y que ahora de alguna manera estemos relacionados, le envié un mensaje para que me agregara de vuelta. Después de una hora recibí un mensaje.
Para confirmar si le gustas a esa chica y seguir con el plan, existen unas formas para saberlo, hay cuatro señales básicas:
1. Contacto, cuando toques a esa persona, la respuesta física debe darte una señal, si no hay ninguna respuesta ve a la segunda señal.
2. Los ojos, mírala directamente, los ojos no mienten.
3. Si aún no estás seguro, si le gustas a alguien va a interesarse por si sales con alguien o querer saber si alguien está tras de ti.
4. La señal definitiva, cuando te gusta alguien no puedes actuar de forma natural cuando estás con esa persona.
Intenta comprobar si cumple con alguna de esas señales.
Que ridículo, me sorprendía que se lo tomara tan enserio, suspiré hondo y volví a leer el mensaje, no perdía nada.
(...)
-Es extraño que me invites a comer algo ¿Te paso algo bueno?- caminaba con Yeona hacia una cafetería cerca de la escuela.
-No, solo quería salir un poco ¿No puedo?
-No me importa mientras tú pagues- me sonrió y siguió caminando, me sonroje un poco así que trate de lucir calmado, aunque estaba echo un mar de nervios.
Contacto, cuando toques a esa persona, la respuesta física te dará una señal.
-Claro- inhale aire y me debatía en si acercarme, poco a poco acerque mi mano a su muñeca y la agarre delicadamente.
Nada no hubo reacción.
-¿Qué pasa? ¿Te sientes bien?
-Si- solté una risita nerviosa y la solté- solo tengo hambre y quería apurarme.
-Ya vamos, no seas exagerado- entramos a la cafetería y ordenamos unas malteadas.
Vamos con la siguiente.
-Yeona- llame su atención y ella me miró a los ojos, parecía no estar afectada en lo absoluto, estás tontas cosas no estaban funcionando.
-¿Qué?- me miró con el ceño fruncido- no puede ser tengo algo raro en la cara ¿Verdad?
-No no no- insistió y se miró en el reflejo del celular.
-Estas más raro de costumbre, anda termina tu malteada, el hambre te está haciendo delirar- asentí y le di una probada- Está buena.
¿Cómo soy tan tonto para creerle a esa boba? Claramente no tenía ningún sentido, era patético y yo lo era más por intentarlo.
(...)
-Eres una tonta- al otro lado de la línea solo se escuchaba su risa ruidosa.
-No puedo creer que seas tan perdedor, la gente dice que eres un as pero no parece, tu estrategia es desastrosa.
-No es mi culpa, tú fuiste quien me sugirió esa tontería, me expuse a la vergüenza por tu culpa- caminaba de lado a lado en mi habitación.
-Ya ya, aún no hemos probado las demás, además fuiste muy raro.
-No puedo, siento que se me revuelve el estómago cuando estoy cerca de ella.
-Ugh, me das repelus, haremos esto, el sábado saldremos, te enseñaré lo que debes hacer en una cita, te garantizo que será un éxito.
-No quiero, tus intenciones suenas perversas.
-No seas tonto, nos veremos en la estación que está cerca de la escuela, por favor usa algo decente y no se te ocurra llegar tarde- seguido esto colgó, tenía esa costumbre de tener la última palabra, bufé y me tumbe en la cama.
