Veintiuno

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Fue un borrón. Literalmente. Uno dorado y rosado. Apenas abrió la puerta y trató de ingresar, ese borrón le obstaculizó la vista y… ¿el cuerpo?

—¡Maldita sea, Skeppy, pensaba que te estabas disolviendo al fondo de la lava! —dijo la voz de Techno con una inconfundible preocupación. La mente de la gema se desconectó un momento, pues Techno estaba hablando en inglés y su cerebro había estado funcionando en el idioma del Nether todo ese tiempo. Segundos después, cuando volvió a funcionar, tomó en cuenta su situación. El piglin le estaba agarrando por los hombros con fuerza. Dolía un poco, así que sintió como la cristalización se extendió bajo ese fuerte agarre—. ¡¿Dónde estuviste todo este tiempo?! —Comenzó a zarandearlo un poco—. Los otros guardias me entregaron el reporte, ¡y dijeron que te perdieron cuando te lanzaste a lava! —Esa última palabra fue dicha con un tono demasiado brusco—. Te dí una manzana dorada encantada, eso te da cuerpo ignífugo por cinco minutos, pero siendo tú…

Skeppy parpadeó dos veces antes de sonreír nerviosamente.

—No sé si estás preocupado por mí o estás tratando de llamarme idiota incluso en estos momentos —Le ofreció una mueca y le sacó la lengua burlonamente, rematando lo que dijo.

—Ambos. Me preocupo porque eres idiota, idiota —murmuró el piglin antes de desviar la mirada por detrás de Skeppy. Y se congeló momentáneamente. Sin separar la mirada del punto detrás de Skeppy, dirigió su mano lentamente hasta su cinturón. La gema tardó un segundo entero en darse cuenta que Techno estaba tratando de alcanzar alguna de sus armas, pero por suerte fue sólo un segundo y no dos, ya que logró interceptar el movimiento justo antes que sucediese.

—¡Espera, espera, viene conmigo! —exclamó a toda prisa, jalando la extremidad del piglin fuera del alcance de su cinturón. Cabe aclarar que apenas pudo retirarla unos pocos centímetros aunque usó toda su fuerza—. ¡Viene conmigo, he estado con él todo este rato!

El guardia miró a su amigo, luego al demonio, luego a su amigo otra vez y continuó con eso unos treinta segundos antes de suspirar y asentir dos veces, no muy convencido, pero sin intenciones asesinas de por medio.

El chico diamante se separó de su agarre y dirigió su mirada hacia la otra figura que no había pasado de la entrada. Bad estaba mirando la escena con los labios apretados, completamente congelado, mientras su cola se deslizaba de un lado a otro a una velocidad vertiginosa por detrás de su espalda, denotando que estar nervioso era la menor de las emociones que lo llenaban.

—Estaba con él… —Comenzó a explicar, pero le interrumpieron.

—Un demonio Wither —farfulló Technoblade mientras miraba de pies a cabeza a Bad. Este no hizo mayor gesto que ladear la cabeza, confundido y aterrado por el idioma que no comprendía—. ¿Fuiste y trajiste a la única criatura con la que te dije que no te debías meter? —Techno desvió un poco más arriba la mirada—. ¡Y tiene un halo, ¿sabes lo que significa eso?!

Skeppy lo pensó un poco y luego se encogió de hombros.

—¿Que se ve genial? —intentó.

El guardia resopló con incredulidad.

—Y no quieres que te llame idiota.

—¡No soy…

—Los demonios Wither que nacen con halos son los más fuertes —Se apresuró a explicar, cortando de lleno la réplica de la gema—. Diez veces más fuertes que los comunes, a decir verdad.

Skeppy abrió los ojos ampliamente, anonadado. Tragó algo de saliva y dejó que una risita tonta escapase de su garganta.

—Ey, y yo que pensaba que no podía ser más genial —murmuró sin aliento.

Mente en blanco [Skephalo]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt