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—Hoseok no lo sabe, pero me temía que fuese eso.

—¿cómo está tan seguro señor jung?
Es decir, tiene que ser algo más... Serio.

Definitivamente yoongi no conocía a la familia jung.

—es obvio yoongi, es mi esposa. Compartimos un lazo.
Aparte es lógico que se comporte así, se ha dedicado a hoseok desde que nació, y que se vaya le es difícil de entender.
Yo supongo que está acostumbrada.

El alfa mayor cumplió la promesa de entregar la carta de su hijo, sólo que no la dejó al correo sino que fue él mismo a entregarla.

Y de allí se derivó la plática que estaban teniendo justo en ese momento.
¿Sería un poco vergonzoso que tu padre alfa este hablando con tu futuro alfa?
Pregúntenle a hoseok.

—¿eso significa que no puedo verlo verdad? Usted no lo sabe, pero nos estamos acercando más.

Una sonrisa resignada se dibujo en yoongi mientras bajaba la vista.
Mientras, el señor jung, mostró interés.

Por eso su hijo estaba tan feliz, a pesar del ambiente tenso.

—No exactamente, mi esposa últimamente no está haciendo caso.
Por eso se me ocurrió llevarla a comer mañana, podrías ir a la casa y ver a hoseok. Aunque sea por un rato.

—¿Enserio? ¿Usted haría eso por nosotros? Señor jung...

—es lo correcto. Mínimo que valga la pena yoongi, eres su primer amor.

Al alfa lo inundó un sentimiento de alegría.
Si lobo aullo de felicidad.
Ciertamente estaba disfrutando mucho de escribirle cartas. Se sentía igual de bien.
Si bien estaba por eso, no dejaba de molestarle el pensamiento de que algo estaba yendo en decadencia.

—Le agradezco demasiado señor jung, aunque si me permite: entiendo que usted y su esposa compartan un vínculo especial y sepan entender cómo realmente son las cosas entre los alfas y omegas.... Aunque tengan que disfrazarlo para encajar en la sociedad.

Se aclaró la garganta brevemente, para seguir hablando.

—Si me permite, señor jung, no creo que esté haciendo lo correcto: algún día Hoseok va a querer tomar cartas en el asunto; exigirá atención de su alfa.
Usted sabe, no pueden tenerlo como prisionero para siempre y esto solo está empeorando el estado de su esposa y creo que usted lo sabe, y solo está ignorandolo para mantener el balance.
Si realmente la ama, no estaría permitiendo que siga, de cierta manera, dependiendo de mi omega.
Gracias por traer la carta, se lo agradezco, pero es todo.
Que tenga un buen día.

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—portate bien hoseokkie, nos vemos más al rato ¿bien?
Quiero lo mejor para ti, por eso debes quedarte.

El omega rodó los ojos mientras asentía, el carro arrancó y suspiro dejando salir esas ganas de gritarle a su madre que no fuera hipócrita.

Se apresuró a ingresar a la casa, no haría nada de lo que le mando a hacer su mamá.
Mejor busco una cubeta y la lleno con agua; hoy realmente quería estar en el jardín.

Hace poco plantó girasoles, como recuerdo de aquel ramo que le dio su alfa.
Seguia un poco triste pero estaba feliz de tener avances con él.

—mamá no me entiende, no quiero ser como ella.
¡Qué aburrida!

El menor terminó de regar las plantitas y se puso a pensar en un plan para que su papá le trajera semillas de otro tipo de plantas.

Pasaron alrededor de 20 minutos en los que empezó a jugar con la tierra, eso hasta que escucho como la puerta era golpeada suavemente.

Tres toques.

Se sorprendió, ¿sería la señora de los pasteles? Ya era tarde para ello.
Aún así se levantó para abrir, buenoooooooooooooo quizá tenía antojo de uno.

—Señora Kim, por favor deme un-

El omega se interrumpió a sí mismo, pues se quedó viendo el enorme ramo de girasoles que se le mostraba enfrente.

¿Qué?

—¿Puedo ayudarle? Creo que se equivoco.

—oh ¿Enserio? Estaba seguro de que aquí vivía el omega más bonito del mundo.
Se llama Jung HoSeok ¿Puede indicarme donde vive entonces?

El menor estaba sorprendido, se quedó estático tratando de procesar que su alfa estaba allí. Con él.
Después de semanas...

—¿alfa?

—¿cómo has estado?
No menti cuando dije que te extrañaba.
Te traje girasoles.

El mayor le acercó el ramo y el omega de inmediato lo agarró.
Se tomó el tiempo de aspirar el olor de estas, luego tímidamente tomó la mano de yoongi para adentrarlo a la casa.

—son hermosas, gracias por esto alfa.
No sé qué decir, realmente no esperaba verte pronto.
Oh yoongi...

El menor sabía que estaba siendo informal al llamar así a su alfa, más sabiendo que si su mamá se enteraba ella lo enviaría al reformatorio un par de semanas.

Más no importo, acomodó el ramo en su brazo izquierdo y con el otro abrazo al mayor. Tan contento de volver a verlo.

—que bueno que te gusten los girasoles. La otra vez te mandé y pensé que sería arriesgado repetir.

—no, Esque tuve un problema y-

—lo sé hoseok, no te preocupes.
Tu papá me dijo que hizo tu mamá con ellas. Por eso pensé en traerte unas nuevas.

Hoseok se separó y asintió un poco avergonzado.
El alfa sabía que se disculparía por algo que no era en absoluto su culpa.
Por eso se adelantó.

—¿estuviste en el jardín? Tu falda se ha manchado por completo.

Hoseok sintió la vergüenza subir a sus mejillas.

Miró hacia abajo. Era cierto.
Su larga falda color café obscuro, estaba con manchones de lodo.

—¡ya no mires! Qué vergüenza contigo.
Déjame, déjame cambiarme por favor.

—no tengo problema si es lo que deseas.
Aunque eso no afecta en nada tu belleza.

—¡deja de tratarme bonito!

Hoseok se apresuró a ir a su cuarto con una sonrisa, y  yoongi  por lo mientras miró hacia la puerta del patio, seguía un poco entreabierta.

Inclinó la cabeza viendo los pequeños hoyos llenos de agua, que poco a poco iba a bajado por lo mismo de que la tierra lo estaba absorbiendo.

¿Exactamente qué estaba haciendo?

No lo sabe, pero quiere quedarse a verlo.

Te encontré en mil pedazos [YoonSeok]Where stories live. Discover now