A Las Tres || G×G©

Capítulo 1: Accidente con un Café

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El fresco viento golpeaba su cara mientras se maldecía una y otra vez por haber olvidado su auricular en la oficina, lamentablemente se dio cuenta de ello a dos calles de su casa.

Camino en dirección opuesta a la mayoría de las personas, que se estaban dirigiendo hacia el parque. Bueno siendo arrastrados por sus hijos o sobrinos, Dios sabrá.

El grito de los niños que ya se encontraban jugando le hizo bufar, por algo no quería tener hijos. Bueno eso da para malinterpretar sus razones al tomar esa decisión; pero sinceramente cree que no nació para tener hijos y mucho menos llenaría la vida de un inocente de total infelicidad.

Un nuevo suspiro llegó.

De hecho el día de hoy todo le irritaba, y lo único que le daba un poquito de ánimos es que se tomó un buen rato para diseñar en el café para luego ir a su casa.

Iba a darle un sorbo a su latte de vainilla pero extrañamente este terminó bañando su cara y derramándose en su ropa. Tosio.

__ ¡Te dije que te fijes! __ el grito de una persona le hizo abrir sus ojos, al mismo tiempo que sintió el frío recorrer su cuerpo, tan rápido como lo que acaba de suceder.

__ Mierda... __ murmuró reaccionando de manera tardía para sacudir su ropa y evitar que este se manche en su totalidad; pero alguien mas se acerco y le tendió la mano, podría haber reaccionado de mala manera pero cuando llegó a su campo de visión noto las toallitas de papel que le extendía una joven chica.

__ Mil disculpas, mi amiga vino payaseando y te chocó sin querer __ la joven lo dijo de manera seria, pero cambió a un tono burlón cuando se refirió a la causante del accidente. La mujer que fue perjudicada levantó la mirada para observar a las dos chicas que parecían estar apenadas.

__ Yo lo haré... __ usó un tono duro a pesar de no estar enojada, arrebato de la mano de la joven cuando esta intentó ayudarla a secar la parte de su ropa afectada, pero no había caso su camisa estaba totalmente destruida, bueno totalmente manchada. Y la atención de las personas a su alrededor se centraba en ellas.

__ Tengo una camisa de repuesto, te la voy a dar para que te cambies __ antes de que pueda negarse o intente hacer algo para evitar la amabilidad de esta mujer ya tenía la prenda en su mano __ Quítate esa camisa, lo llevare a limpiar __ dijo como si nada. La sangre corrió a su cara y cada arteria se llenó de sangre coloreándola.

__ ¡¿Aquí?! __ gritó despavorida, observando de un lado a otro. Mientras la sola idea de quitarse la camisa en ese lugar empeoraba la situación de su cara. ¿Qué clase de persona cree que era ella? Y no mejoró cuando la otra comenzó a reírse de su persona, como si lo que dijo fuese tan gracioso.

__ ¡NO! __ exclamó la joven que recién notaba que tenía una remera perteneciente a una universidad. __ Hay un baño público, mmm... pero te recomiendo entrar en el del café. Sabes... por motivos salubres __ y entonces se dio la vuelta; mirando en dirección del local recientemente donde ella había salido.

__ Si, si... claro... __ apenada miro a la chica y luego se dio la vuelta para caminar en dirección al local mientras escuchaba el murmullo de las dos chicas que venían atrás de ella. Se metió al local y no se molestó en saludar al encargado del que recientemente se había despedido, solo fue directamente al baño con la camisa ajena en sus manos.

No se moleste en meterse en algún cubículo para cambiarse de ropa, simplemente bajo su mochila sobre el lavado y comenzó a desabotonar su camisa. Cuando terminó con los botones, prendió el grifo y comenzó a mojar sus manos para luego limpiarse el área de sus pechos que ahora mismo estaba un poco pegajoso por la cantidad de azúcar que contiene su café, al no quitar su sostén la prenda terminó mojándose y ya que ella ahora mismo no prestaba atención a quienes entraban y salían, la persona que hace unos momentos le entregaba una camisa estaba obteniendo una vista agradable y sensual ante sus ojos. Hasta que la mujer semidesnuda levantó la mirada a su reflejo y noto su presencia.