๛ veintiseis.

925 113 18
                                    

—Es jueves..—murmuró con nervios en su tono.

—Ajá, dices lo obvio.

—No imbécil, que ya es jueves, lo cuál significa que mañana es viernes y me iré a la playa con Jean.

Floch soltó una risa al otro lado de la línea y Charlotte bufó por lo bajo. Se había desviado del camino original hasta su departamento para comprar algunas cosas y le había entrado una llamada del pelirrojo, de eso ya había pasado media hora y ellos seguían hablando cómo si nada.

—Podrías partir por relajarte, ¿no? —dijo para luego soltar un bostezo— De todos modos se irán de noche, tienes todo el día para regular tus nervios.

—Sí... Sobre eso, nos iremos en la mañana.

—¿Cómo? ¿No tienes que trabajar?

Sí, tenía qué, pero Jean había optado por faltar al trabajo e irse a la playa en la mañana para "aprovechar el día", lo cuál no era más que una excusa barata para ocultar el hecho de que moría de ganas por pasar más tiempo a solas con Charlotte. Por su parte, la castaña estaba en un debate interno bastante grande, estaba nerviosa, tenía aquella conversación pendiente con Jean y ni siquiera sabía cómo decirle lo que sentía respecto a su relación sin arruinarlo todo.

Es decir, ¿que se supone que le dijera?
"Jean, estoy aburrida de que hagamos cosas de pareja sin ser realmente una, ¿quieres ser mi novio?" "Jean, ¿te importaría formalizar lo nuestro?"
Muchísimas frases similares se cruzaban por su mente y ninguna llegaba a convencerle del todo, no sabía si improvisar o planear lo que diría. En resumen, no tenía idea de que hacer.

—Floch, ¿tú crees que Jean quiera algo serio conmigo?

El tono de voz de Charlotte al hacer esa pregunta fue bajo, un murmuro, cómo si en realidad sintiese miedo de la posible respuesta que el pelirrrojo pudiese darle. Y es que así era, estaba asustada de que la respuesta que Floch le diese, no fuese lo que ella quería oír.

—A ver... Lottie, con todo lo que me has contado y cómo es él contigo, ¿realmente crees que no quiere algo contigo?

Y-Yo... No lo sé...

—Te conozco más de lo que él lo hace, en todos los sentidos.—soltó una pequeña risa y luego suspiró fuertemente— Y puedo asegurarte que, si él no quisiera algo contigo, sería el idiota más grande en la tierra.

Una sonrisa se asomó en el rostro de Charlotte y dobló en la esquina que daba a la calle en donde estaba ubicado su edificio. Hablar con Floch realmente le hacía bien, él era tan especial en su vida que no sabría que hacer si algún día llegase a perderlo.

—Idiota, me harás llorar.

—Ew, mejor no, cuándo lloras te ves fea.—dijo entre risas y Charlotte estuvo a punto de insultarlo de no ser porque el pelirrojo volvió a hablar— ¿Ya llegaste a casa?

—Estoy llegando al edificio, ¿te llamo luego?

—Claro, hablamos después, te quiero.

—Te quiero más, adiós.

Charlotte colgó la llamada y se dispuso a entrar en el edificio, sin embargo una voz llamándola a sus espaldas la hizo detener su andar y voltearse rápidamente. No era cualquier voz, reconocería aquel timbre y tono en cualquier lugar; un sudor frío le recorrió la espina dorsal en cuánto visualizó a la persona que estaba frente a ella.

Tenía miedo, estaba asustada de que lo de hace cinco años se repitiese.

—Charlotte...

Se quedó estática en su lugar, analizando a aquella persona. Sí, su rostro lucía algo más avejentado que la última vez debido a las arrugas y habían algunas canas en su cabello, ¿pero que clase de persona sería ella si no reconociese a su propio padre?

troublemaker | jean k.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora