Aquí encontrareis una recopilación de One-shots/Imaginas totalmente originales de nuestros personajes favoritos de la saga de videojuegos, series y películas animadas de Resident Evil.
· Personaje x Fem (Tn = Tu nombre). También puede haber Personaj...
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Imagina: El virus nunca se extendió por Racoon City. Leon y Tn son agentes en la R.P.D (Departamento de Policía de Racoon City).
Pov. Omnisciente.
Las mañanas en la comisaría eran frías y, por norma general, bastante aburridas. Los agentes iban y venían constantemente, atendiendo denuncias, redactando informes, y, en ocasiones, llevando detenidos a las celdas. Podría decirse que la gran mayoría de los que trabajaban en el edificio no eran más que funcionarios acostumbrados a la rutina.
Todos menos Leon. El joven muchacho parecía escapar con soltura del aburrimiento, pues llevaba meses admirando a uno de los suyos. Más bien a una.
Y es que a pesar de que llevaba apenas un tiempo en el cuerpo, no pudo evitar fijarse desde el primer día en una linda policía que entraba en los turnos de noche. Para su mala suerte su turno era de mañana y apenas podía cruzarse con ella unos pocos minutos cada día.
Siempre llegaba antes y se quedaba tiempo de más en los vestuarios. Entreteniéndose hablando con alguien, o doblando más de dos veces su ropa de civil antes de ponerse el chaleco, solo para poder verla entrar con el uniforme puesto y posteriormente verla salir con sus bonitos vaqueros y sus chupas de cuero.
Había días en los que se alegraba simplemente de verla lucir alguna que otra camiseta con el logo de alguna banda conocida que a él también le gustara, o de verla sonreír al darse cuenta de que no debería quedarse de guardia en la comisaría haciendo horas extra.
En ocasiones, Leon se sentía extraño por hacer aquello, no quería parecer desesperado ni nada parecido. Aunque pensándolo bien, al menos sabía disimular y no la incomodaba.
Sacudió la cabeza despejando su mente de todos aquellos pensamientos y cerró la taquilla con algo de pesadez. La muchacha no había aparecido por la puerta del vestuario como lo hacía siempre a esa hora.
Leon suspiró viendo la hora en el reloj colgado de la pared que tenía a su izquierda. No podía esperar más para verla, debía salir a patrullar con su compañero.
Lo más probable es que ella hubiera llegado antes a comisaría al no haber avisos en la radio y se fuera a casa.
"Habrá sido una noche tranquila". Pensó él.
Caminó a paso rápido por los pasillos de la comisaría, bajando las escaleras que lo conducían a la puerta trasera, desde donde accedían al aparcamiento interior y traían a los detenidos.
No fue hasta que llegó al lugar, que vio cómo de repente dos policías mantenían a un sujeto tirado en el suelo boca abajo.
– ¡SOLTADME CABRONES! ¡SOIS TODOS UNOS CABRONES! – Gritaba con frenesí el hombre. – ¡VOY A MATAROS A TODOS! ¡EMPEZANDO POR ESA ZORRA! –
