22.

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Capítulo veintidós - El cumpleaños y la confesión. (2/2) 

Me lavé las manos y salí del baño, pero nada más salir, "alguien", a quién reconocí por el gesto, me pasó el brazo por los hombros.

—¿Escapando de la fiesta?

Subí la cabeza para mirarle. —¿Es que no dejas de seguirme? —le pregunté.

Él sonrió. —Es divertido, ya me aburrí de hablar con la misma gente, y como Blaise y Pansy están son sus parejas, vine a buscarte.

Me quedé en silencio. —¿Al baño? —pregunté alzando las cejas.

—¿Qué pasa? Necesitaba una excusa para escapar.

—¿No te gusta la fiesta? —pregunté mientras bajábamos las escaleras, de vuelta a la fiesta.

—Oh, me encanta. Pero debo admitir que te echaba de menos.

Lo analicé por unos segundos. —¿Cuántos vasos has tomado?

Se rio. —¿Qué pasa? ¿No puedo decir lo que pienso?

—Claro, pero tú no eres de las personas que expresan lo que sienten.

Me miró con su típica sonrisa. —Cómo me conoces, Potty. Aunque la verdad, creo que si que empieza ha hacer efecto la bebida, siento la lengua muy suelta.

—¿Eh? —pregunté confundido.

Puso los ojos en blanco. —Que siento que se me puede escapar cualquier cosa que normalmente no diría, y como pase eso, mañana me querré matar.

Reí. —Seguramente, menos mal que yo sólo he tomado un vaso.

—Aburrido. —puse los ojos en blanco, él me tomó de la muñeca. —Ven, bailemos un rato. —dijo y me arrastró junto a la multitud.

Comenzó a moverse al ritmo de la música, yo intenté no reírme, pero no dio resultado.

—¿Se puede saber de qué te ríes, Potter? —preguntó, fingiendo indignación.

—¿Yo? Yo no me estoy riendo. —dije, conteniéndome.

—Eso pensaba. —se perdió entre la multitud por unos segundos, y apareció con dos vasos con licor mágico.

Cogí uno y le di un gran sorbo, eso me dio la confianza suficiente para empezar a moverme.

Pasé en la pista más rato del que creí que aguantaría, y bebí más de lo que pensé que bebería. No me sentía borracho, pero si atontado, tenía la risa fácil. Gracias a la multitud y a haber estado bailando empecé a sudar, igual que Draco.

Me acabé el último vaso que me prometí que bebería, lo lancé mientras veía como el rubio se levantaba la camiseta para secarse el sudor, dejando ver sus abdominales en su piel clara.

—Provocador. —le dije sin darme cuenta.

—¿Cómo? —preguntó, con expresión de sorpresa.

—Uh... nada. —estaba delirando. —Ahora vuelvo. —asintió y subí las escaleras, otra vez.

Entré al baño, me quité las gafas y me eché agua en la cara. Al levantar la vista vi que estaba rojo como un fénix.

—Tranquilízate. —me dije a mi mismo. Me volví a poner las gafas y bajé. Vi a Draco sentado en el sofá, con la cabeza echada para atrás, y me senté a su lado.

—¿Cansado? —pregunté observando su perfil.

Su respiración estaba agitada. —Mucho. —me miró y soltó una risa.

𝑵𝒐 𝒕𝒂𝒏 𝒆𝒏𝒆𝒎𝒊𝒈𝒐𝒔 [𝑫𝒓𝒂𝒓𝒓𝒚]Where stories live. Discover now