·Leon S. Kennedy - Infinite Darkness·

6.2K 378 1
                                    

Título: Pillados.

Título: Pillados

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Pov. Omnisciente.

Te encontrabas en una de las salas del submarino, sola y recuperándote de una pesadilla relacionada con Racoon City.

Tres golpecitos a la puerta sonaron.

– ¿Tn? –

– Pasa. – Fue lo único que dijiste.

Leon se adentró en la habitación y se acercó a ti.

– Eh, ¿Todo bien? – Te preguntó sentándose a tu lado en una de aquellas frías sillas.

– Sí, solo ha sido una pesadilla, no tiene importancia. – Le contestaste, sobandote la cien.

Puso una mano en tu espalda, paseandola de arriba a abajo en un intento de darte ánimos. Por mucho que pudiera parecer una tontería, aquello consiguió darte paz. Te hacía sentir que no estabas sola y que aquello solo había sido un mal sueño.

– Siempre estás ahí cuando necesito a alguien. ¿Cómo lo haces? – Le sonreíste de forma sincera, sacandole una pequeña risita con tu pregunta.

– Ya te dije que no volvería a dejarte sola, no después de Racoon City. – Te confesó.

Te sentiste mal por hacerle recordar todo lo que pasó aquel día. Eras la compañera de Leon, la que en teoría iba a quedar asignada junto a él en el departamento de policía. Tu conseguiste sobrevivir en la comisaría hasta que llegó el. Ambos tratasteis de salir de ahí, pero en un momento dado tuvisteis que separaros y para tu mala suerte fuiste atrapada por el gigante, el cual casi te mata. Leon te salvó, y desde entonces no puede despegar sus ojos de ti.

Te acercaste a él con una pequeña sonrisa surcando tu rostro.

Él se acercó de la misma manera y vuestros rostros quedaron a centímetros.

Llevó su mano hasta tu muslo sobandolo un poco.

No esperaste más y juntaste vuestras bocas en un largo y pasional beso.

Con sus manos, te empujó hacia él, haciéndote saber que quería que te subieras sobre él. Cosa que no dudaste en hacer.

Una vez te subiste sobre su regazo, el beso se tornó más intenso. Mordía tus labios a la vez que sus manos te apretaban contra él.

Al menos cuando estabais juntos y solos, todo el terror vivido se disipaba. Caer en los brazos el uno del otro era vuestra forma de evadir el dolor.

– Leon.- Susurraste en un pequeño jadeo. – No creo que sea conveniente hacerlo, podría entrar alguien. –

Él respiró hondo y asintió dándote la razón. Aún así no dejó que te levantaras de encima suyo. En cuanto trataste de quitarte, él afirmó todavía más sus manos a tu cintura.

Sus ojos traviesos analizaban tu rostro buscando alguna reacción.

No te dió tiempo a decirle nada cuando la puerta de la sala se abrió de golpe.

– Vaya Kennedy, me habían dicho que eras bueno con las mujeres pero no esperaba que tanto como para esto. – Habló señalandoos.

Un hombre alto y corpulento se adentró en la sala a paso lento.

Esta vez, Leon si apartó sus manos de ti para que te separaras y se levantó, quedando frente al otro sujeto.

– Pensaba que sabías llamar a la puerta. – Le contestó con un tono amenazante el rubio.

Tu, al distinguir enseguida aquel tono, te acercaste a ellos, posicionandote a un lado de ambos, creando una separación.

– No te preocupes muñeca, no le haré nada a tu novio. – Se burló.

– Mas te vale. – Respondiste ahora tu lanzándole una mala mirada.

Leon sonrió orgulloso al ver como lo defendías.

El agente suspiró con cansancio y se dió la vuelta saliendo de allí y cerrando la puerta tras de sí.

– Menos mal que tú eres la pacífica. – Se río.

– Eres un capullo. – Le diste un suave golpe con el puño en el hombro para luego apoyarte en una de las mesas y volver a conversar con él.


RESIDENT EVIL - ONE SHOTSWhere stories live. Discover now