Nuestra canción

466 21 17
                                    

Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, son de Disney y de Marvel. Solo la historia y los personajes que no reconzocan son míos. 

NOTA: Negritas en ruso. 

Para msgabrielabueno 

A ciegas nos entregamos aunque muchos se opusieran

Disimulamos nuestro amor

Nos inventamos en cada rincón

Nuestra canción

Bucky Barnes no podía creer lo que estaba viviendo. Aparentemente, enfrentarse a un titán sociopata después de estar desaparecido por cinco años te garantizaba el perdón de todos los países. Ahora era un hombre libre y no sabía que hacer con eso.

—Hola, soldat—una voz que adoraba lo hizo sonreír—¿Has pensado en lo que te dije?

Los brazos de Natasha se habían enrollado alrededor de su cuello. Aunque había vivido decenas de torturas distintas a lo largo de su vida, nada se comparaba con haberse enterado que la mujer que amaba estaba muerta. Steve se lo dijo, rompiéndolo por dentro, pero le prometió que la encontraría. Durante seis meses, los dos hombres, junto con el doctor Banner, habían trabajado codo a codo hasta recuperarla.

—No lo sé, tishina—Bucky sonrió de lado—¿Podrás pasar tanto tiempo sin hacer nada?

La risa de Natasha llenó al soldado, haciendo que apretara delicadamente sus manos en las de ella.

—Siempre puedo probar algo nuevo—dijo la espía—Además, Yelena querrá visitarme y será divertido volver a ser hermanas un tiempo.

Bucky rodó los ojos. Cuando la princesa Shuri le propuso volver a Wakanda para terminar con los tratamientos que liberarían su mente, no pensó que su cuñada los acompañaría. No podía culparlas, habían estado demasiado tiempo separadas.

—No vivirá con nosotros—amenazó Bucky.

Natasha lo golpeó en el hombro, divertida.

—¡Todo esto parece salido de una película de ciencia ficción!—dijo Yelena—¡Siento que estoy en la Guerra de las Galaxias!

—No dejes que la princesa oiga eso—se burló el sargento.

Después de unos cuantos meses de planear aquel viaje, habían partido en un avión privado a la capital de aquel país. Natasha sentía que dejaba demasiadas cosas pendientes en Estados Unidos, pero Bucky la convenció de que siempre podrían volver. La pareja tenía su propio apartamento, con una habitación para Yelena. Se instalaron rápidamente, disfrutando de la reciente apertura del país africano al resto del mundo.

—¿Quieres que te acompañe, James?

—Me gustaría mucho, Natalia.

El día antes de la primera reunión con los científicos de Wakanda, Bucky estaba a punto de arrepentirse. Había sido Natasha la que lo convenció de intentarlo una vez, jurándole que estaría a su lado como había sido desde que se conocieron en la Sala Roja.

—Todo saldrá bien, ya lo verás.

Escucharon atentamente los diagnósticos y protocolos de los médicos, aunque el soldado del invierno entendía la mitad de esas palabras. Se recostó en la máquina especializada, con la mano de su novia firmemente apretada junto a la suya.

—Dormirá un gran rato—dijo Okoye—Podrías venir a dar una vuelta con las reclutas, Romanoff.

Natasha asintió con la cabeza, besando discretamente la mano de James antes de partir. Mientras caminaban por los laboratorios, la líder de las Dora Milaje le explicaba algunos de los experimentos en los que la princesa Shuri trabajaba.

Inverno Rojo || One shots BuckyNat / WinterWidowWhere stories live. Discover now