๛ treinta.

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⚠️ tw// acoso sexual.

—¿Estás segura que irte de fiesta un miércoles después del trabajo es buena idea?

—No estoy yéndome de fiesta, Jean.—dijo con obviedad mientras terminaba de alisar la tela de su falda— Es sólo una pequeña salida con los chicos para ponernos al día.

—Prométeme que no beberás tanto, tienes una resistencia de mierda y me preocupa no estar ahí si te embriagas.

Charlotte rodó los ojos y se acercó al castaño. Este la miraba con preocupación en sus ojos, no podía evitarlo, después de todo ella era su princesa y las pocas veces que había estado con ella y con alcohol, se había mareado sumamente rápido dando a entender así su mala resistencia al alcohol y aquello sumado a su instinto de protección lo hacían preocuparse en exceso.

—Tú tranquilo, estaré con Floch.

—Eso no me tranquiliza, pero si tú lo dices...

La ojiverde se sentó en el regazo de Jean y comenzó a acariciar con cuidado sus pómulos. No corrían riesgo de que entrase alguien, pues la puerta estaba cerrada con seguro por dentro en caso de cualquier cosa.

—Eres cómo un bebé enojón..—murmuró y dejó un beso en el cuello de Jean, sacándole una pequeña risa— Ah, ¿te gustan los besos en el cuello?

—Cállate.

—Cállame, Kirschtein.

—Si lo pides así, quién soy yo para negarme.

Unió sus labios con los de su novia a un ritmo rápido y con sus grandes manos sobre la cintura contraria, la apegó lo suficiente a su cuerpo como para que sus pechos chocasen. Los dedos de Charlotte subieron hasta la nuca de Jean y comenzó a acariciar su cabello cuidadosamente, sabía que aquello le gustaba.

—Dios..—murmuró sobre sus labios— Ahora tengo ganas de quitarte esta bonita blusa junto a la falda y follarte contra el escritorio.

—¿Otra vez? ¿No crees que ya fue suficiente con lo de hace un rato?

—Estás equivocada si realmente piensas que alguna vez podría tener suficiente de ti.

Dicho eso, bajó sus manos hasta la blusa de Charlotte y movió sus dedos sobre los primeros botones, abriéndolos y dejando ver parte del brasier de encaje rosa que traía la castaña. Pasó las frías yemas de sus dedos por la piel de sus pechos que sobresalía de la tela y Charlotte se removió sobre sus piernas, quería, pero no podía.

—Ya.. Tengo que irme...

La respiración calma de Jean contra su escote la tenía pensando seriamente en mandar todo a la mierda y quedarse con Jean, pero no, se había comprometido con sus amigos y no podía fallarles así.
Una mordida en uno de sus pechos la hizo jadear y acunar el rostro del castaño con sus manos para obligarlo a mirarla. En sus ojos había confusión, probablemente quería continuar.

—Me comprometí con esto.—dijo dándole un besito esquimal— Y ahora debo irme, ¿hm?

—Pero...

—Tal vez más tarde podamos continuar en mi departamento, pero por ahora tengo que irme. ¿Te veo más tarde?

—Ajá.

Charlotte se bajó del regazo de Jean y arregló bien su ropa antes de tomar todas sus cosas y acercarse a dejar un corto beso sobre los labios del castaño.

—Nos vemos lindo, te quiero.

—Llámame si pasa algo, da igual la hora. Te quiero.

Eso fue lo último que dijo antes de ver cómo Charlotte salía de la oficina y una vez estuvo completamente solo, dejó caer su cabeza sobre el escritorio y suspiró fuertemente, cansado. Estaba preocupado de verdad, no era que desconfiase de Floch o Ymir, al contrario, depositaba toda su confianza en ellos si se trataba de cuidar a Charlotte, incluso podría arriesgarse a decir que también confiaba en Armin, pero tenía una corazonada, un leve presentimiento de que algo saldría mal esa noche.

troublemaker | jean k.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora