Oikawa Tooru (+18)

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Narra Tn: Aparco el coche saliendo mientras agarro el pastel que hice. 

— Hiroto, sal del coche — ordeno.

— Sí mamá — dice bajando del coche con la camiseta con el número 1 del Aoba Johsai. 

— Vete a saludar a tus tíos mientras termino aquí — digo cogiendo mi bolso y poniéndolo como bandolera.

Él asiente y va hacia la entrada, cierro el maletero, y voy hacia el interior de la casa donde me recibe Makki.

— Hey Tn, hace mucho que no nos vemos — me sonríe.

— Si, demasiado — le devuelvo la sonrisa. — Hice pastel de chocolate.

— Mm que ganas de probarlo, pasa pasa, los demás están en el comedor.

Dos años… Ese es el tiempo que ha pasado desde que terminé con Oikawa y me fui de Argentina, para volver a Japón, estaba viviendo con mis padres, ahora vivo con mi hijo. La razón por la que lo dejé es que él me estaba engañando con otra más mayor que yo, le ví como le daba un anillo, es un gilipollas, pero, aunque hayamos roto eso no significa que no le deje a Hiroto tener cosas de su padre, por ejemplo la camiseta. 

Hoy hay una comida de reencuentro del Aoba Johsai, del equipo de voleibol masculino, al ser la mánager también entro en el cupón.

Obviamente les conté lo de Oikawa, aún no he sido capaz de superarlo, las relaciones que he tenido, ninguna quería tener hijos y trataban mal a Hiroto, cosa que nunca permitiré, él es lo que más quiero en este mundo.

Llego a la cocina y dejo el pastel en la nevera en silencio con el ceño ligeramente fruncido.

Tuvimos a Hiroto cuando él tenía 20 y yo 19, fue una sorpresa para ambos pero decidimos tenerlo y cuidarlo de por vida, nos mudamos a Argentina cuando él empezó en la selección, y en verdad estábamos perfectamente, pero un día que volvía con Hiroto del colegio lo vi con una mujer dándole un anillo de compromiso con una sonrisa, tuve que ir por otro camino para que Hiroto no lo viera. Al día siguiente mientras entrenaba, agarre mis cosas, las de Hiroto y nos fuimos para aquí para Japón, la primera persona con la que me encontré fue con Iwaizumi que nos llevo a casa de mis padres porque le llamé, mientras el niño iba a dentro le explique todo, y en verdad intentó defenderlo, pero no le creí.

En estos dos años he tenido depresión y empecé a automedicarme, no es que me quiera morir, no puedo dejar a mi pequeño solo, no me lo perdonaría jamás, solo quiero olvidarle, pero no puedo, algo no me deja hacerlo, desde que lo dejamos todo me ha ido de mal en peor, discutí fuertemente con mi padre y mi hermano, mi padre no paraba de insultarme hasta delante de el niño, me decía que era una niñata molesta que por eso me había engañado, y mi hermano más de lo mismo, actualmente no me hablo con ellos, solo con mi madre que a veces viene a ver al niño.

Kunimi tenía un amigo que vendía un piso, por ser él se lo dejó más barato y me lo regaló, literalmente, Kunimi me regaló un piso en perfecto estado, me quedé en shock cuando me dio las llaves. Le dije que le devolvería el dinero pero se negó, ni siquiera me dijo el precio.

En cuanto a Mattsun y Makki me consiguieron cuatro entrevistas de trabajo, actualmente estoy trabajando en una inmobiliaria de una entrevista que me recomendo Makki.

Todos han hechos cosas hermosas por mí y yo nunca sé como recompensárselo.

Voy al comedor donde ya están todos sentados para comer, me pongo al lado de Kindaichi mientras cuelgo mi bolso de la silla al igual que la chaqueta corta.

— Lamento que llegáramos tarde, pero es que tuvo que venir el fontanero y se fue tarde.

— Oh no te preocupes — me sonríe Iwaizumi.

Haikyuu One Shots 7w7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora