Te encontré en mil pedazos [YoonSeok]

13

—¿otro?

—sí, por favor.

Hoseok cerró los ojos cuando sintió por cuarta vez los labios de yoongi sobre su mejilla, tan suaves como para hacerlo derretir.
Apretó un poco más los hombros del mayor, liberando unas cuantas feromonas dejándose hacer.

Después de que el omega se terminará de cambiar, invitó a su prometido a entrar a su habitación (la cual siempre estaba limpia, por lo que no le volvía loco tener que limpiar 5 minutos antes).
El mayor mostró mucho interés al observar el pequeño cuarto.
Entonces estuvieron platicando acerca de cosas triviales. Sin duda se la estaban pasando bien.
No había incomodidades, ni nada extraño en esa plática.

No fue hasta que hoseok mencionó que ya se estaba hartando de cómo lo trataba su mamá. se estuvo quejando a decir verdad, bastante de ella y obligó a yoongi a que lo abrazara de nuevo por puro gusto.
Le incomodaba hablar de los problemas en su familia a profundidad, así que es por eso que todo lo dejaba a medias. Gracioso.

Y yoongi no pudo resistir besarle una de sus esponjosas mejillas al estar tan cerca de su rostro.

Tan lindo y lleno de amor.

Sin embargo, no fue extraño, tal vez un poco apresurado pero no parecía importar.
Después de todo estuvieron un tiempo alejados y eso sí que lo recompensaba.

—otro, otro más yoongi.
Por favor ¿si?

El alfa soltó una risita baja, acercándose un poco más para dejar ahora un beso más húmedo y duradero.

Seguramente hoseok quedaría impregnado con un poco de su olor, más no le estaba dando importancia.

El mayor sintió el cuerpo ajeno temblar y supo que ya era suficiente.

Se alejó y pudo observar al omega con sus mejillas sonrojadas, estaba desorientado por todo ese movimiento.

—¿mejor?

—No

—¿qué pasa?

—bueno yo. Quiero me des un beso, pero... Mhm... ¿Se puede... En los labios? Es que ya no nos veremos en un buen rato y eso me deprime yoongi. Por favor.

El menor cerró sus ojos y movió la cabeza de izquierda a derecha demasiado avergonzado por sus palabras tan directas.
Yoongi nada más admiro esa faceta de su prometido mientras pensaba.

-hoseok, cariño. Eres tan dulce.
Te juro que te mandaré cartas todos los días si te sientes solo.
Pero lo único que no quiero es apresurar las cosas contigo.

Hoseok cerró los ojos y respiro.

—pero yo quiero yoongi... Enserio, enserio. Por favor.
No estamos apresurando nada, no lo estamos.
Además que no quiero que se estanque nuestra relación.
Nos vamos a casar y yo realmente deseo que dure toda la vida.

El alfa asintió rendido, no podía negarse a nada que le pidiera ese omega tan precioso.

Tomó las manos de su amado y se fue acercando al rostro ajeno con lentitud.
Ambos alientos chocaron para mezclarse en uno solo.

En menos de un minuto los dos pares de labios ya se encontraban juntos.
No había movimiento, sólo era el choque.

Se sentía bien para ambos.

Se separaron luego de un rato, se quedaron viendo mientras sus corazones se calmaban.

—Eres fantástico.

—¡yo ya quiero ser tu omega!

—oh vamos.
Ven acá otra vez.

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—¿Pero que hiciste hoseok? ¿Cuántas veces te tengo que decir que eso no está bien visto? Los omegas que se la pasan en el jardín no pueden ser buenos esposos.

—yo puedo ser la excepción mamá...

—hoseok-...

—ya déjalo querida, me estresa tu forma de actuar.
No quiero pelear, pero enserio, necesitamos hablar de algo tu y yo.

—¿estás enojado? Querido yo-...

—ve afuera hoseok, supongo que tienes mucho que sembrar.
Tu madre te hablara en cuanto esté la cena ¿bien?

—sí papá.

El menor se levantó del sofá y salió al patio trasero, un poco confundido cuando cerró la puerta y empezó la discusión.

Tomó entre sus manos, con mucho cuidado para no hacer ruido, la cubeta.

Yoongi se había ido en cuanto escuchó el carruaje.
Le dio un último beso en los labios a su omega y salió por detrás, también le prometió una sorpresa.

Ese había sido su primer beso, estaba muy feliz y quería decírselo a su madre. Pero todo se arruinó cuando al entrar lo primero que hizo fue llamarle la atención.

Tomó los guantes y empezó a recoger el exceso de la tierra.

Echó todas las semillas en un hoyo, luego tiro la tierra en el patio de su vecino.

Jimin no le diría nada porque sino, hoseok tomaría venganza revelando sus secretos más profundos.

Park jimin no quería que todos se enterasen de que le gustaría usar un corset.

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—tu madre está enojada.

—no me había dado cuenta papá.

Hoseok comentó con sarcasmo mientras dejaba el plato con caldo en la mesa para su papá.

—¿se está poniendo pesada contigo no es así?

—Claro, pero ¿qué puedo hacer? Es mi mamá.
La otra vez me insinuó la cancelación de mi boda, yo me moleste y le dije cosas que no debí.

El señor jung lo observó para después comer una cucharada de puras verduras.

—hijo, da igual si es tu mamá.
No tiene porque faltarte al respeto, si ella no te respeta entonces no veo por qué tu si debes respetarla.
Y obviamente, tu compromiso no se cancelara.
Por nada del mundo.

—¿de verdad?

—de verdad, además.
Tu no estás acostumbrado a ese trato, siento que es muy repentino hoseok, pero creo que debes ir a vivir por un tiempo con tu tía.
La vez que hablé con yoongi me dijo algo que no pensé, es un buen alfa y estoy seguro que estar con él te hará mucho bien.
Por eso estoy proponiendo unas vacaciones de tu madre.

El menor miro el plato leído vacío, ¿irse? No habría ningún problema.
Eso lo ayudaría a verse más con yoongi.

Besos...

—si quiero, papá si quiero.
Por favor.

El alfa sonrió y alejo el plato ya vacío para mirar a su hijo.

—está bien.
Ahora cuéntame como te fue con yoongi.
¿Hubo movimiento?

—¡papá!

—ya ya, ya entendí.
Envidioso. Tengo un hijo envidioso.