Eita Semi

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¿Dónde estoy? Está todo muy oscuro, ¿estoy muerta? Lo último que recuerdo es comenzar a correr y luego al cruzar la carretera sentí un gran dolor en todo el cuerpo como si me atropellaran, luego todo se volvió oscuro… ¿Con quién estaba discutiendo? No me acuerdo, está algo borroso… ¿De qué estaba discutiendo? Creo que sobre una chica, pero no estoy segura. En este momento escucho una ligera voz que pronuncia mi nombre, ¿pero es imposible, no? Si yo estoy muerta no debería de escuchar nada, no lo entiendo, ¿qué está pasando? Tengo miedo, la voz comienza a hacerse más fuerte.

 — ¡Tn! — gritan, al abrir los ojos por completo ves a un chico alto, tiene el cabello desordenado y abundante de color ceniza y puntas negras que contrasta con el cabello entero. Sus ojos son puntiagudos y de iris marrón.

Ese chico te suena, pero no sabes de qué, te sientas en el suelo y tocas tu cara, en tu frente puedes notar algo de sangre cayendo, el chico agarra tu mano y la acaricia, tu le miras raro. 

— Oye, ¿quién eres? Déjame en paz, no te conozco — te separas de él, entonces la ambulancia llega. 

— ¿Co-cómo que quién soy? Soy Eita Semi, tu novio, amor, ¿no me recuerdas? — agarra mi mano algo fuerte. 

— Suéltame — te intentas soltar. 

El chico se queda parado sin decir nada, solo mirándote a ti, un enfermero se te acerca y te ayuda a levantar para luego hacer que el chico llamado Eita, te suelte, el enfermero te ayuda a subir a la ambulancia, al sentarte allí ves cómo el chico también sube, no le miras, te dedicas a observar el suelo de la ambulancia, notas como se sientan a tu lado, diriges tu mirada hacia tu lado derecho y allí está, mirándote con sus ojos marrones, su mano se acerca a la tuya y la acaricia, la apartas al instante. 

[...] 

Te encuentras en una camilla sentada, Eita está a tu lado callado, hasta que rompe el silencio. 

— ¿Te acuerdas la final contra el Karasuno? Después del partido te pedí salir y aceptaste, por favor, recuérdame. 

— Ya te he dicho que no te conozco, déjame en paz ya, vete. 

— Íbamos a casarnos… — dice agarrando tu mano y acariciando el anillo. 

Miras el anillo en tu mano y te lo quitas. 

— Mira, vete a buscar a tu novia, ¿como me iba a casar contigo si ni siquiera te conozco? 

Él coge el anillo y se queda callado mirándolo, en ese instante un médico entra. 

— Tn, ¿te encuentras bien? ¿Te sientes cansada? 

— Me encuentro perfectamente doctor. 

— Está bien esperaremos unos días y si vemos que sigues bien te daremos el alta, ¿vale? 

Asientes con la cabeza y se va, el silencio vuelve a entrar en la habitación, ¿por qué no se va y te deja en paz? ¿Por qué sigue mintiendo? 

Días después sales del hospital acompañada por Eita, él está apenado, al menos es lo que parece, caminamos en silencio hasta que él agarra tu brazo y te lleva hacia un sitio. 

— Oye suéltame — intentas soltarte. 

Llegáis a un solar donde hay una especie de arcos con flores, allí Eita acaricia tu brazo y te mira. 

— Aquí te pedí matrimonio hace 2 meses, te encantaba este solar porque era donde siempre veníamos a comer juntos — explica casi al punto de las lágrimas. — Recuérdame, te lo pido por favor Tn, por favor… — a este punto ya está llorando mientras agarra tu mano. 

Te da pena, pero no puedes ayudarle, no recuerdas nada, no quieres verlo llorar, ¿pero que puedes hacer? Lágrimas caen por sus mejillas aún acariciándote, quisiera ayudarle…. 

[...] 

Al día siguiente, te levantas y bajas, ayer Eita te dijo que durmieras en la cama que el dormiría en el sofá y de hecho lo hizo. Al llegar a la cocina lo veo haciendo el desayuno, entonces se gira y me sonríe. 

— Buenos días, el desayuno está hecho.

Haikyuu One Shots 7w7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora