๛ veintiocho.

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⚠️ advertencia: contenido sexual explícito.

JEAN KIRSCHTEIN.

Mierda, ¿acaso se podía estar más nervioso?
Probablemente se pueda, cómo sea no quiero averiguarlo.

Había decidido finalmente que le diría eso a Charlotte mientras estuviésemos mirando los fuegos artificiales, me parece que es una buena instancia y no sé, siento que sería bastante romántico. Ahora estamos sentados en la arena, ya había anochecido y habían algunas personas más en la playa esperando también los fuegos artificiales, que honestamente no sé qué mierda están celebrando, pero me da igual.

—Dame tu muñeca, te pondré la pulsera.

Extendió su pálido brazo hacia mi y comencé con mi trabajo de ponerle la pulsera. El color crema de la caracola combinaba con su tono de piel y los pequeños lunares que tenía cerca de aquella zona. Sus labios se curvaron en una sonrisa y dejó un casto beso sobre mis labios, sin embargo aquel pequeño contacto era muy poco para mi, necesitaba más. Profundicé aquel encuentro entre nuestras bocas y sentí cómo Charlotte sonreía entre el beso.

Me encanta.

—Sabes a fresa.—murmuré sobre sus labios una vez nos separamos y ella sonrió— ¿Qué?

—Tú sabes a café, me gusta.

—Odias el café a menos de que sea americano, Charlotte.

—Pero me gustas tú.—rozó nuestras narices y cerró sus ojos por unos segundos— Me gustas mucho.

El mar estaba calmado y el oleaje golpeaba suavemente la arena de la orilla, la luz de luna se reflejaba en el agua y la hacía ver incluso más cristalina de lo que ya era. Charlotte se restregó contra mi brazo cómo un gatito y fue en ese momento que mi sistema decidió que debía dejar de ser cobarde y hablar.

I Wanna Be Yours – Arctic Monkeys

—¿Sabes lo que pensé la primera vez que nos vimos?

—Nop.

—Pensé que eras la mujer más bonita que había visto en mi vida, no sé a ciencia cierta qué, pero tienes algo que me cautiva cada vez que te veo.

A pesar de estar mirando el mar ahora, sé que sus bonitas esmeraldas están sobre mi, eso me alienta a continuar abriéndome respecto a mis sentimientos por ella.

—Quiero caminar contigo de la mano siempre, besarte cada vez que sea posible, despertar a tu lado y trenzar tu cabello.—tomé sus manos entre las mías y miré de reojo el muelle, no faltaba mucho para que detonasen los fuegos artificiales— Quiero estar contigo, bonita.

—Jean..

—¿Puedo ser tu novio? ¿Me darías la oportunidad de demostrarte lo mucho que te quiero?

Lo siguiente que supe fue que las lágrimas de Charlotte habían mojado un poco mi hombro, pero las secó de inmediato para mirarme. Sus bonitos ojos estaban cristalizados y me paralicé ante eso, ¿acaso dije algo mal?

—¿Me creerías si te digo que planeaba hablarte sobre lo mismo? —dijo mientras las yemas de sus dedos acariciaban suavemente la caracola en mi pulsera— Es gracioso...

troublemaker | jean k.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora