Capítulo 22. El compromiso

1.6K 140 17
                                    

Cinco meses después

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cinco meses después.

Chelsea leía tranquilamente en su habitación, junto a su pareja, Afton. A ella le gustaban esos momentos junto a él, donde no necesitaban palabras para expresarse cuanto se querían, Afton simplemente tomaba su mano con cariño.

Desde dentro, Chelsea escuchó a Venus, Enrico y Somi caminando por el pasillo y reírse de algo que había dicho la humana coreana. Pero eso no fue lo que llamó su atención, sino el vínculo de Venus.

Cuando sacaron a la castaña de las mazmorras, ella le había puesto un vínculo que la conectaba a los Vulturi, para que se uniera a ellos; y luego, Aro, meses después le pidió que lo reforzara cuando él le entregó a Venus una invitación a la boda de su hermana. Ese vínculo debería estar intacto, sin embargo, le pareció muy extraño porque, actualmente, estaba muy desgastado.

Generalmente, sus vínculos duraban siglos aunque ella no estuviera al lado del vampiro en cuestión.

Extrañada, Chelsea se levantó del sofá donde estaba con Afton, y salió en busca de su amo. Lo encontró, como siempre, en el salón principal, junto a su guardaespaldas.

Ella inclinó la cabeza hacia él. —Mi amo —saludó.

—Querida Chelsea —saludó Aro, emocionado—. ¿A qué se debe tu visita?

La vampira alzó su mano hacia él. —Tiene que verlo por sí mismo, mi señor.

—Muéstrame, cariño.

Aro tomó su mano derecha y se inclinó, recibiendo la información.

Segundos después, se irguió, con el rostro endurecido. —Interesante —comentó entre dientes.

—¿Qué está pasando? —preguntó Caius, frunciendo los labios.

Aro lo miró. —El vínculo de Venus se desgasta más rápido que el de cualquier otro vampiro.

—¿Cómo es posible? —preguntó Caius, mirando a Chelsea—. No me digas que tus dones están fallando, amiga Chelsea.

La aludida sacudió la cabeza. —Juro que no, mi señor. He repasado cada vínculo que he puesto, todos están intactos.

—Caius, deja a Chelsea tranquila y pensemos en una solución —sugirió Aro, pensativo.


(...)

Venus regresaba de un entrenamiento amistoso con Alec, desde hace pocos meses, ellos se habían vuelto muy unidos. El vampiro la dejó en la puerta de su habitación y se retiró a la suya.

La castaña apenas se iba quitando la capa cuando un soldado vampiro llamó a su puerta.

—Hola —saludó—. ¿Está todo bien?

—Sí, señorita Venus —contestó el vampiro—. Me han enviado a comunicarle que el maestro Aro solicita su presencia ahora mismo en el salón principal.

FRANCESCA SWAN || Jasper Hale ✓ *Editando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora