Diez

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Skeppy no sabía cómo era que había terminado en esa situación. O bueno, lo sabía de alguna manera, pero no entendía cómo era que había funcionado. Algo debía de estar totalmente mal con el mundo, definitivamente.

Se retiró las piezas de armadura de oro desgastadas que llevaba encima y miró por encima de su hombro como el piglin se quitaba su armadura encantada y pulida en un arnés que estaba en la esquina del pequeño hogar hecho de madera carmesí del Nether. Tenía pocos muebles y varios utensilios que reconoció al instante: servían para la fabricación de pociones.

Sostuvo las partes de armadura de oro contra su cuerpo, sintiendo el calor que desprendía de ellas, al mismo instante que recordaba todo lo que había pasado en las últimas horas.

Después del «No» de Technoblade, la gema sintió una gran desesperación prosperar dentro de su pecho. Su única oportunidad se le había escapado con una sola palabra. Comenzó a rogar de verdad y empezó a hacer un gran escándalo. El piglin se puso algo nervioso y le ordenó que se callase a menos que quisiese morir.

Skeppy llegó a la cúspide de su drama diciendo «¡Me da igual, ya estoy muerto estando aquí!».

La situación escaló rápidamente hasta que Technoblade golpeó su hacha contra el suelo, causando un ruido sordo que resonó por todo el sitio. La gema pensó que había ido demasiado lejos, que se había confiado de más de la seguridad momentánea, pero en ese momento el piglin simplemente pidió silencio, cosa que el híbrido de diamante ni siquiera dudó en ofrecer.

«Mi turno termina en dos ciclos. Si puedes estarte quieto durante ese tiempo, quizás te ayude. Aunque lo dudo».

Al momento de escuchar «ciclos», Skeppy se desconcertó por el extraño concepto que no había leído en ninguno de sus libros y, si lo había hecho, no lo recordaba. Internamente comenzó a rezar que no fuese demasiado tiempo. Pero dos ciclos terminaron siendo un tiempo similar a lo que eran dos horas en el supramundo, cosa de la que se alegro de sobremanera.

Esas dos horas, sin querer, marcaron el inicio de una amistad que, tiempo después, demostraría ser bastante fuerte. Pero ellos aún no lo sabían en ese momento, sólo hablando en la sala de los portales mientras esperaban que terminase el turno del piglin.

Techno, como dejó que Skeppy le llamase al cabo de unos minutos, tenía muchísima curiosidad de lo que había pasado en los últimos años en el supramundo. La gema usó casi las dos horas explicando todo «lo nuevo» que había pasado en los últimos siglos. Fue un poco decepcionante darse cuenta que había muchas cosas que no conocía del mundo en general fuera de su montaña o de su pueblo, pero el piglin estuvo feliz de saber cosas solamente del pueblo gema.

«No he pisado esas tierras desde hace siglos, estoy perfectamente bien sólo con los relatos de tu gente» fue todo lo que dijo al respecto.

Unos quince minutos antes de que tuviesen que irse, Techno comenzó a dar instrucciones bastante específicas, las cuales tuvieron que ser seguidas al pie de la letra por la gema. Lo primero fue cambiar su armadura de diamante por una de oro. No importaba qué, el oro siempre iba a ser importante para no ser atacado por los piglins e incluso le ayudaría a pasar desapercibido. Lo siguiente fue cubrirlo con una gran capucha por debajo de su casco para que nadie viese su rostro. La ropa fue cortesía de Techno, así que obviamente cumplió su propósito de cubrir por completo a Skeppy. Este incluso podía nadar en las prendas por lo grandes que le quedaban.

Oculto y advertido de siempre tener a la vista prendas y/o accesorios de oro, Skeppy fue conducido por el bastión hasta la salida. Un par de personas preguntaron sobre por qué un guardia de rango tan alto estaba acompañando a un civil, pero Techno lo terminó todo diciendo que estaba conduciendo a un niño fuera de los bastiones que se había perdido cerca del área de los portales. Nadie lo cuestionó. ¿Qué otra cosa podría ser?

Skeppy realmente no entendió nada de lo que decían en ese momento. Su mente sólo registraba las palabras fuertes en esas voces graves (no había ni un sólo piglin sin la voz grave, al parecer) y dejaba que todo pasase sin permitir que su cuerpo se estremeciese por la fuerza del idioma desconocido. Si hubiese demostrado el miedo que tenía, todo habría acabado.

Cuando estuvieron fuera de las paredes negras del bastión, Techno le dijo literalmente que siguiese su camino y le dejase en paz. Skeppy volvió a su acto dramático nuevamente y se enfurruñó en torno a la idea de quedarse solo.

Podía hacerlo, por supuesto, tenía el conocimiento y la fuerza para hacerlo, pero según lo que podía ver, no habían muchas personas en el Nether que hablasen inglés y que fuesen pacíficas con un habitante del supramundo como él, así que tenía que tomar su oportunidad de, ja, oro.

Techno lo dudó por un tiempo hasta que decidió que cualquier cosa era mejor que seguir soportando el humor extraño de esa persona del pueblo gema.

Y así terminó allí, en esa extraña morada, retirándose piezas de una armadura de oro que no le quedaba bien y sintiendo que se le había agotado la suerte para toda una vida.

—Espero que comprendas que todo esto no será gratis —murmuró el piglin a sus espaldas con un tono significativo.

Skeppy se giró al instante para observar a Technoblade mientras se encogía.

—¿Qué quieres a cambio? —preguntó con un hilo de voz.

Y aunque estaba de espaldas a él, la gema estaba completamente segura que su salvador estaba sonriendo.

—Ya veré.

[×°×°×°×°]

Tranquilo. Tan tranquilo que daba miedo. Sus pensamientos eran tranquilos, incluso alegres. Pero hace poco había estado tan asustado. ¿Por qué? No lo entendía.

No entendía en nada a su alma gemela.

¿Así eran las criaturas del supramundo? ¿Tenían esos cambios volátiles de emociones seguido? No podía decir que la gente del Nether fuese muy cuerda, pero se permitía preocuparse por lo que estaba sucediendo con su otra mitad.

El demonio Wither suspiró mientras delineaba el bastión a la lejanía con la vista, mirando las multitudes de piglins entrando y saliendo como pequeñas motas rosas y amarillas debido a la distancia a la que se encontraban.

Sólo motas de colores…

Tenía que irse pronto.






























Notas:

A Skeppy le están yendo las cosas tan bien que sería gracioso que le empezasen a ir mal /jk

The4Demons

Mente en blanco [Skephalo]Where stories live. Discover now