El Reloj (+ 18)

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Disclaimer: Ni la canción, ni los Vengadores me pertenecen. Solo la historia y los personajes que no conozcan son míos. La idea original me la dieron mis amiguitas 

NOTA: LETRAS EN NEGRITA ES RUSO. 

Reloj detén tu camino, porque mi vida se apaga. Ella es la estrella que alumbra mi ser, yo sin su amor no soy nada. Detén el tiempo en tus manos, haz de esta noche perpetua, para que nunca se vaya de mí, para que nunca amanezca.

Natalia Alianovna Romanova era la espía por excelencia, la manzana dorada de la KGB, y se jactaba de serlo. Hacía siempre su mayor esfuerzo para que todos los trabajos y misiones que realizaba fueran limpios y dejando los menores estragos posibles. Tenía la capacidad de no dejar huella y de hacer caer a tantos como pudiera en su red de intrigas y asesinatos, razones por las que la llamaban "Viuda Negra". La eficiencia de su trabajo dejaba tan deslumbrada a la organización para la que servía, la KGB, que en ocasiones la enviaban a misiones que debían ser para más de dos o tres personas.

En general Natalia trabajaba muy bien, solo había una persona que podía desconcentrarla y ese era el Soldado del Invierno. Había sido enviado desde una organización rival, H.Y.D.R.A, con el objetivo de perfeccionar los entrenamientos que le habían sido dados a Natalia y al resto de los espías de la Sala Roja; pero terminó haciendo un excelente equipo con la joven Viuda Negra, así que fueron enviados a realizar algunas misiones en equipo. Misiones que requerían esconderse, o pasar de incógnito, o en las que debían recuperar algo que fuera en extremo peligroso y pudiera hacer peligrar sus vidas. Al principio era una relación meramente profesional, en la que colaboraban como un equipo de lucha y se ayudaban a cumplir los objetivos de las misiones. Pero eso comenzó a cambiar cuando necesitaban reducir el estrés y pasaban mucho tiempo escondidos en espacios pequeños.

Natalia era una mujer bastante joven, llena de exuberante sensualidad, una maestra en el arte de la seducción y además de todo, era coqueta sin necesidad de esforzarse; cualidades que le llegaban a las hormonas del Soldado del Invierno quien no recordaba haber conocido mujer alguna en su vida, pues a él lo metían en las cámaras criogénicas, para congelarlo de nuevo, en cuanto terminaban sus misiones. Así que quedó cautivado con la pequeña mujer que se sentaba a su lado al terminar cada misión y que le calentaba la cama en aquellos días de incógnito. Todo comenzó una noche en la que tenían que monitorear a los nietos de una Condesa, pero les habían dado la misión equivocada y tuvieron que quedarse encerrados en una pequeña cabaña durante dos horas.

En aquel recóndito lugar de la Patagonia, Natalia besó a James por primera vez. Se sentía también al besarlo, era como tener una vida propia, era tener la libertad de elegir. Y James se sintió como un humano, y no como un robot o como un arma, por primera vez vez desde que podía recordar. Así que correspondió a ese beso con todo el entusiasmo del que era capaz, terminando en una noche entera haciendo el amor de una forma desordenada y pasional, llena de deseos y promesas ocultas. Aunque ese mismo día se tuvieron que separar, la pareja supo que permanecerían en el corazón del otro. James le confesó su nombre a Natalia y le prometió que la buscaría siempre y que no la olvidaría por más torturas a la que H.Y.D.R.A. lo sometiera.

Y el soldado cumplió su promesa. Solía esforzarse por verla en cada misión que pudiera dejarle un poco de libertad y donde supiera que Natalia no estuviera vigilada; mientras que ella le prometía que se guardaría para él, cosa que era fácil pues así como podía seducir podía someterlos y evitar estar con ellos. Entonces Natalia esperaba a sus encuentros con James con toda la alegría del mundo pues había una enorme diferencia entre tener sexo y hacer el amor, y ahora que la había aprendido no la iba a perder. Cada vez que James aparecía, entrando por la ventana del hotel de mala muerte o de la casa de seguridad donde se escondiera Natalia, ella saltaba a sus brazos y lo cubría de besos. Solo con él se permitía sentir y expresar, tener todo aquello que la hacía una humana funcional.

Inverno Rojo || One shots BuckyNat / WinterWidowWhere stories live. Discover now