El día que Pau y Verona se hicieron una promesa , no sabía que un día la tendrían que cumplir. Eran dos crios jugando a ser adultos. Dos críos que escondían sus sentimientos y que nunca se atrevieron a decirse que se querían.
La vida les hizo separa...
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- Estás divina de la muerte con ese vestido nena -Verona rueda sus ojos mirándome y yo aprovecho para atraerla más hacia mi pecho mientras no paran de hacernos fotos en el photocall y absurdas preguntas que ni me molesto en contestar
Pasamos por la alfombra roja y nos hacemos una foto con Ferrán y Rebeca, los cuales, están también muy elegantes. Ellas dos se agarran de la mano mirándolo todo y cuchicheandose secretitos. Sobre todo cuando un cantante italiano que tiene nombre de color, no sé si se llama Azul o Blanco, pasa delante de ellas en plan malote.
- Está más bueno en persona que en la tele -le dice Rebeca a Verona con la risa floja
- Ya te digo -le responde mi novia. La veo guardar el móvil en su bolso y buscarme la mano para entrelazarla con la mía
-Yo estoy más bueno Roni
- Lo sé mi amor
- ¿Todo bien?
- Si, van a ver "Encanto". Mi madre dice que se han enamorado de Tania. Que es muy dulce
- Lo es Roni, claro que lo es
- Dios, estoy deseando que la podamos acoger definitivamente -Verona suelta un largo suspiro. Pongo una de mis manos en su cuello para calmarla. Está nominada en dos categorías de los premios más importantes de este país, y a ella, le importa una mierda. Está más preocupada porque Tania esté bien que por otra cosa
- Yo también cariño. Pero no pienses en eso, ¿vale? disfrutemos de la noche, que se lo hemos prometido a Tania
- De acuerdo
Le doy un beso en la frente y seguimos al resto de invitados hacia dentro del recinto. La gala se celebra en el Wanda Metropolitano. Hay mogollón de gente aquí. Algunos los conozco de vista, otros de la tele y otros no tengo ni puta idea de quien son. Mi chica saluda a unos cuantos sin soltarse de mi mano. Una azafata nos indica donde sentarnos. Han preparado unas mesas para los nominados e invitados cerca del escenario. Ferrán, Rebeca, Verona y yo nos sentamos en la que nos han asignado a nosotros.
- Esto está lleno -dice Rebeca mirando alrededor
- El Bernabeú se llena más los domingos -le respondo yo con mi habitual chulería
- Y da más vibras que éste -responde Ferrán apoyándome
Porque si, estamos en una gala de premios, pero no deja de ser el Wanda Metropolitano, el Estadio del enemigo. Y al enemigo, ni agua.
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