A Las Tres || G×G©

Capítulo 8: No diga eso mi Lic.

Yo cuando mi amigo Lic de Radiología dice que no puede arreglar mi radio :(

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El silencio del pasillo del hospital daba escalofríos, pero no daba más miedo que la cara enojada de Luz mientras mira a Rydel intentando hacer una vía a una señora anciana que está por desmayarse, ya no pudiendo aguantar ver el sufrimiento de la señora se acercó a su compañera. 

__ Me permite ayudar a realizar la vía... __ dijo en voz baja, Rydel la miró y le entregó el catéter y la señora parecía poder respirar al fin. __ Señora puede formar un puño para facilitar realizarle la vía __ la señora rápidamente hizo lo que se le pidió. 

En un momento ya estaba lista la vía, y la señora estaba recibiendo su medicación como era debido. 

Pasaron los minutos y el silencio rodeaba el lugar, era raro en el hospital y más en uno público. Pero era comprensible también siendo las diez de la noche, Rydel observaba en silencio a su amiga quien se mantenía atenta al goteo de la medicación. 

Sabía que Luz estaba enojada con ella por alguna razón, pero no captaba cual. Su vida se basaba en hacer o decir estupideces, ¿cual de esos sería el problema?. 

__ Ya se terminó su medicación señora, ahora puede recostarse y dormir __ eso la sacó de su ensueño, rápidamente ayudó a la señora a recostarse mientras Luz cerraba la vía. 

Ambas se despidieron de la anciana y salieron de la habitación en silencio, y eso no cambió hasta que llegaron al área de oficinas. 

__ Anota la medicación Rydel, y firma __ Luz salió del lugar dejándola sola, ella se dispuso a escribir en su hoja de guardia el procedimiento que había realizado. Dejó su firma y salió a recorrer nuevamente en busca de Luz, pero aprovechando de mirar a los pacientes que le tocaba en su guardia de ese día. 

Las habían cambiado ese día, después de mucho tiempo, al área de urgencias en adultos mayores. Por lo que le fue fácil encontrar a Luz conversando con un paciente que estaba en sus últimos días en el hospital. 

La señora era amable, pero no estaba bajo el encargo de ellas. Aún así, su compañera se detuvo a saludarle y de ahí empezó la conversación. 

Ella las escuchó en silencio y poco a poco fue comprendiendo la situación de la señora, y su verdadera realidad. Contándole una historia que podría pasarle a cualquiera, y ellas más que nadie lo sabía. 

El abandono familiar a los adultos mayores era el pan de cada día en los hospitales, y era muy triste. Y, con más razón si la persona está en un momento difícil en la que el apoyo emocional familiar era muy necesario. 

Rydel en ningún momento interfiere, al igual que Luz. Solamente escuchandoon a la señora hablar de lo difícil que era estar sola en el hospital, y de cómo algunas de las licenciadas no tenían paciencia con los pacientes.

Otra dura realidad que ellas mismas notaban, habían tantas cosas que te estrujaban el corazón y que no te enseñaban en la universidad. Cosas simples que te sacan lágrimas al escucharlas o verlas, y que te llenan de rabia. 

Pero como solo eres una practicante no puedes hacer nada al respecto. Porque te hacen de menos. 

La señora se acostó nuevamente en su camilla después de despedirse de ellas, y agradecer a su amiga porque vino a verla. Y ahí entendió todo, esa señora era conocida de Luz. 

Juntas se marcharon nuevamente de ahí, ambas en silencio hasta que Luz habló. 

__ Esa señora está sola en el hospital porque ella misma se hizo su camino __ Rydel prestó atención a lo dicho por su amiga, mientras terminaban el recorrido de la hora. __ Ella tenía dos hijos. Bueno, un hijo y una hija. __ hubo una pausa nuevamente, la rubia se aproximó más sin pronunciar palabra alguna. __ Pero echó a su hija de la casa por que era lesbiana... Y su hijo la abandonó porque quería tenerlo bajo su control entonces Rydel comprendió la situación.