49. Así No

700 102 87
                                    

Sábado 15 de febrero de 2025

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Sábado 15 de febrero de 2025

Castillo de Lladó

Me llevo las manos al pecho intentando calmar los latidos de mi corazón. Cojo una bocanada de aire e manteniéndola todo lo que puedo en mi pecho, pero, es tal el estado de nervios que tengo que siento como cada vez respiro más deprisa. Tengo que darme la vuelta y dejar de mirar por la ventana o juro que me va a dar un puto ataque de ansiedad. Agarro la barrita de kinder bueno y me como lo que me queda. Pau me las dio anoche por si acaso, me dijo. Que bien me conoce el cabrón. Y cuanta falta me hacía el chocolate.

Unos toques en la puerta me hacen girarme e ir hacia allí con el corazón encogido. La abro y me encuentro a Pau detrás de ella. Se me queda mirando con los ojos muy abiertos. Su mirada repasa mi cuerpo de arriba a abajo y no es capaz ni de hablarme. Lo agarro del brazo y tiro de él para que entre en la habitación, cerrando la puerta con llave para que nadie entre.

- Estás...joder Roni...estás en bata pero estás buenísima -me dice mientras traga saliva y se lleva las manos al pelo. Gira su mirada para ver el paquete vacio de kinder bueno- la comida es un sustituto del sexo Roni. Creo que ya va siendo hora de que sea al revés

- ¿Crees que como mucho?

Lo miro algo indignada porque a mi lo de no estar delgada como que me da igual, y sé que a él también. Pero quizás mi obsesión por la comida cuando estoy nerviosa es más grave.

-¡No, que va! Aunque sinceramente, tampoco pasa nada porque comas cuando estás así. A otros les da por chupar candados...

- ¿De verdad tenemos que hacerlo Pau? -mi mano va hacia la ventana señalándole todo lo que hay fuera liado.

Pau se acerca a mi con la cara desencajada mientras se muerde el labio superior.

- ¿Es que no quieres...?

- No, Pau no es eso. Claro que quiero. Pero así no

Mi mano se posa en su mejilla y lo acaricio muy lentamente. Mis labios buscan los suyos y los rozo unos segundos.

- Te quiero Pau. Y quiero estar contigo, pero... esto no es lo que quiero. Joder. Se lo dije. A las dos. Que no quería un bodorrio. Algo íntimo. Con los amigos y familia más allegada. Y ahí fuera hay por lo menos unas 300 personas

- Ah... 390 para ser exactos... se lo he preguntado a mi madre

Llevo mis manos a la cara con unas ganas enormes de llorar. Esto no es lo que yo quería. No, no lo es. El que se supone que es el día más feliz de mi vida, y ya me lo están amargando. Pau pone sus manos en mi cintura y me atrae hacia su pecho. Puedo sentir los latidos de su corazón como van muy deprisa.

- Por un momento pensé que estabas arrepentida Verona

Alzo mis ojos y lo miro llevando mis manos de nuevo a sus mejillas.

𝓛𝓪 𝓟𝓻𝓸𝓶𝓮𝓼𝓪Where stories live. Discover now