Un accidente a plena luz del día- Bairi Shi Gu [Editando]

Capítulo 51.

"No me importa".

Después de decir eso, Yi Zhe se giró y salió de la cocina. Xu Tangcheng escuchó la puerta cerrar de golpe. Nunca pensó que esta persona realmente se iría así.

Después de estar juntos durante tanto tiempo, esta era la primera vez que peleaban.

Podía sentir que Yi Zhe ya estaba reprimiendo sus propias emociones tanto como podía. También sabía que estaba realmente enojado. Cuando aceptó la condición de intercambio de Yu An, ya había pensado en cómo reaccionaría Yi Zhe. Sintió que entendía más que nadie qué tipo de existencia era Xu Tangcheng en el corazón de Yi Zhe. Pero no sabía cómo podía hacerle entender a Yi Zhe que el requisito previo para un futuro con los dos era que debían existir los dos.

La cocina estaba insoportablemente silenciosa. Xu Tangcheng no podía soportar estar allí solo. Abrió la ventana, con ganas de fumar, pero no pudo encontrar un cigarrillo después de palpar todo su cuerpo. El viento que entraba por la ventana también era cálido, haciendo crujir las bolsas de plástico en el alféizar de la ventana, aumentando su frustración.

Xu Tangcheng miró por la ventana durante un rato. Finalmente, levantó las manos y apretó los ojos. Cerró la ventana, pensando que al menos debería cocinar.

Llevó los tomates al fregadero. No controló su fuerza y ​​cuando se abrió el grifo, el flujo de agua fue intenso. El ruido ahogó todo y cuando Xu Tangcheng ajustó el flujo para hacerlo más ligero, ya se oían pasos acercándose.

Regresó bastante rápido.

Xu Tangcheng mantuvo la cabeza gacha, sin mirar hacia arriba. Mantuvo el oído atento a cualquier sonido en el apartamento y luego de repente vislumbró su muñeca que estaba roja por haber sido agarrada antes.

La puerta de la cocina se abrió. Xu Tangcheng volvió a sus sentidos y rápidamente movió esa mano con las marcas de agarre a un lado de su cuerpo, cambiando a su otra mano para sostener los tomates.

La persona que acababa de marcharse enfurecida se acercó sin hacer ruido. Se quedó allí durante unos segundos, luego de repente extendió la mano y tomó los tomates de su mano.

No fue como si lo que sucedió hace un momento no enfureciera a Xu Tangcheng. Su mano se movió, evadiendo a Yi Zhe, y continuó ignorándolo. Yi Zhe también continuó manteniendo su silencio, pero esta vez, tomó la mano de Xu Tangcheng y se llevó a la fuerza los tomates rojos brillantes.

Xu Tangcheng finalmente le lanzó una mirada.

Los labios de Yi Zhe se movieron. Dijo, "Está fría".

Cómo diablos está el agua en mayo fría.

Gruñó esta línea en su corazón, pero parte de la frustración de Xu Tangcheng se había eliminado por el momento. Se apoyó contra el costado, mirando a la otra persona inclinarse por la cintura y lavar los tomates. Con los dos en esta posición, Xu Tangcheng podría mirar directamente a Yi Zhe. Solo la vista de sus pestañas moviéndose fue suficiente para que Xu Tangcheng imaginara la forma en que Yi Zhe se veía cuando esos ojos estaban fijos en él.

Lógicamente, el entorno en el que Yi Zhe creció no debería haberlo forjado con una personalidad tan simple, pero sus ojos siempre fueron honestos. Al enfrentarse a Xu Tangcheng, se llenaron de agrado; cuando se enfrentaron a Yu An, se llenaron de disgusto. Tan simple como un niño pero en comparación con los niños, carecía de esa incertidumbre que se podía cambiar.