Él vivía con la cabeza en otro mundo y la vista en su cuaderno, su forma de ver al mundo era algo caótica y realista, tanto así que no se permitía tener sueños que no estuvieran sujetos a la realidad.
El Caos en el que vivía no le permitía averigu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me meto una papa a la boca mientras observó como Leah muerde su hamburguesa y sonríe con su boca machada de cátsup. Luego de haber salido de la pista, Jayson nos trajo a un lugar de comida rápida, todos habíamos pedido hamburguesas con papas y los niños incluso habían pedido postre.
—Quiero casarme con esta hamburguesa —Hablo en alto mientras le doy una mordida a mi comida y los niños sonríen asintiendo con sus cabezas, como si estuvieran totalmente de acuerdo conmigo —No había probado una como esta en la vida.
En cuanto Jayson me había dicho que conocía el mejor lugar de comida rápida creí que mentía pero había sido totalmente verdad, no le tenía mucha fe al ver el local medio vacío y tan tranquilo, era atendido por una pareja que eran tan amables y cordiales qué te hacían sentir como en casa con tan solo una sonrisa.
—Yo te dije que era el mejor, ellos dos tienen una especie de receta mágica y no hay comida que se le compare —Jayson besa su hamburguesa doble y le da una mordida —Descubrí este lugar con mi abuelo cuando tenía ocho, me trajo aquí a mi y a Allan en mí cumpleaños.
—¿Tu abuelo vive aquí? —Le pregunto aunque la respuesta era clara.
—No, mis abuelos viven en Canadá, justamente en Toronto asique los veo muy poco.
—¿Tus abuelos viven en Toronto??? —No oculto mi entusiasmo al oír de ese lugar, lo he querido visitar desde que era niña y veía aquellas películas de romance qué lo hacían ver tan bonito y maravilloso.
—Si, es un lugar enorme y con mucho por ver, mucho mejor que aquí.
—Bueno jamás he ido pero estoy segura que si, las películas no mienten.
—Yo te lo puedo confirmar, es increíble —Sonríe y se roba una de mis papas.
—¡Oye! No robes mi comida, tu tenias las tuyas.
—Si pero me las termine y tu tienes aun.
—Pues cómprate más, eres millonario.
—Eso no tiene nada que ver, yo quiero tus papas.
—¿Por qué?
—No se, me agrada ver como te molestas cuando me las como —Lo miro con molestia y solo sonríe más.
Todo mundo termina de comer menos yo y por primera vez odio ser tan lenta, no es mi culpa que yo si disfrute de la comida y el resto no.
Los niños son los primeros en abandonar la mesa por que se aburren sin nada que hacer y se van a él rincón para juegos, qué es un pequeño espacio en el local adaptado para los pequeños.
Ahora solo estamos Jayson y yo sentados uno frente al otro, él ya no tenía nada más por comer y sin embargo seguía ahí esperando a que yo terminará toda mi comida.
—Tu termina de comer, yo vigilo a los monstruos desde aquí.
—Esta bien, no me presiones qué mientras más me digas más voy a tardar —Se ríe por lo bajo y asiente con la cabeza.
