La familia Min pasó directo al comedor, siendo guiados por el padre de hoseok, ya que el omega y su mamá fueron a la cocina para empezar a servir el banquete.

10 minutos después traían en sus manos ollas y canastas cubiertas para conservar la comida.

La mesa estaba cubierta por un gran mantel blanco de algodón que fue invadido por los cubiertos, el vino (carlón), el pan recién hecho y el plato principal de tres partes: asado, salteado de papas y tazas de caldo.

Ambos omegas hicieron una reverencia y se sentaron con los demás para empezar la plática.

Todos empezaron a comer.

–hoseok querido, ¿puedes contarles a los Min por qué eres el indicado para su hijo?

—Claro que sí mamá.
si me permite señora de Min, no sé que busque en un omega en específico pero he sido dirigido y educado por mi propia madre para tener un amplio conocimiento del piano, el canto, el arte y los lenguajes modernos.
También estoy consiente de que en algún momento, mi vida consistirá solo en tres partes que sé hacer perfectamente: mi madre me ha enseñado como atiende a mi padre y lo he comprendido, debo criar a los niños de mi propia familia y mantener la casa en la que me toque vivir para tener satisfecho a mi alfa y así poder atenderlo bien.
No peco de falsa molestia al decirle que he estado en casas ayudando a otras madres para ser un omega ejemplar en todo sentido.
Por último, creo que los únicos defectos que tengo es que no tejo muy bien, soy mucho de leer así como de escribir.
Todo lo que acabo de mencionar se resumen a dos palabras representativas: jung hoseok.

Cuando el omega terminó de hablar se volteo discretamente hacía su madre para ver su rostro lleno de orgullo. Lo había hecho bien.
Y ciertamente lo que le dijo su futuro prometido  (del cual hasta ahora ni sabía su nombre)  lo desconcertó.

—dices y tomas decisiones con mucha seguridad a pesar de que eres muy joven.
Eso me gusta de ti aunque parezca superficial, no sería un problema casarme contigo si eres así siempre.

Vaya...

—si me permites hoseok, creo que eres un omega maravilloso ¿no es así querida? Aquí lo curioso es que siempre quise a alguien como tu.
Querida, ya vi tu gestícula.
Por favor dile todo lo que explotas por decir.

—hoseok, eres... Eres perfecto, tienes todo lo que siempre quise para mí hijo yoongi.
Nadie es más merecedor que tú.
Señora de jung la quiero felicitar por el gran trabajo que ha hecho con su hijo.
A usted también señor jung, alfas como usted hay pocos ya en estos tiempos.
Es el indicado.

La cena transcurrió de forma más amena por la dispersión de los nervios de no cumplir con los estándares de la familia Min.
Contaron anécdotas del omega, ya que siempre se habla de él cuando ocurría un compromiso así.
Se sabía del alfa cuando todo se volvía   oficial.

—bueno señores, como familia jung nos complacen sus alagos a más no poder.
Mi esposa y yo estamos muy felices de que hayan tomado en cuenta a nuestro hijo.

El Señor Min se levantó y dio a conocer su pensamiento que seguramente era compartido por su esposa.

—y nosotros de conocerlos, por favor.
Estoy muy feliz de que nuestro hijo Min yoongi una su vida con el joven jung hoseok en matrimonio.

Ahora ambas familias se levantaron de los asientos para hacer una reverencia conteniendo la emoción que recorrían sus cuerpos.

Los dos alfas estrecharon sus manos y empezaron a tomar vino.
Las señoras se dieron a la tarea de limpiar la mesa en respeto a sus esposos.

–hoseokkie, atiende a tu prometido como se debe.
No hables de más y recuerda las reglas que te enseñé.
Por favor hijo, no te pases del límite de tu lugar ¿bien?

Hoseok asintió un poco asustado pero bien consiente de lo que podía o no hacer.
Se fue acercando con lentitud, teniendo entre sus manos una charola y encima de esta una pequeña taza.

—señor Min yoongi, ¿qué tal está? Permitame ofrecerle una taza de té y leerle un capítulo del libro de filosofía clásica.

—por supuesto hoseok, estaría feliz de  que lo hagas.
Y dime yoongi, no necesitas tanta formalidad conmigo.

¿Espera qué? El omega se inco a los pies de su futuro alfa  rápidamente para ofrecerle una disculpa, quizá con alguna de sus acciones lo incito a tal vulgaridad.
Si su madre lo hubiera escuchado estaría demasiado avergonzada y molesta.

—señor Min, por favor le ruego que me disculpe.
No era mi intención darle a conocer eso, me retiro ante tal grosería.
De verdad lo siento.

El alfa se sorprendió mucho ¿de qué hablaba?, no obstante, ya no pudo impedir que se fuera de su lado.
Eso lo decepcionó un poco porque realmente le pareció muy encantador lo que supo del omega.

Era un total encanto y lo mejor era que sería su esposo, su omega.

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—fue un gusto venir, mañana les enviaremos una carta junto con el presente de bienvenida.

Las familias se encontraban en la puerta principal de la casa, el señor jung se despedía del otro alfa agendando algunas charlas pendientes que tenían, mientras la señora jung le otorgaba una canasta llena de pasteles pequeños de crema que le había comprado a la vendedora habitual de la cuadra.

Yoongi y hoseok ya no se despidieron ni nada, el omega se sentía extraño con todo eso.
Sentía que ya lo había arruinado y más cuando su mamá se lo confimo a medias, pues dijo que su alfa yoongi no se veía molesto, por lo que su matrimonio seguía bien relativamente.

Al final ella lo atendió y hoseok se quedó ayudando a la señora de Min mientras platicaban.

Era un omega patético y esperaba que su asesoría con la señora shin le llevara otra vez al camino correcto.

Dejaría de leer por un tiempo sus preciados libros.

Te encontré en mil pedazos [YoonSeok]Where stories live. Discover now