Extra 1 (El Rescate)

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Allan.

Extraño. Esa era la palabra perfecta para definir la conducta de Jayson durante la mañana.

No sólo su aspecto era raro si no también la forma en la que actuaba. Era cierto que él no era la persona más sonriente del mundo pero nunca antes lo había visto con semejante cara, parecía tener ganas de desaparecer de este mundo y me costaba un poco entender sus razones.

Se perfectamente que sus palabras duras no fueron precisamente por el tonto castigo, habíamos estado metidos en líos peores; la diferencia es que en esta ocasión sus padres si se habían enterado. A pesar de que llevaba años conviviendo con esos señores, yo nunca había entendido su forma de ser, eran tan rígidos y serios que llegaba a intimidarte tan solo su presencia.

En ese aspecto si que compadecía a mi amigo, tenía unos padres jodidamente estrictos y absolutamente perfeccionistas, esa era la razón por la que Jay era obligado a ser completamente prefecto, sería una deshonra para sus padres si no lo fuera. Sabía muy bien que Jay tenía mucha presión encima gracias a ellos pero nunca antes lo había visto explotar tan repentinamente, siempre lograba adivinar los momentos en los que no estaba en su mejor ánimo pero esta mañana apenas pude saber que rayos le sucedía.

Admito de primera mano que tuve unas ganas inmensas de meterle un golpe para que dejara de comportarse como un idiota y me dijera de una vez que coño le sucedía pero sabía que así no funcionaba, al menos no con él. Si de verdad deseas que Jayson te cuente algo, te conteste algo o simplemente te tome en cuanta debes saber que la paciencia es lo indispensable.

No puedes llegar y asfixiarlo con preguntas o reclamos por que es muy probable que te mande al demonio y se aleje, así era él, si se sentía aprisionado huiría, simplemente por que es la forma en la que él se mantiene a salvo y mantiene a salvo al resto. Aquello lo había entendido luego de tantos años de amistad con ese bastardo.

Es por eso que en el momento en que no lo vi entrar a la primera clase me preocupe, si él no aparecía era por dos simples razones; La primera era que posiblemente se había ido a casa pero la veía poco probable, la segunda es que hubiera huido a su escondite secreto en la escuela, aquel lugar que mantenía sólo para él y que nunca me había querido enseñar porque decía que no pensaba dejar que lo utilizará para follar.

Me decidí completamente por la segunda opción tomando en cuenta el cariño que le tenía a su rincón secreto, intente concentrarme en clases y me asegure de tomar notas por ambos por si las necesitaba, cosa poco probable ya que el bastardo era un genio de quinta pero de igual forma decidí hacerlo.

Me la pase clase tras clase esperando su llegada, miraba a la puerta como si intentará invocarlo pero nunca se digno a aparecer ; luego de escuchar el timbre del almuerzo supe que Jayson definitivamente había huido, cosa que hacía con demasiada frecuencia como para llegar a ser extraño, con el tiempo aprendí que sus pequeñas desapariciones solo significaban una cosa, mi amigo de verdad no estaba en sus mejores días.

Así que teniendo ese claro pensamiento en mi cabeza, decidí encaminarme a la cafetería junto con el resto de los chicos.

—¿Entonces no se siente bien? Creí que me había ignorado sin razón alguna —Soltó Cameron enseñándome los mensajes que le había enviado a Jay y que por supuesto él había ignorado.

—Bueno menos mal que Allan apareció antes de que enviaras esos bellos insultos que tenías planeado mandarle, simplemente por dejarte en visto —Sonreí a medias ignorándolos a ambos por un instante y tomando varias cosas de la barra, si Jayson no llegaba a tiempo para el almuerzo posiblemente ya no alcanzaría nada bueno de esta comida —¿Piensas comerte todo eso? —Inquirió Thomas viéndome tomar dos pedazos más de pizza.

𝖫𝗈𝗌 𝖯𝖾𝗇𝗌𝖺𝗆𝗂𝖾𝗇𝗍𝗈𝗌 𝖣𝖾 𝖩𝖺𝗒 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora