El día que Pau y Verona se hicieron una promesa , no sabía que un día la tendrían que cumplir. Eran dos crios jugando a ser adultos. Dos críos que escondían sus sentimientos y que nunca se atrevieron a decirse que se querían.
La vida les hizo separa...
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Lunes 29 de Enero de 2024
He dormido a duras penas. Toda la noche dando vueltas pensando en todo lo que pasó ayer. Al final me tomé una pastilla y cuando he abierto los ojos son ya las 11 de la mañana. Me levanto y paso de coger el móvil. Joana sabe que si es algo importante se puede presentar en mi casa sin problema.
Salgo de mi habitación y voy hacia la cocina porque necesito café en vena. Al entrar creo que esto viviendo mi propia pesadilla. Pau está sentado en la mesa comiendo tostadas de pan de molde mientras mira el móvil. En cuanto me ve entrar, alza sus ojos y me da una gran sonrisa.
- Hola prometida, ¿has dormido bien mi amor?
Aprieto mis labios y siento su mirada por todo mi cuerpo. El cabrón no se corta a la hora de hacerme un repaso. Y con él, yo soy débil, muy débil.
- Tu puta madre Pau. ¿Qué haces aquí?
-Me quedé a dormir. En el cuarto ese de las flores lilas
- ¿Es que no tienes casa?
-Si, pero no quería irme tan tarde
- ¿Es que no tienes que ir a entrenar?
- Entreno esta tarde
- ¿Es qué...?
- ¡Cállate ya Roni! Eres muy cansina tía -miro a Pau con mi peor mirada de odio y voy hacia la nevera a coger la leche- me gusta tu pijama
Me mira la camiseta y otra vez siento mis mejillas arder. Llevo su camiseta del Villarreal. La que me regaló cuando entré en Singers Stars.
- Te lo ponías mucho cuando estabas alli dentro -me dice mientras yo me preparó mi café
- Era una forma de tenerte conmigo Pau -le digo con total sinceridad- la gente me preguntaba mucho porqué la llevaba y yo les decía que era muy fan del Villarreal y que eras mi jugador favorito
-Pudiste contar que nos conocíamos y no lo hiciste
-No quería mezclarte con nada - encogo mis hombros y bebo un sorbo de leche
-No me hubiera importado Roni
- ¿Tú me veías?
-Siempre que podía -Pau me da una larga mirada mientras siento como mis mejillas vuelven a calentarse- odiaba a ese Miki por tocarte tanto. Odiaba cada vez que te veía pasarlo mal y no podía estar allí para consolarte. Y odié que no ganaras porque tú cantas diez mil veces mejor que todos ellos
Trago saliva mirando a Pau. Y si, un poco emocionada también. Me muerdo los labios nerviosa por tenerlo aún delante mía. Él me da una sonrisa de esas suyas, de las que hacen que se me mojen las bragas instantáneamente. Y entonces recuerdo porqué está aquí.
- Eres un gilipollas. Un egoísta de mierda, un chulo, un creído...
- Uff. Déjalo ya ¿quieres? Entre Rebeca y tú me estáis poniendo fino
