Capítulo 9: Mimi no pide disculpas.

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Dos chicas caminaban por el centro de la ciudad con dirección a la parada de autobuses, una contenta porque ambas se habían disculpado por lo sucedido. Y la otra porque su amiga ya dejó de llorar. 

Luz iba parloteando sin parar y contando algo asqueroso que hizo en la guardia. 

Explicando que no deseaba que el hombre continúe internado para su próxima Guardia. 

Maldecía de vez en cuando al señor pero terminaba riéndose ante lo que había dicho también. 

Rydel la escuchaba sin dar su opinión, hasta que el tono de llamada de su celular le hizo desviar su atención al aparato. 

Y con más razón al ver quien la llamaba, rápidamente puso un dedo sobre la boca de su amiga para que guardara silencio y contestó. 

__ Buen día... __ su animada voz dejó saber de manera inmediata a su amiga con quien hablaba. __ Sí... No tengo nada que hacer esta mañana, claro. Ahí te veo... Chausitos... __ 

La rubia tenía un rubor en sus mejillas y sus ojos brillaban al momento de mirar a Luz. 

__ Podemos desayunar juntas otro día, o podemos merendar hoy... __ le dio realmente la respuesta que esperaba, Rydel le dio un abrazó y hasta levantó la mano por ella para que el colectivo parará y pudiese subirse. 

__ Dizque ser mi amiga... __ Luz se rió de cómo estaba la cara de Rydel, realmente su mejor amiga ha encontrado alguien que la vuelva loca desde el primer momento. __ Esa perra... __ se rió después de maldecir a la chica quien sacudía su mano felíz. 

Y eso que decían que no se abandonarían si la otra encontraba pareja o algo por el estilo. 

Vaya mentira, bueno ella no lo haría pero Rydel ya lo hizo.






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¿Dónde estará?. 

Esa era la pregunta constante que la ha mantenido despierta y moviendo sus muebles a diestra y siniestra desde las cinco de la mañana. 

Pero sin un poco de éxito. 

Recuerda que el día anterior lavó la camisa y la dobló de manera correcta para exactamente evitar el problema de que si se le pierde tendrá que desarreglar todo. Pero es justamente lo que sucedió, la camisa no amaneció en donde la había colocado y tampoco por toda la casa. 

__ Mimi... __ llamó al gato, este entró tranquilamente desde afuera de la casa y la miró un momento. __ Tienes que quedarte ya adentro Mimi __ el peludito maullo y sin hacerle caso a lo que le dijo regresó afuera por donde había entrado anteriormente. 

__ ¡No seas así gato malcriado! __ gritó, claro, el gato tampoco le hizo caso a su grito. 

Delcy fue tras de él y lo encontró recostado tranquilamente sobre una tela llamativa. 

Se acercó más y noto los botones ligeramente rosados y con formas de flores. 

__ Mimi... __ quería llorar, el gato tenía como su nueva sábana la camisa que ella había buscado con tanto esfuerzo. La camisa tenía unas bonitas huellas de tierra encima, que sin lugar a dudas y siendo tierra roja no saldrían más de ella. Delcy se mordió el labio inferior, con calma tomó al gato quien maullando reclamó por el acto pero no hizo nada para detenerla, es más, se llevó la camisa sucia con él. 

Ahora su casa era un desorden, y la camisa debía cambiarla. 

Más tarde después de conseguir una nueva prenda llamaría a su dueña para entregárselo y explicar el motivo del por que es diferente y no la que le dio originalmente. 

A Las Tres || G×G©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora