๛ treinta y cinco.

757 90 82
                                    

CHARLOTTE BRZENSKA.

❱ seis meses después.

Veía de lejos cómo Ymir estaba prácticamente histérica porque Historia venía a trabajar estando embarazada. Luego de muchos altercados y discusiones, finalmente estuvieron de acuerdo en una maternidad deseada, pagaron por inseminación artificial y finalmente aquí estamos, con una Historia con cinco meses y medio de embarazo y una Ymir algo alterada al ser mamá primeriza.

—Ella puede trabajar, Ymir.—dije con diversión— El reposo prenatal comienza a los siete u ocho meses, relájate.

—Es que no lo sé...—murmuró jugando ansiosa con un bolígrafo— ¿Y si hace alguna fuerza que no debe y le afecta al bebé?

—Es recepcionista.—dijo Jean con obviedad apareciendo de la nada— La mayor fuerza que hará es levantar carpetas, cálmate un poco.

Al ver a Jean simplemente sonreí, las cosas iban de maravilla entre nosotros, realmente jamás esperé que prosperáramos tanto, pero lo amo y amo lo que tenemos. No sé cómo, pero cada día se las ingenia para hacerme mas feliz que el día anterior. Cuando cumplimos tres meses fue que dejamos de "escondernos" y ahora toda la empresa sabe sobre nuestra relación, aunque Hisu a menudo me dice que eso podría darse a malos entendidos, a mi me da igual, sé que la comunicación que Jean y yo tenemos es bastante buena y no nos dejaríamos llevar por rumores o idioteces.

Y esa es una de las tantas cosas que amo de él.

—Ugh, está bien; sólo te creo porque eres papá y tienes experiencia.

—Más te vale creerme.—le sacó la lengua burlonamente a Ymir y luego volteó a verme con una sonrisa— Estaré en mi oficina, si necesitas algo sólo ve, ¿hm?

—Claro.

Mi pareja desapareció en el pasillo que daba a su oficina y nuevamente me quedé a solas con la paranoica Ymir, quién me estaba mirando con una sonrisa tierna en su rostro. Habían pasado tantas cosas en sólo medio año que aún me costaba digerirlo, si ni siquiera había digerido bien que era novia de Jean.

—Hacen una pareja tan bonita en todos los sentidos.

—¿Eh?

—Es que se nota que los dos se aman.—respondió— La forma en que Jean te mira cuando hablas sin importar que tan absurdo sea lo que dices, o cuándo algo no te gusta y no te quedas callada, te mira con amor y orgullo, es sincero.

Aunque jamás me había parado a pensarlo con detenimiento, era verdad, muchas veces en los ojos de Jean sólo había amor sincero al mirarme, y sé que en los míos también.

—Ya, tengo que revisar un montón de correos y de seguro tú también así que pongámonos en marcha o no saldremos nunca de aquí.

Ymir tenía razón, había un montón de correos, documentos y otras cosas que teníamos que revisar para hoy, por lo que ambas partimos con nuestro respectivo trabajo. Hacía un tiempo, Floch me había dicho que quizás mi persona destinada siempre había sido Jean y no sé porque, pero la conversación con Ymir me hizo revivir las palabras de mi pelirrojo amigo; en seis meses las cosas habían cambiado gradualmente, e incluso debo admitir que me llegó a sorprender que Jean y yo siguiéramos juntos. Ymir e Hisu iban a ser mamás, Armin había conseguido novia, una rubia muy bonita llamada Annie Leonhardt, Floch seguía siendo el amigo soltero y Mikasa junto a Eren, impresionantemente, estaban más enamorados que nunca y ya estaban esperando la llegada de su primer hijo.

troublemaker | jean k.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora