A Las Tres || G×G©

Capítulo 7: Quién le pregunta a Delcy, es porque desconfía de su capacidad.

Buenos días, tardes, noches.
Pero bueno xd.

××××

Nayla y Delcy miraban con esperando atención a que su amigo -aún- tumbado en el piso reaccionando, tal vez la técnica que había recomendado Rydel no funcionaba.

__ ¿Segura de que es enfermera? __ preguntó Nayla ya preocupada. __ Ya pasaron varios minutos y aún no reacciona __ Delcy miro a quien estaba a su lado.

__ Confío en lo que dijo, además si Fabri se muere le hace un favor al mundo entero __

Y como si aquello fuese una invocación demoníaca, una clave de wifi o la mismísima palabra de Jesucristo en persona diciéndole que se levante de su muerte inminente.

Fabricio reaccionó, miró a ambas mujeres que sonreían entre sí y se levantó del suelo lo más rápido que pudo.

__ Para saber de ustedes y de todo el miserable universo que me rodea. Yo, no hago favores __ se dio media vuelta meneando las caderas con un ritmo coqueto y abandonó el lugar.

__ Hubieras dicho eso antes... __ Nayla susurró cerquita de Delcy, esta indicando dándole la razón en sus dichos. __¡Bueno! La vida sigue, el casi muerto ya vive. Así que, tú y yo vamos a trabajar otra vez. __ Delcy también la vio alejarse, y seguido vio a Fabricio ingresar de nuevo con la cara empapada y parte de su ostentoso estilo caro del día.

__ Han manchado mí camisa __ se acercó con un puchero en sus labios mientras señalaba la parte trasera de su ropa. __ ¿A quién se le ocurrió tumbarme en el piso? __ pregunto enojado.

Delcy se encogió de hombros, si él mismo se había caído al momento de desmayarse. Eso no era más problema de ellas.

__ Te compraré uno nuevo __ dijo sin rodeos, no quería discutir en este momento con Fabricio. El chico enarco una ceja al momento de cruzarse de brazos y lanzarle una mirada sugerente.

__ Pensé que me desnudaras y llevarías mi camisa a la lavar __ estalló en carcajadas al ver la cara que puso la mujer. __ Era broma estúpida, ya se que eres un cobarde de mierda __ el insulto salió y el encargado de haber liberado un poco de veneno se encaminó a su escritorio.

Delcy se quedó en silencio viendo como sus amigos volvían a realizar sus bocetos de manera cautelosa, mientras que los de ella seguían esparcidos por todo el escritorio y ninguno agarraba forma. Estaba muy lejos de ser un boceto formado para un buen diseño, el único que podría salvar de ellos fue el que realizó a la madrugada.

Cuando el color rubio sugerente no tan excesivo del pelo de Rydel había llegado a su mente, ya causa de ello; se produjo un diseño ligeramente acampanado y con un color atractivo. Sin escapar a lo excesivo, era un tono Topacio Citrino perfectamente abigarrado, con la armonía perfecta de lo que tenía en la mente sobre la fuente de inspiración.

Y ahí estaba mirando el diseño terminado, notando algunos detalles suaves en él. No había excesos, eran simplemente unos surcados que le daban el toque de elegancia necesario.

Su enfoque no iba exactamente en esos detalles cuando observaba el diseño.

No obstante, ella tenía el pelo bien recogido y con unos hombres sueltos. Una vaga imaginación recorrió su mente, hoy lo tenía recogido de la misma manera; ¿sería suave?.

Se sentó en su silla, la reclinó un poco y terminó mirando el techo.

Si pensar en ella y su pelo recogido le daba esa sensación de un diseño agradable, tal vez si pensaba en otras partes de ella como sus ojos o su labios tal vez obtendría un nuevo boceto, con colores hermosos y significados preciados para ella.