Capítulo 3: Cita 1, ¡Confirmada!.

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Él ruido de sus propios zapatos le estaba fastidiando, se había levantado muy temprano para poder estar lista a hora y no obtener una llegada tardía. Pero todo fue en vano, ya que se había perdido como dos horas diseñando. 

__ ¡Mimi!... __ gritó el nombre del gatito y este enseguida se presentó corriendo a su encuentro. __ Te deje comida y agua, también un poco de atún no te lo acabes del todo. Hoy saldré a la misma hora de siempre te amo peque __ Delcy se sintió totalmente herida cuando su preciada mascota solo dio media vuelta y regresó a de donde recientemente había salido a su encuentro. Restando total importancia a lo que le dijo, debería buscarse otro gato. 

Aunque eso sería más responsabilidad de la que puede manejar. 

Su noble trabajo quedaba lejos, por lo cual solo tenía que salir media hora antes y estaría a tiempo de su hora de entrada. Pero el caso es que iban faltando quince minutos para su entrada y no era de lo más cómodo ir casi corriendo con esos zapatos con tacones. El fresquete mañanero golpeaba en su cara y el viento desordenaba su pelo, saludando a más de una persona con el movimiento de sus manos sin pronunciar palabras. 

Diviso rápidamente al otro lado de la calle su lugar de trabajo, en medio de tantos edificios pintorescos estaba el de ella. Esperó para cruzar la calle, mirando de un lado a otro y nuevamente pasó corriendo. 

Esta vez no hubo ni una persona que le chocó, ya sea por accidente o intencional. 

Faltando apenas un minuto para su hora de entrada pudo pasar su tarjeta por el registro de llegadas. 

__ Vives cerca y llegas tarde __ con una taza de café alguien cruzó a su lado mientras reía por su algo penosa situación. 

__ Desventajas de creer que tengo todo a mi favor __ intentó bromear mientras ingresaba el suficiente oxígeno a sus pulmones. No quería hablar con esa mujer, era de otra área del trabajo a la que ella no pertenecía. Entonces solamente se dio la vuelta y tomó un rumbo hacia el baño, una arregladita y a sumergirse por ocho horas en una oficina tratando de concentrarse como lo hizo esta mañana. 

Ahora que lo recordaba, a la mañana había leído unos mensajes pero no respondió ninguno. Al terminar de arreglar su pelo sacó su móvil de su cartera y se puso a revisar. 

Únicamente no había abierto uno, y era la perteneciente a la que casualmente acaparaba su mente mientras ella trazaba los dibujos esta mañana, pasó saliva y por fin abrió el chat. 

-"Tú camisa esta lista, te lo entrego hoy a las tres de la tarde en la plaza frente al Café donde tuvimos el percance"- 

__ ¿Me está ordenando? __ sus mejillas se pusieron rojas al leer los mensajes. En varios textos separados le había puesto incluso la palabra "linda" después de un saludo. Sonrío de manera estúpida al momento de leer su nombre, incluso eso era hermoso. __ Rydel... __ susurró bajito, degustando el nombre contrario al pronunciarlo. Se mordió el labio inferior para evitar una sonrisa más. 

Así que la dueña de sus pensamientos desde temprano a la mañana se llamaba Rydel. 

Lo pensó varias veces antes de responder. No porque estuviese nerviosa, mas bien porque no sabia que respuesta darle. 

La chica no le estaba dando una opción más, solamente la de ir a recoger su camisa a las tres de la tarde el día de hoy. 

Soltó un suspiro antes de armarse de valor y dar una respuesta. 

-'me parece bien a esa hora, disculpa la demora en responder'- 

Sus mejillas se tornaron nuevamente rojas cuando al momento de responder la otra persona se conectó. Y no fue capaz de quedarse conectada cuando figuró que leyó y estaba escribiendo una respuesta. 

A Las Tres || G×G©Where stories live. Discover now