Inverno Rojo || One shots BuckyNat / WinterWidow

Te estaba esperando ( I've been waiting for you)

Disclaimer: Ni la canción, ni Bucky, ni Natasha me pertenecen. Solo la historia.

"Yo he conocido el amor antes. Yo creí que no habría más para cambiarme de dirección, aún así es verdaderamente nuevo para mí, este cariño."

La temible Viuda Negra se encontraba paralizada después del chasquido de Thanos. No podía creer que les ganaron. Tal vez pecaba de ególatra, pero sentía que a los Vengadores unidos nada los podía vencer, y esa había sido la peor decepción que había sufrido. Veía a su alrededor buscando rastros de supervivientes y al no encontrar a ninguno de sus amigos comenzó a correr desesperadamente hacia el centro de la batalla. Al llegar al lugar se encontró con Steve Rogers quien le impidió seguir avanzando.

—Natasha, tienes que calmarte — musitó el soldado, sosteniéndola fuertemente entre sus brazos.

—James...— susurraba Natasha entre jadeos de desesperación — ¡Steve! ¡Necesitamos ir a buscar a James! ¡Puede estar herido! — gritaba angustiada.

—Nat, tienes que ser fuerte — Steve tomó el rostro de su amiga entre sus manos — Bucky se ha ido —.

— ¿Qué? — la incredulidad de la Viuda Negra era palpable hasta en el eco que se escuchaba alrededor de Wakanda. —¡No! ¡Eso no es cierto! — gritó separándose de Steve y corriendo hacia el último lugar donde lo había visto. Allí encontró un montículo de cenizas junto a la pistola que el soldado del invierno le había robado. Derrotada, se dejó caer en el lugar. Nada tenía sentido en su vida si él ya no estaba allí. No era posible que hubieran perdido y mucho menos que James hubiese desaparecido con el simple chasquido de dedos de un extraterrestre. Todo era tan ridículo que no podía ser verdad. No supo cuanto tiempo se mantuvo en la misma posición, junto a las cenizas a las que se había reducido el amor de su vida, hasta que la mano de Bruce Banner se posó en su hombro, haciéndola levantarse del suelo y caminar a su lado hasta el palacio de Wakanda.

El lugar estaba desierto, salvo por la reina madre. El corazón de Natasha se fue a sus pies cuando se dió cuenta de que tampoco la princesa Shuri había sobrevivido. Ella había sido la encargada de hacer que James pudiera dejar atrás la programación de H.Y.D.R.A. y vivir los últimos meses en paz. Sobre todo, era por ella que Natasha y James pudieran estar juntos de nuevo. Las lágrimas se acumularon en sus ojos, mientras veía a lo que quedaba de su equipo juntarse en la sala principal del palacio, aunque estar allí no se sentía correcto sin T'Challa. Estar allí no era correcto simplemente porque habían fracasado. No merecían nada. Por primera vez en su vida, Natasha pensó que no quería vivir. No quería seguir respirando en un mundo sin James Buchanan Barnes.

En una especie de estupor y shock, los Vengadores restantes regresaron a Nueva York, a la antigua base donde solían vivir. A Natasha le hacía bien estar en ese lugar pues le daba una motivación para seguir adelante: aunque hubieran perdido, tenían que seguir defendiendo al universo. Las semanas pasaban y mientras todos trataban de ayudar lo mejor posible, Natasha comenzó a sentirse mal: mareos, cansancio, desmayos y otros síntomas que la espía rusa atribuía al estrés ocasionado por la batalla y al dolor por la perdida de James. A la quinta semana decidió que no podía seguir así y fue a consultar con la doctora Cho, quien afortunadamente había sobrevivido al chasquido, recibiendo así la noticia de su vida: estaba esperando un hijo del soldado del invierno.

Te llevaré conmigo todo el camino

Y tú escogerás el día en el que

vengas a conocerme

Seré una buena madre, lo juro